El golpe de Estado preventivo comenzó el 24 de noviembre cuando el pueblo rumano se volcó a las urnas con un 52% de participación electoral para la elección del nuevo/a presidente del país. En un sistema electoral de voto directo en donde para ganar en primera vuelta se necesita el 50% +1 de los votos, los resultados arrojaron en primer lugar a un candidato que ningún sondeo supo anticipar.
Con el 23% de los votos Calin Georgescu obtuvo el primer lugar y con el 19,18% Elena Lasconi quedó segunda por muy pocos votos frente a Marcel Ciolocu, actual primer ministro, que logró el 19,15%. Como ninguno de los candidatos llegó al 50%, se estableció la segunda vuelta electoral que se celebraría el 8 de diciembre.
Georgescu se presentó como candidato independiente en octubre y realizó una fuerte campaña enfocada en tik tok, por lo cual fue duramente criticado e incluso se utilizó como parte de los argumentos para anular los resultados. Posee un perfil nacionalista, soberanista, tradicionalista, antiglobalismo, con una posición alejada de la Unión Europea y de la OTAN que aboga por las negociaciones en Ucrania y la neutralidad de Rumanía.
A pesar del resultado de la primera vuelta electoral se creía que Georgescu no tenía chance en la segunda vuelta debido a que Lasconi podía sumar el porcentaje de votos del resto de los candidatos ya que son afines a su proyecto político y fuertes opositores a Georgescu. No obstante, acorde a como fueron pasando los días parece ser que este pronóstico empezó a tambalearse y la posibilidad de que Georgescu gane en segunda vuelta se hizo cada vez más palpable.
Finalmente el Tribunal Constitucional decidió anular los resultados electorales argumentando que “garantizaba la corrección y la legalidad del proceso electoral” después de haber recibido, explicaron los jueces, múltiples solicitudes en este sentido motivadas por documentos de inteligencia desclasificados que revelaban la injerencia rusa en la votación. Esto implica la reprogramación de la contienda electoral incluyendo la campaña, un hecho sin precedentes en la historia política del país.
Georgescu intentó apelar a la decisión del Tribunal y llamar la atención de la UE, de la OTAN y países socios sobre el accionar antidemocrático que se estaba viviendo en Rumanía. No obstante, sólo se topó con silencios cómplices y apoyos al Tribunal que alimenta la retórica antirusa.
Sobre finales de febrero, Georgescu fue detenido por la policía rumana cuando se disponía a presentar su nueva candidatura a las elecciones presidenciales. Su equipo de comunicación denunció el incidente en Facebook, preguntando: «¿Dónde está la democracia? ¿Dónde están los socios que deben defenderla?».
En su cuenta de X, Georgescu declaró:
“Si la democracia rumana cae, todo el sistema democrático mundial está en peligro. Rumanía forma parte de la UE, la OTAN y es uno de los aliados más importantes de Estados Unidos en Europa del Este. Si la comunidad internacional se mantiene indiferente y disfruta del horrible espectáculo político que se está representando ahora en Rumanía, se creará un precedente legal internacional en el que un tribunal constitucional quitará el poder del voto al pueblo y se lo dará siempre a los políticos. Ese será el fin de la democracia tal y como la conocemos, en todo el mundo. ¿Estáis atentos en la UE? ¿Están escuchando los Estados Unidos?”.
A principios de marzo, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) rechazó el recurso presentado por Georgescu. Y en enero, el TEDH se había negado a acceder a las peticiones de Georgescu, que había solicitado al Tribunal que adoptara una medida cautelar sobre las elecciones anuladas.
Luego, la Oficina Electoral Central de Rumanía dictaminó que Călin Georgescu quedaba excluido de la repetición de las elecciones presidenciales del país.
No obstante, Georgescu no fue el único candidato proscripto. El listado supera los 10 nombres, y aunque el mayor argumento se sostiene por el hecho de no cumplir con los requisitos legales, en otros casos no se publicaron las razones y algunos de estos candidatos fueron prohibidos bajo la acusación de ser “prorusos”, “extremistas” y por tener posturas críticas ante el papel de Rumania en la UE y en la OTAN.
De esta manera, el plan de golpe de Estado preventivo termina de tomar forma para no permitir la opción democrática de elegir al pueblo rumano. Los candidatos entre los que se disputa la presidencia poseen grandes diferencias, discusiones y tensiones, no obstante, todos asumen el mismo camino en política exterior para Rumania: el camino otanista.
