O sea, Türkiye se encontró con una situación inesperada de profunda inestabilidad en un país vecino de importancia geopolítica para su propia estabilidad y actuó en consecuencia, creando a su vez situaciones para producir un resultado acorde a sus proyectos más amplios. O más bien existe un interés geopolítico en Siria, pero ni la intervención desde el inicio de la “primavera siria”, ni la ofensiva final de este próximo pasado diciembre, eran parte de un plan (ni remoto), sino que fueron respuestas a circunstancias donde los factores externos fueron determinantes.
De hecho, hay dos elementos básicos a tener en cuenta. Uno que Türkiye desde la época de Kemal Ataturk en la década de 1920 se transformó en un estado laico y turco, o sea en un estado nación típico de occidente en ese periodo, alterando la pretensión imperial y ecuménica (califal) de los otomanos, tanto en lo interno como en lo externo. Por lo tanto, su influencia sobre otros países, fueran o no túrquicos o con minorías de esta etnia, era una relación internacional de afinidad o enfrentamiento guiado por la lógica de las RRII de un país que “miraba a occidente”, aunque con cierta desconfianza.
Segundo, la aparición de Erdoğan en la esfera de la conducción del estado turco expresó un cambio de sentido; como el que se ha vivido en todos los países musulmanes. La “islamización” de la política y la vida social. Cada país ha vivido ese proceso de diferentes formas, en Turquía esto expresó el avance de normas islámicas en la vida social, acorde a un país “más occidental” como Türkiye (al menos en ciertas importantes regiones). Pero también un cambio en la perspectiva del rol del estado turco en el mundo.
Erdoğan (sin romper con occidente, es miembro de la OTAN, y buscando mantener un delicado equilibrio) desarrolla en su país un proyecto de varias aristas. Uno “marítimo”, llamado “patria azul” (Mavi vatam), que orienta la intención de extender su soberanía directa, o dominio eminente sobre amplios espacios del mediterráneo oriental y en mar Negro[1]. Y desde esa base proyectarse a una amplia esfera de influencia o de tutelaje, que va desde Asia central a África, Balcanes, Cáucaso, el Mar Rojo etc.

Türkiye con esta doctrina como una de sus patas, ha extendido su presencia hacia Libia buscando un corredor marítimo que le dé continuidad económica y logística con Trípoli; ha afianzado su presencia en Chipre y confronta con Grecia por islas y aguas territoriales; ha extendido en forma muy sólida su influencia sobre Azerbaiyán proyectándose hacia el Caspio, y busca la continuidad territorial turca en guerra con Armenia y fuertes roces con Irán; se proyecta al Golfo pérsico a través de su aliado Qatar; ha incrementado su presencia en el mar Rojo y el Cuerno de África a nivel económico y militar acercándose a Somalia, etc.. Es evidente que este proyecto nacional turco cuenta con muchos adversarios en el medio, de los más diversos, y cada una de las áreas que señalamos tiene cualidades distintas dentro de la gran estrategia turca. Lo sorprendente es que, con una base material de potencia media, la influencia turca se asemeja a una gran potencia, veremos si ese esfuerzo no produce costos excesivos, por ahora es exitoso
Otro elemento que se señala de la “era Erdoğan” (veremos si es una era solo bajo un líder o si es una política nacional, “Proyecto nacional”, que ha venido para quedarse y extenderse toda una etapa histórica) es el “neo-otomanismo”. Una reivindicación del pasado Otomano, no solo como pasado sino como una etapa histórica que sirve como raíz y base para pesar el presente, y las RRII. Esta idea “imperial”, pero moderna, se basa en recuperar una unidad entre todos los pueblos de raíz Türkiye (recuperar o crear, ya que más allá de lo mítico, los turcos de Asia central nunca fueron otomanos), y de una comunidad con pueblos no turcos que se señala, vivieron en armonía y libertad en la era de esplendor del imperio (claramente los árabes). Así podemos ver la influencia, y más que esto, en amplios territorios que en muchos casos coinciden con el antiguo imperio. Pero que en realidad esta coincidencia es porque la “geopolítica manda” y como en el pasado, el área turca se proyecta a estos países, donde además hay fuertes minorías turcas, una historia común de varios cientos de años, o corrientes árabes simpatizantes de estas ideas.
