Europa

¿La Europa de los pueblos? Del dominio de las finanzas a la política de guerra

Por Emiliano Gentili* y Federico Giusti** –
La Comisión Europea propone una estrategia energética integrada, haciendo hincapié en la necesidad de un suministro seguro y sostenible de materias primas críticas. Sin embargo, el énfasis en la industria y la seguridad energética puede plantear dudas sobre el equilibrio entre los intereses privados y el control estatal.

Antecedentes: la guerra se extiende como un reguero de pólvora e implica la revisión de las políticas de la UE

Los vientos de guerra se extienden no sólo en el Sudeste Asiático. Pronto podrían estallar también los problemas en la región Indo-Pacífica, como se especula en el documento sobre la Guerra Global aprobado por el Congreso de EEUU1. Esta situación ya está provocando profundos cambios en las opciones estratégicas de los gobiernos.

Sin entrar en el fondo de las cuestiones internacionales y geopolíticas, centrémonos más bien en las políticas de la UE, recientemente definidas y estructuradas en una serie de documentos2.

De hecho, la Comisión Europea ha dictado a los gobiernos nacionales las directrices para los próximos años, al menos en lo que se refiere al desarrollo de las cadenas de suministro industrial para el abastecimiento energético. Esto es importante, entre otras cosas porque el desarrollo energético integrado con toda la UE obligará a nuestro país a apoyar y compartir las políticas beligerantes de la UE y la OTAN.

Los objetivos primordiales del capital europeo

Si queremos resumir las principales novedades, podríamos identificar algunos puntos dirimentes para transmitir información útil para entender la estrategia de la UE:

  • «se propone un amplio conjunto de acciones para garantizar el acceso de la UE a un suministro seguro, diversificado, asequible y sostenible de materias primas críticas. Las materias primas críticas son indispensables para una amplia gama de sectores estratégicos, entre ellos la industria net-zero, la industria digital, el sector aeroespacial y la defensa»3. En términos menos aleatorios, esto significa más inversión en la producción de energía y las infraestructuras relacionadas, con especial énfasis en el hidrógeno, la energía limpia y la energía nuclear (en los países que lo permitan). Esto permitirá racionalizar mejor el proceso de suministro de energía a los edificios civiles y a las instalaciones de producción, poner en práctica las posibilidades de desarrollo tecnológico y de la industria militar en Europa4 y aumentar la independencia energética del exterior. Y, de hecho, la garrapata antichina, así como el habitual servilismo político a EE.UU. y a la OTAN, son también un signo de esta insuficiente independencia.

En términos generales, por tanto, el intento de la Comisión es coordinar y reforzar la cadena de producción energética de la UE, adoptando una única línea de dirección, a fin de desarrollar el potencial económico latente. Pero también está ligada a este discurso la idea de contar con un ejército europeo que intervenga allí donde se vean amenazados los intereses económicos de las multinacionales occidentales, nacionales y de la UE: un intervencionismo bélico imprescindible para poder seguir expoliando tierras y pueblos de sus recursos del subsuelo y para mitigar cualquier riesgo y peligro para las cadenas de suministro (energético y comercial). No en vano, entre las inversiones que garantizan mayor rentabilidad, además de las realizadas en sectores de alta tecnología en general, se encuentran las realizadas en tecnologías de doble uso5 y en el sector militar. La intervención del Gobierno para simplificar los procedimientos (es decir, reducir los controles6) de importación, exportación y tránsito de armas por el país no fue un rayo caído del cielo;

Los documentos estratégicos de la UE
  • El 16 de marzo de 2023, la UE promulgó la Ley de Materias Primas Críticas, un reglamento para la protección de las cadenas de suministro europeas, centrado en el abastecimiento de materias primas críticas. A este respecto, la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró: «Esta legislación nos acercará a nuestras ambiciones climáticas y mejorará el refinado, la transformación y el reciclado de materias primas críticas en Europa. Las materias primas son esenciales para la producción de tecnologías clave para nuestra transición dual, como la producción de energía eólica, el almacenamiento de hidrógeno o las baterías. Estamos reforzando nuestra cooperación con los socios comerciales mundiales para reducir la dependencia de la UE de uno o unos pocos países. Redunda en nuestro interés mutuo aumentar la producción de manera sostenible, garantizando al mismo tiempo el máximo nivel de diversificación de las cadenas de suministro para las empresas europeas»7.

Para fomentar «un suministro seguro y sostenible de materias primas críticas», se considera indispensable que se alcancen y respeten los siguientes puntos de referencia de desarrollo: satisfacer al menos el 10% del consumo anual de la UE mediante la extracción de materias primas dentro de la UE; satisfacer al menos el 40% del consumo anual de la UE mediante la transformación interna de la energía; satisfacer al menos el 15% del consumo anual de la UE mediante el reciclado (recientemente el objetivo pasó a ser el 25%8); y un máximo del 65% del consumo anual de la UE de cada materia prima estratégica puede proceder de un único tercer país (en lo que respecta a las etapas de transformación de la energía).

Otro parámetro clave es la reducción de los plazos para el acceso privado a la financiación y la concesión de permisos. En concreto, se han previsto «24 meses para los permisos de extracción y 12 meses para los de tratamiento y reciclado»9 . Precisamente el reciclado será un componente muy importante de la reactivación económica de la UE: no sólo los Estados miembros tendrán que adoptar políticas nacionales para mejorar sus resultados, sino que «los Estados miembros y los operadores privados tendrán que examinar el potencial de recuperación de materias primas esenciales a partir de residuos mineros en las operaciones mineras actuales», «incluso en los emplazamientos históricos de tratamiento de residuos mineros». Además, será necesario «desarrollar programas nacionales de exploración de recursos geológicos»10 con carácter prioritario.

