Las relaciones entre ambas naciones han sido tensas desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo en febrero que estaba re-imponiendo una campaña de “máxima presión”.
El miércoles, Trump dijo que una acción militar era “absolutamente” posible contra Irán si las conversaciones entre el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, y el enviado estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, terminan sin un acuerdo.
“Israel obviamente estará muy involucrado en eso, será el líder de esa [acción militar]”, agregó Trump.
Irán ha negado sistemáticamente que intente adquirir armas nucleares.
El jueves, un alto asesor del líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, advirtió que Teherán podría expulsar a los inspectores del organismo de control nuclear de la ONU en respuesta a “amenazas externas”.
“La persistencia de amenazas externas y el hecho de que Irán se encuentre en estado de ataque militar podrían llevar a la adopción de medidas disuasorias, entre ellas la expulsión de los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica y el cese de la cooperación”, declaró el contralmirante Ali Shamkhani en la red social X.
“También podría considerarse la transferencia de materiales enriquecidos a lugares seguros”, añadió, refiriéndose al enriquecimiento de uranio del país.
Estados Unidos también anunció esta semana nuevas sanciones dirigidas al programa nuclear de Irán y su red petrolera.
En las últimas semanas, Estados Unidos también trasladó hasta seis bombarderos B-2 a una base militar estadounidense-británica en la isla de Diego García, en el océano Índico, en medio de una campaña de bombardeos estadounidense en Yemen y crecientes tensiones con Irán.
Encuentro en Omán
Irán y Estados Unidos dijeron que mantuvieron conversaciones “positivas” y “constructivas” en Omán el sábado y acordaron volver a reunirse la próxima semana en un diálogo destinado a abordar el creciente programa nuclear de Teherán, con el presidente Donald Trump amenazando con una acción militar si no hay un acuerdo.
“Creo que estamos muy cerca de una base para las negociaciones y, si logramos concluirla la próxima semana, habremos avanzado mucho y podremos iniciar conversaciones reales sobre esa base”, declaró el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araqchi, a la televisión estatal.
Araqchi dijo que las conversaciones -las primeras entre Irán y la administración Trump, incluido su primer mandato (2017-2021) se llevaron a cabo en una “atmósfera productiva, tranquila y positiva”.
“Ambas partes han acordado continuar las conversaciones… probablemente el próximo sábado”, añadió Araqchi. “Irán y Estados Unidos desean un acuerdo a corto plazo. No queremos conversaciones por el simple hecho de conversar”.
La Casa Blanca calificó de “muy positivas y constructivas” las conversaciones entre el enviado de Trump a Oriente Medio, Steven Witkoff, el embajador de Estados Unidos en Omán, Ana Escrogima, y Araqchi.
“Estos asuntos son muy complejos, y la comunicación directa del Enviado Especial Witkoff hoy representó un paso adelante para lograr un resultado mutuamente beneficioso”, declaró. “Las partes acordaron reunirse nuevamente el próximo sábado”.
Los intercambios del sábado fueron indirectos y mediados por Omán, como deseaba Irán, en lugar de presenciales, como exigía Trump. Cada delegación disponía de una sala independiente e intercambiaba mensajes a través del ministro de Asuntos Exteriores de Omán, según el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Esmail Baghaei.
Foto de portada: Al Jazeera