Por último, lo que mencionábamos en un principio. La reorientación islámica de la política turca, tanto interna como externa. Como señalamos, la fuerza de Erdoğan y su islamismo es exitosa porque es parte de una ola en la que Türkiye encontró su expresión particular. Su afinidad o relación directa con el islamismo sunita es evidente, con los “Hermanos musulmanes” o sus herederos. Por ejemplo, lo fue en Egipto de los HM cuando esto tomaron en poder (ganaron las elecciones), Erdoğan manifestó su simpatía y solidaridad con el nuevo gobierno, como cuando poco después fue derribado por un golpe de estado, Türkiye se malquistó con Egipto, llegando a amenazas militares en la frontera libia. De la misma forma podemos ver la relación con Hamas o con sectores islamistas sunníes de la insurgencia siria. La política de Erdoğan de colocar a Türkiye como una potencia islámica protectora y difusora de valores culturales islámicos; como de apoyar a formaciones políticas de esa tendencia o que “riman” con la visión propuesta por Turquía es una pata también destacada de la política turca.
Como dato interesante del proyecto turco que encarna Erdoğan podemos tomarnos la tarea de ver algunas de las miniseries en la que el cine turco se esfuerza por difundir su mensaje, tanto como “pedagogía” de masas hacia el interior, como propaganda hacia el exterior. Si uno ve “Resurrección Ertogul” (sobre el fundador de la dinastía Otomana) o “El Sultán” (Sobre Suleiman en Magnífico) para mencionar solo el cine y solo algunas de las producciones muy amplias que se han realizado, es clara la visión social del pasado, el rol progresista de los Otomanos, si rol protector y de amistad con los demás pueblos, su islam correcto y devoto, una idea de organización social y familiar reivindicada, etc. Y especialmente la visión de un espacio geopolítico amplio. Hay actrices y actores turcos, que son turcos pero macedónicos, azeríes, sirios, etc.

Siria es indudablemente para los turcos un país donde sus intereses, tanto de proyección como de seguridad, son muy grandes. Básicamente dos cuestiones priman. Una el tema Kurdo que ya hemos mencionado reiteradamente y analizaremos en el siguiente apartado. Segundo, es la proyección inmediata sobre el levante con un país que dispone de minorías turcas o afines y que tuvo una historia que reivindicar o inventar, donde la presencia turca desde la llegada de los mismos a la región fue muy intensa.
En este sentido la relación entre Türkiye y Siria fue complicada durante la era Assad. Recordemos que Siria recién se independiza (y aparece como país en realidad) después de la segunda guerra mundial, con apenas 70 años de existencia. La mayoría de esos 70 años gobernados por los Assad, rivales de Türkiye. Ankara miembro de OTAN, Siria el más importante aliado de la URSS en la región. Pero debemos destacar cierta autonomía turca respecto de los occidentales, aun en sus peores momentos de occidentalización; como que el interés occidental en Türkiye era más bien de “cerco” a la URSS desde el sur, y los turcos eran vistos como cercanos a los alemanes en ambas guerras (en una fueron sus aliados combatientes y en la segunda neutrales hasta el final. Mientras que la Türkiye laica se desentendía parcialmente de los asuntos de Medio oriente.
Pero el cambio de situación en el mundo islámico con el retroceso de las corrientes nacionalistas laicas y la práctica desaparición de la izquierda (como ya mencionamos) y con el consecuente aumento de la fuerza de las alternativas islámicas; más una situación de transición en el mundo que permite a países de diverso tamaño llevar adelante políticas independientes, y en algunos casos pensar en proyectos nacionales que los coloquen como potencias en algún grado, de mayor o mediana envergadura; encontraron en Türkiye un liderazgo que parece haber tomado nota de ambas cuestiones.
Esto se relaciona para el caso sirio con la crisis y derrumbe del Estado a partir de la “primavera” árabe. Debemos recordar que el estado sirio solo se sostuvo con apoyo externo (Rusia, Irán, etc.), pero nunca recuperó las cualidades básicas de defensa exterior, seguridad interior, control territorial y fiscal pleno, etc. Dejo de ser reconocido como el poder legitimo por amplias capas de la sociedad. Allí Türkiye, dotada de la nueva ideología y proyecto, intervino.
