Asia Occidental

Aumentan las presiones en el gobierno de Netanyahu

Por PIA Global*- En los últimos meses, el régimen sionista ha sido testigo de los acontecimientos internos más sensibles de los últimos setenta años. La sociedad israelí se ha visto significativamente debilitada y desgastada debido a las políticas internas de Netanyahu, así como a la mayor guerra de su historia (que aún continúa). Según los medios de comunicación hebreos, hoy este régimen está pasando por su peor situación y condiciones en varios aspectos, incluida la economía, la sociedad, la seguridad y la política.

La extrema derecha de Netanyahu condujo un sinfín de decisiones políticas que no solo generaron crisis internas, sino que principalmente, tuvieron como costo la vida de miles de personas.

Al menos hasta ahora, dos exprimer ministros, Ehud Olmert y Ehud Barak, han alertado sobre el peligro de una guerra civil. Ambos, también, han sido severamente críticos acerca de la respuesta de Israel y la calle ciega forzada que hoy representa la guerra contra Gaza.

Yair Lapid, una de las principales figuras de la oposición, comparte el temor y llama a desobedecer al gobierno si este logra alcanzar en el parlamento que se apruebe la abrasiva reforma legislativa y judicial.

Esta reforma que ataca, entre otras cosas, la designación de los jueces de la Corte Suprema, formula leyes que disminuyen, cuando no impiden, el escrutinio legal de las acciones del ejecutivo en todos sus ministerios, lo cual desafía el mandato de las cortes frente a las instancias políticas mientras profundiza aún más, mediante reformas en materia de ciudadanía, el propio régimen de apartheid.

Los medios además estuvieron concentrados también en lo que se llamó el Qatar Gate, una reciente declaración del jefe del Shin Bet, el Servicio de Seguridad Interna de Israel, en la que afirmó que miembros del gobierno de Netanyahu con su conocimiento, contactaron a dirigentes qataríes y recibieron dinero de ellos a cambio de servicios que servían a los intereses de Doha. 

Después de que Netanyahu intentó obligar al líder del Shin Bet, Ronen Bar, y este se negó a aceptarlo, se inició una nueva ronda de tensión política en los territorios ocupados. 

Más tarde el primer ministro y se reunió con miembros de su gabinete y decidió eliminar al jefe del Shin Bet, a pesar de las advertencias del Fiscal General. Después de este incidente, el Fiscal General de Israel emitió una resolución cancelando la orden de Netanyahu. 

En consecuencia, el oficialismo votó por destituir al Fiscal General durante otra reunión, declarando así una guerra interna.

“El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, batió un nuevo récord de declive. Una situación que plantea serias dudas sobre su capacidad para gestionar Israel e incluso pone en tela de juicio su competencia, con todo su prestigio y peso político.” escribió el periodista sionista Yossi Hadar en una nota en el periódico Ma’ariv.

El juego continuó.

Elie Shervit fue nombrado por el gobierno como nuevo jefe del Shin Bet.

Una hora más tarde, varios asesores de Netanyahu y colaboradores cercanos a su oficina, incluidos Fedelstein y Yonatan Orich, fueron arrestados por la policía israelí por su investigación sobre el caso Qatar Gate, y el primer ministro también fue citado a la Corte para testificar al respecto.

Unas pocas horas después el líder de la entidad sionista destituyó el recientemente nombrado líder del Shin Bet, delegando la decicisión en preocupaciones de miembros de su partido.

Gaza en el centro

Gaza ahora es la línea definitoria. El rumbo de la guerra va a ser el rumbo de lo que será la sociedad israelí una vez que alcance a ejecutar, o no, la limpieza étnica.

Lo que está sucediendo, y lo que ahora pase, se convierte en el destino del proyecto de Israel.

El último estudio del Israel Democracy Institute reseña que es una mayoría en ascenso la que ahora considera más importante la liberación de los rehenes que “derrocar a Hamás”.

68%, frente a 25% que prioriza destruir a Hamás, en la liberación, y por lo tanto estaría a favor de algún tipo de acuerdo de cese al fuego.

Esto se da, según el estudio, dentro de un clima más pesimista respecto al futuro del mandato democrático, el futuro de la situación económica y el de la cohesión social. El optimismo es más alto respecto al futuro de la situación de seguridad.

Entre los que creen y los que están convencidos de que es imposible cumplir con ambos objetivos suman 49%, no obstante registrar el punto más alto en cuanto a la percepción de retorno de la vida individual a la normalidad.

Foto de portada: ex lider del Shin Bet, Ronen Bar, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

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