El principal candidato con intención de votos es George Simion, nacionalista, conservador y crítico de la UE. Es presidente del partido AUR, miembro de la Cámara de Diputados desde 2020, y es vicepresidente de la familia europea ECR, que lidera Giorgia Meloni. Calificó lo sucedido con Georgescu como “golpe de Estado” y acusó a Bruselas de “caza contra los soberanistas” nombrando el caso de Marine Le Pen en Francia. Ha realizado su campaña condenando el accionar contra Georgescu, prometiendo el “rescate nacional” frente a la corrupción nacional y el colonialismo de Bruselas, y el colapso de los valores tradicionales.
“Es una caza de brujas contra los soberanistas y los conservadores y un intento de eliminar, por todos los medios, a cualquiera que se oponga al Estado profundo y a la agenda progresista”, declaró en una entrevista para el medio The American Conservative.
Simion se opone a la ayuda militar a Ucrania, es crítico del liderazgo de la Unión Europea y ha apoyado el movimiento Make America Great Again de Donald Trump. Ha declarado su admiración por la primera ministro italiana Giorgia Meloni, y también ha mencionado su buena relación con Abascal, Salvini y Jansa.
Simion tiene prohibida la entrada a Ucrania y a Moldavia debido a declaraciones y proyecciones de posible ‘reincorporación de territorios’ ucranianos y moldavos al Estado rumano, un tema altamente sensible en las relaciones regionales y las sociedades de los tres países.
No obstante, a diferencia de Georgescu, Simion se ha declarado a favor de la OTAN. En una reciente entrevista con Reuters, el candidato rumano dijo que Rusia no es una amenaza significativa para la OTAN y que el único riesgo para el flanco oriental de la alianza, esto es Rumanía, Polonia y los Bálticos, es el propio desmantelamiento de la OTAN, “esto supone una grave amenaza para la seguridad”.
“Rusia no tiene el potencial de representar una amenaza significativa para la mayor alianza militar del mundo”, dijo Simion a Reuters. Y agregó que la única manera de avanzar para la alianza era garantizar que Estados Unidos siguiera liderando la OTAN, aunque apoyó un mayor gasto de defensa por parte de los estados europeos, informó Reuters. “Debemos trabajar por la unidad de la OTAN y mantenerla como una alianza defensiva. Hay quienes quisieran crear dos bloques geopolíticos, incluso opuestos: la UE y EEUU”.
Además, en la entrevista para The American Conservative, Simion declaró, “si no volvemos a la democracia y respetamos la voluntad del pueblo, es posible que Estados Unidos retire sus tropas de Rumania, lo que sería un enorme peligro para nosotros. Apoyo a la OTAN y creo en una OTAN liderada por tropas estadounidenses. Estoy plenamente comprometido con el cumplimiento de todas las obligaciones internacionales de Rumanía”.
El segundo lugar en las encuestas está disputado por Crin Antonescu y Nicusor Dan. Antonescu es un europeísta moderado apoyado por la coalición gobernante y apoya la integración de Rumanía en la UE, la OTAN y la alianza con EEUU. Dan es un tecnócrata, reformista que apoyó la decisión del Tribunal sobre la cancelación de los resultados del 2024, apuesta por un aumento en el gasto en defensa y la presencia de la OTAN, proUE, apoya a Ucrania y defiende a Moldavia considerándola ‘víctima de Moscú’. Por último se encuentran Victor Panta de centroizquierda y nacionalista, y Elena Lasconi quien disputaba la segunda vuelta con Georgescue en 2024, fuertemente atlantista, quedó última en las intenciones de votos para este domingo.
Pero ¿por qué es tan importante quién se encuentre en el poder en Rumanía?, ¿por qué le interesa tanto a la UE y a la OTAN el futuro gobierno en Rumania?.
Rumanía viene desempeñando desde hace 20 años un rol fundamental para la seguridad otanista en la región del Mar Negro, y tiene proyección de seguir aumentando su capacidad y función. Para ello, Bucarest ha estado fortaleciendo sus capacidades armamentísticas que van desde el aumento en el gasto de defensa, acuerdos bilaterales y multilaterales armamentísticos y de seguridad con países aliados hasta poseer bases militares con presencia militar extranjera.
La importancia estratégica de Rumania comienza por su ubicación geográfica. Comparte frontera con Hungría, Serbia, Bulgaria, Moldavia y Ucrania, muy cerca de la codiciada ciudad ucraniana de Odessa. Pero en especial es uno de los seis países que posee acceso al Mar Negro. Esta región europea es clave para la estabilidad y seguridad euroatlántica.
En 2024 se cumplieron 20 años desde que Rumanía se unió a la OTAN, y el Ministerio de Defensa rumano elaboró un detallado informe sobre los aportes de Rumanía a la Alianza Atlántica y a los proyectos otanistas en la región y el continente europeo.