La intervención fue y es integral: militar, económica, humanitaria, diplomática, cultural… Las principales razones esgrimidas (y reconocidas internacionalmente) son el problema Kurdo y la cuestión de los millones de refugiados sirios. Pero los objetivos son mucho más amplios. Es extender su frontera geopolítica sobre Siria. O si queremos decirlo, en otros términos: Que Siria sea parte de un espacio geopolítico en el que Türkiye es la rectora y se aliñe con ella.
En este sentido ha desplegado tres políticas. Una la militar, mediante las operaciones ofensivas directas sobre el territorio sirio y la creación del ELS (que ya presentamos). Otra la recepción y “administración” de refugiados y desplazados. Y tercero, la presencia directa y administración territorial con sus aspectos de gobierno civil e identitarios.

El primero de los aspectos tuvo sus expresiones de mayor envergadura con las operaciones “Escudo del Éufrates”, “Rama de Olivo” y “Fuente de Paz”. No nos extenderemos en cada una de las operaciones; pero señalamos que “Escudo del Éufrates” [2] (24 de agosto de 2016–29 de marzo de 2017); fue la primera intervención directa, contó con la participación de unos 350 hombres del ejército turco en fuerzas blindadas, fuerzas de comando e inteligencia, y la Fuerza aérea turca, con una intensa preparación artillera desde la frontera. A esto hay que sumar más unos 5000 miembros de los que será en poco tiempo en ENS (en esa poca aun ELS y algunos grupos islámicos independientes). Sufriendo varios cientos de bajas por ambos bandos (unas 70 turcas en una operación de emboscada a los tanques Leopard que fueron impactados lateralmente por armas antitanques del EI, que les causo muchas bajas).
La operación comienza luego de que los Kurdos y el FDS (Frente democrático sirio, apoyados por EEUU) arrebatan Manbij al EI y continúan su avance sobre la frontera turca. Es un combate a varias bandas. Los Kurdos y las FDS vs. el Estado Islámico vs. los turcos con sus milicias aliadas. La operación consigue ocupar una franja territorial de “seguridad” y frenar a los Kurdos y golpear al EI. EEUU apoya la operación contra el EI, pero señala a Türkiye que debe abstenerse de enfrentar a Kurdos y FDS. Sin embargo, mientras que las YPG aceptan un repliegue ante los turcos moderada, las milicias del FDS en Mambij sostienen el enfrentamiento.
La operación “Rama de Olivo” (19 de enero – 24 de marzo de 2018) se realizó sobre la región de Arfin, al inicio de la misma el gobierno declaraba «La Operación Rama Oliva, lanzada por las Fuerzas Armadas turcas en la región de Afrin, en el noroeste de Siria, con el fin de neutralizar a los terroristas pertenecientes al PKK/KCK/PYD-YPG y Daesh y para liberar al pueblo amigo y hermano de la región de su opresión y persecución” indicando que 72 aviones habían destruido 104 objetivos y que todo se hacía en el marco de las resoluciones del consejo de seguridad de Naciones Unidas sobre situaciones de terrorismo. Los enfrentamientos fueron duros y las fuerzas Kurdas resistieron con firmeza cambiando de manos varias veces algunas aldeas. Sin embargo, el ejército turco y las milicias sirias rebeldes aliadas del ENS arrebataron a las YPG la ciudad de Afrín, y la totalidad de la región nor-oeste para el 18 de marzo de 2018. Desde ese momento permanece en manos turcas hasta la actualidad, con administración civil en un intenso proceso de turquización. Debemos señalar que los turcos estaban convencidos del apoyo de la población ya que acompañaban su ofensiva con una intensa campaña de propaganda sobre la población local para que se revelaran contra la ocupación Kurda.
