Por Lehbib Abdelhay /ECS
Drone Heron 1/agencias
El diario israelí Haaretz reveló el sábado que el régimen israelí envió equipos militares a Marruecos para contrarrestar al Frente Polisario, que lucha por la independencia del Sáhara Occidental.
Asimismo, la fuente detalló que, además de equipamiento militar, el régimen de Tel Aviv ha enviado expertos y asesores para enseñar a sus homólogos marroquíes tácticas y planificación a emplear en contra del Ejército saharaui.
El informe reveló, de igual modo, la complicidad del difunto rey de Marruecos Hasan II con el servicio de inteligencia del régimen de Israel, el Mossad, en el asesinato de Ben Barka, principal opositor del fallecido monarca.
Este escándalo recién revelado no resulta en modo alguno sorprendente, puesto que el líder del movimiento africano Al-Shaab, Zahir al-Maqzawi, informó el miércoles que el régimen de Israel podría estar implicado en el intento de asesinato del presidente tunecino, Kais Said.
El Sáhara Occidental es una zona ocupada por Marruecos desde 1975, año en el que, tras la realización de la llamada Marcha Verde, el territorio dejó de ser una colonia española. A partir de dicha fecha, el Frente Polisario y Marruecos se disputan ese territorio y se producen constantes denuncias de violaciones sistemáticas de los derechos humanos por parte del Gobierno marroquí.
El 10 de diciembre de 2020, el entonces presidente de EE.UU., Donald Trump, informó de la normalización de lazos entre Rabat y el régimen de Tel Aviv, a cambio del reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Conforme al reporte de Haaretz, esta normalización se realizó tras seis décadas de relaciones secretas de inteligencia, asuntos militares, políticas y culturales entre ambos.
El Frente Polisario condenó la decisión de Trump de reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental y denunció que la medida “no le corresponde”.