En el informe se puede leer: “la OTAN puede ser aún más fuerte si Rumanía se hace cargo de la parte sur de su Flanco Este, igual que nuestro aliado polaco está haciendo en el norte”. “Las Fuerzas Armadas de Rumanía participan en el teatro de operaciones de los Balcanes Occidentales con personal y estructuras en Kosovo, dentro de la Operación KFOR de la OTAN, y en Bosnia y Herzegovina dentro de la Operación EUFOR Althea”. “En el dinámico y siempre cambiante panorama geopolítico del sureste de Europa, Rumanía se erige como un pilar inquebrantable en el fortalecimiento de la presencia y las capacidades de la OTAN”.
El Mar Negro posee una importante fuente de recursos energéticos como petróleo y gas natural. También es el corredor de tránsito de los recursos energéticos del Mar Caspio hacia Europa.
Predominar esta zona geopolítica supone tener un gran control sobre el espacio euroasiático. La OTAN ha declarado al Mar Negro como zona estratégica y se ha dedicado a ampliar su presencia militar en la zona.
Rumanía posee varias bases militares que albergan fuerzas extranjeras, en especial de Estados Unidos, Reino Unido y la OTAN. Además de estas bases, Rumanía ha sido el anfitrión de variados ejercicios militares, entrenamientos conjuntos y despliegues rotativos de tropas y equipo de la OTAN y EEUU.
La Base Aérea Mihail Kogălniceanu, ubicada cerca de la ciudad Constanza, a orillas del Mar Negro es una de las principales bases utilizadas por las fuerzas estadounidenses y de la OTAN para el tránsito y apoyo logístico en la región.
Cuenta con el primer Sistema de Defensa Antimisiles Aegis Ashore, en ser activado en Europa, ubicado en Deveselu, que alberga el sistema de defensa antimisiles Aegis Ashore de los Estados Unidos. Se trata de un punto clave ya que es el escudo antimisiles de la OTAN, destinado a proteger a Europa contra ataques de misiles balísticos de corto y mediano alcance.
En Europa sólo hay dos Sistemas de Defensa Antimisiles Aegis Ashore, el primero instalado en Rumania, en 2016, y el segundo en Polonia, que este 10 de julio, la OTAN anunció su finalización.
La base Campia Turzii Air Base, ubicada cerca de Cluj-Napoca, también es utilizada por las fuerzas de EEUU y la OTAN, para entrenamientos y ejercicios conjuntos, mientras alberga temporalmente aviones de combate y drones.
Las ambiciones de Rumania también se proyectan hacia el futuro, ya que se ha comenzado la construcción de la mayor base militar de la OTAN en suelo rumano, que superará a la Base Aérea de Ramstein, en Alemania. La instalación estará ubicada en el distrito de Constanza, a orillas del mar Negro y se estima que podrá albergar hasta 10.000 militares y sus familias.
El gasto en defensa por parte de Rumania ha ido incrementando significativamente en los últimos años, de hecho, según las estimaciones en los informes de la OTAN, y las declaraciones del presidente rumano, Klaus Iohannis, se espera que para este 2024, el gasto en defensa alcance el 2,5% del PBI. Es decir, por encima de lo que exigido por la Alianza Atlántica.
Algunos de los principales acuerdos militares bilaterales y multilaterales que Rumanía posee son con Polonia, Alemania, Francia, Ucrania, el Reino Unido, Estados Unidos y la OTAN.
El golpe preventivo en 2024 y la proscripción de ciertos candidatos para las elecciones de este domingo no fueron en defensa de la democracia rumana, sino para asegurar el desarrollo exitoso del proyecto otanista, que vienen construyendo desde hace más de 20 años. La enorme apuesta de la OTAN en Rumania corría peligro con un posible gobierno de Georgescu, pero los candidatos que se disputan este domingo no son verdadero peligro para el atlantismo.
Seguiremos de cerca los resultados electorales del 4 de mayo, como así también el desarrollo de la jornada y la participación electoral de la ciudadanía rumana que quizás nos advierta con mayor precisión cuál es el ánimo y análisis de este pueblo sobre el accionar injerencista externo que viene pisando la actividad democrática en pos de ambiciones imperiales.
*Micaela Constantini, periodista y parte del equipo de PIA Global.
Foto de portada: Una valla publicitaria muestra carteles electorales de candidatos para las próximas elecciones presidenciales en Bucarest, Rumania, el 24 de abril de 2025. Los rumanos votarán en la primera vuelta de las elecciones presidenciales el 4 de mayo de 2025. EPA/ROBERT GHEMENT.