Los principales actores de esos momentos intentaron frenar a Turquía. EEUU y Francia (apoyos de los Kurdos y el FDS) “recomendaron a Erdoğan “retrasar” la operación. El presidente sirio Assad, condenó la incursión, diciendo: «La brutal agresión turca» contra Afrin fue parte de la política de Ankara de «apoyar el terrorismo» en Siria, repitiendo declaraciones similares anteriores y posteriores, y sin dudas pidiendo a sus aliados que intervengan. Rusia dijo estar preocupada por la noticia, pero en esta ocasión retiró a algunas de sus tropas con base en la zona para evitar choques con Türkiye. Señalando exigirá a Türkiye que detenga sus operaciones militares en la ONU; Irán se manifestó en forma similar.[3] Las bajas de la operación están sujetas a “niebla de guerra”: según el ejército turco, este sufrió 32 muertos y 183 heridos y causó unas 2000 bajas en los Kurdos y aliados. Según otras fuentes (OSDH, con sede en Londres) las bajas turcas incluyendo las del ENS se extienden a 600 y las kurdas disminuyen un poco, a unas 1700. Pero Turquía cumplió sus objetivos; “Desde el lanzamiento de la operación en enero. 20, el ejército turco y la ENS capturaron 112 lugares, incluyendo un centro de un distrito, 84 aldeas, 20 montañas y colinas estratégicas y una base de YPG”.[4]


La operación “Fuente de Paz” (9-17 de octubre de 2019) se inició para dar por terminado el plan turco de una “Zona de seguridad” a lo largo de la frontera, aunque esta vez las potencias se mostraron más activamente adversas, desde Rusia a los EEUU, y respaldaron a los Kurdos[5]. Lo cierto es que Erdoğan aprovechó el momento de que Trump había decidido retirar sus fuerzas de Siria, con la idea de que esto tendría como consecuencia un debilitamiento de las fuerzas Kurdas y del FDS. De hecho, estableció un diálogo con el líder norteamericano para que suspendiera la ayuda a sus protegidos y “dejara hacer” a las fuerzas turcas. Sin embargo, esto no implicó que cesara el apoyo y que la condena fuera más dura que en ocasiones anteriores. Además, esta vez sí Rusia, más implicada en Siria respondió a los llamamientos de Assad (y de los mismos kurdos que ante el posible abandono yanqui buscaron apoyo ruso) y atacó las columnas turcas. A partir de ese momento la ofensiva se detuvo, Rusia y Türkiye entraron en negociaciones siguiendo lo establecido en la reunión de Astaná. De la misma forma EEUU negoció la retirada de las YPG y el FDS de la sección de territorio tomado por Türkiye. Estableciéndose el statu quo que primó hasta diciembre del 2024, cuando los turcos consientes de la nueva situación internacional decidieron intentar (esta vez con un éxito superior al esperado) dar por terminado su plan para Siria.
Erdoğan había declarado ante la Séptima Cumbre del Consejo de Cooperación de Estados de Habla Turca (Consejo Túrquico) en Bakú que: «A partir de esta mañana, hemos liberado alrededor de 1.000 kilómetros cuadrados del área de ocupación del grupo terrorista separatista». Señaló además que Turquía tiene como objetivo despejar el área de terroristas desde Manbij, hasta la frontera iraquí-turca y proporcionar el reasentamiento voluntario de alrededor de 3 millones de sirios en su hogar. Básicamente la operación tenía la ambición de crear una amplia franja de unos 30 km a lo largo de toda la frontera eliminando el enclave kurdo clave de Kobane. Y crear una zona donde colocar a los refugiados sirios bajo su protección descomprimiendo la situación interna de su país. Según declaraciones del jefe del Pentágonos Mark Esper, las tropas turcas involucradas eran unos 15.000 hombres bien equipados (suponemos que en total incluyendo las fuerzas del ENS).
Debemos señalar que durante en 2020 también se lanzó una operación de cierta envergadura sobre el Kurdistán Iraquí la Operación “Garra de Tigre”. Allí Comandos turcos apoyados por la Fuerza Aérea, helicópteros de ataque, diferentes tipos de Drones de vigilancia y de ataque, fueron sobre bases Kurdas. Como vemos el conflicto se desarrolla sobre todo en territorios donde operan las fuerzas Kurdas, y las fronteras son difusas. Aunque es de destacar que el gobierno kurdo de Siria es más peligroso que el de Iraq, para Ankara., ya que el segundo está mucho más vinculado a clanes locales más fáciles de manejar.