En cuanto a la política de comercio exterior, el intento de la UE será establecer acuerdos y asociaciones comerciales en su propio beneficio con las economías «en desarrollo». La política exterior en su conjunto, sin embargo, se orientará hacia la construcción de alianzas estratégicas estables, político-militares y comerciales al mismo tiempo, siguiendo una tendencia mundial ya conocida de los países a definir posiciones políticas, éticas, históricas e incluso científicas (por ejemplo, en cuestiones medioambientales) sobre la base de intereses y relaciones comerciales. Resulta significativa, por tanto, la propuesta de la UE de crear un Club de Materias Primas Críticas, abierto a «todos los países de ideas afines dispuestos a reforzar las cadenas de suministro mundiales mediante el fortalecimiento de la Organización Mundial del Comercio (OMC), la ampliación de su red de facilitación de inversiones sostenibles y acuerdos de libre comercio, y centrándose en la aplicación de la ley para combatir las prácticas comerciales desleales»11. En resumen, una especie de alianza estratégica renovada de todos los países interesados en respetar y mantener el actual equilibrio de poder, que ve a los países del llamado «bloque occidental» en una situación de ventaja competitiva en los principales mercados mundiales.

Por último, en el documento del pasado mes de noviembre, la Comisión afirmaba que «las grandes empresas expuestas a la escasez de materias primas estratégicas en tecnologías estratégicas (por ejemplo, fabricación de baterías, producción de hidrógeno, producción de energías renovables, transmisión y almacenamiento de datos o fabricación de aeronaves) estarán obligadas a realizar periódicamente una evaluación de riesgos de su cadena de suministro de materias primas críticas, que podrán presentar a su consejo de administración y en la que indiquen expresamente el origen de los materiales, los factores que pueden afectar a su suministro y las vulnerabilidades ante interrupciones del suministro»12.

Esto es importante porque denota un intento por parte de la administración estatal (aunque europea, en lugar de nacional) de ejercer una mayor cuota de control sobre las grandes empresas que en el pasado. Probablemente para los Estados nacionales de la UE se trate de un requisito importante, aunque no indispensable, para poder hacer eficientes las cadenas de producción y desarrollar los fundamentos económicos de la «fábrica europea». Pero también es una sombra proyectada sobre el derecho liberal: hay signos de una reducción de los espacios democráticos en casi todos los países de la UE (incluida Italia), pero es poco probable que el aumento del papel del Estado en la economía capitalista en una fase de dificultad económica represente un retorno a lo público tras años de monopolio privado, sino más bien una acción de los gobiernos, coordinada y gestionada por la UE, funcional a los intereses capitalistas;

Por otra parte, la Ley de Industria Neta Cero (NZIA) es un programa destinado a facilitar las inversiones en el sector energético europeo. Estas inversiones están orientadas a la implantación tecnológica de las centrales y a la competitividad del mercado, la descarbonización y la solidez del sistema energético (en el sentido de una relativa independencia del mercado exterior y unos niveles de productividad adecuados). En concreto, la NZIA facilita a las empresas la concesión de permisos para proceder, así como las cargas administrativas, las licitaciones y subastas, y el acceso a la información de mercado.

Estos beneficios, sin embargo, sólo se concederán a aquellas empresas que presenten proyectos de inversión relacionados con el uso de determinadas tecnologías que se espera desempeñen un papel clave en el futuro de la UE, como las tecnologías solares, las baterías, las bombas de calor, los electrolizadores, las tecnologías de biogás y biometano, o la captura y almacenamiento de carbono.

Notas:

1 Congresso degli Stati Uniti: National Defense Authorization Act for fiscal year 2024, 14/12/2023.

Green Deal (15/01/2020), Critical Raw Materials Act (16/03/2023), Net Zero Industry Act (16/03/2023), 2023/0079(COD) – Accordo per l’approvvigionamento di materie prime critiche (29/11/2023).

3 Commissione Europea: Materie prime critiche: garantire catene di approvvigionamento sicure e sostenibili per il futuro verde e digitale dell’UE, Comunicato stampa del 16/03/2023.

4 KNDS e LEONARDO siglano un’alleanza strategica | Leonardo

5 Prodotti a uso civile che possano essere utilizzati anche in ambito militare.

6 Si tratta di una modifica della L. 185/1990: il Governo potrà vendere armi a Paesi in guerra e a prescindere dall’orientamento politico e istituzionale, non sarà più obbligato a raccogliere informazioni da associazioni e Ong sulle violazioni umanitarie in Paesi esteri e non dovrà più mantenere una black-list di Paesi con cui non è possibile commerciare in armamenti. Inoltre per le aziende del settore vengono semplificate le procedure e allentati i controlli.

7 Ursula von der Leyen: Dichiarazione stampa del 16/03/2023.

8 Consiglio dell’UE: Il Consiglio e il Parlamento raggiungono un accordo provvisorio per rafforzare l’approvvigionamento di materie prime critiche, Comunicato stampa del 13/11/2023.

9 Commissione Europea: op. cit.

10 Ibidem.

11 Ibid.

12 Consiglio dell’UE: Ibidem.

**Federico Giusti, delegado de CUB en el sector público, colabora con las publicaciones periódicas Cumpanis, La Città futura, Lotta Continua y es activo en temas de derecho laboral, anticapitalismo y antimilitarismo.

Artículo publicado originalmente en giuliochinappi.wordpress.com

Ffoto de portada extraída de giuliochinappi.wordpress.com

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