Como vemos desde el 2016 al 2020 Turquía desarrolló una serie de campañas militares de relativo éxito, articuladas con la creación de fuerzas combatientes locales a su disposición o aliadas. Como entidades de mayor importancia tuvieron como exponentes resultantes al ENS y a HTS.
Türkiye estuvo estos años supervisando directamente los asuntos de HTS desde su formación (recordemos que es una evolución del Frente Al Nusra: Al Qaeda) intentando su absorción, con oficiales del ejército turco. (HTS, el ENS, las fuerzas del ejército turco, forman parte de una misma “sala de operaciones”). Además, el grupo recibió apoyo y entrenamiento en el manejo de armamento pesado turco en paralelo con las fuerzas del ENS. Aunque es de destacar que Türkiye solo realizó una amplia entrega de materiales a los orgánicos del ENS no a HTS; ya que HTS en un juego interesante mantuvo cierta independencia y de hecho la logró. En este sentido la política desarrollada por Ankara fue un gran éxito: logro ocupar una fracción de territorio y crear una fuerza combatiente de decenas de miles de hombres, además de crear una administración estatal en la zona. De hecho, como señalamos, en las regiones bajo su paraguas la moneda es la turca, la economía está completamente articulada a Türkiye y la educación es turca. Sin embargo, a pesar de inclusive ser parte del proceso que llevo a HTS al gobierno y ser más que un aliado, hoy, del gobierno sirio, Erdoğan no ha logrado terminar con el problema Kurdo en Siria. Las regiones al este del Éufrates siguen en manos de las YPG y resiste (por ahora) las ofensivas del ENS.

Ya analizamos en partes anteriores de este trabajo tanto la ofensiva que llevó a la toma de Damasco de HTS como la del ENS. HTS se ha hecho cargo del gobierno prácticamente en su totalidad: el gabinete 23 ministerios, 16 de HTS y 7 “independientes”, o sea de grupos que ya estaban trabajando en conjunto en el norte de Siria. Entre estos 23 hombres hay una mujer, Aisha al-Dibs quien (lo ponemos como ejemplo) efectuó sus primeras declaraciones que han sido atendidas en occidente en un canal que los turcos crearon en lengua árabe TRT arabic[6]. Las declaraciones de Dibs, una integrante independiente del gobierno, confirman la tendencia islamista del actual gabinete, como también que es el espacio mediático turco una de sus principales herramientas de difusión.
La hegemonía de HTS es total en el gobierno de transición. En general la transición desde el derrumbe de Assad a la asunción de los insurgentes, fue ordenada al menos en Damasco. Las autoridades del anterior gobierno permanecieron en sus puestos y transfirieron en regular orden el poder. Sin embargo, los sectores más vinculados a Assad se “esfumaron”, dejando provincias enteras a su suerte y especialmente abandonadas las guarniciones militares y el complejo de defensa. Lo que permitió que Israel (en una violación de cualquier norma internacional) aprovechara para atacar y destruir las instalaciones militares que tenía identificadas. Además, es claro que el paraguas SAM ruso había desaparecido, otra tarea que Türkiye deberá resolver.
El objetivo del nuevo gobierno es lograr la unidad completa de Siria. Desarmar o reducir a una sola formación militar a todas las fuerzas existentes (eso incluye a HTS y al ENS). Pero incluye particularmente a las YPG y al ELS. Es aquí donde la tarea del ENS se encuentra inconclusa: esa tarea es la principal política de Türkiye: eliminar el problema Kurdo que tiene como punto inicial eliminar la autonomía, casi independencia, de Rojaba y desarmar a las YPG.
Al momento de escribir de esta nota, Turquía es sin dudas la gran ganadora. La influencia rusa e iraní (distintas ambas no hay que olvidar) sobre Siria ha sido reemplazada por la turca. Aunque no podemos ignorar que Rusia no es enemiga de Israel e Irán sí, lo que puede permitir que los rusos cuenten con más posibilidades de continuar en Siria con menos ruido que Irán. Porque el nuevo gobierno pro-turco, no puede confrontar con Israel por ahora, aunque el régimen israelí haga gran esfuerzo en provocar (de hecho, atacó una columna de fuerzas del actual gobierno los días pasados). Aunque según sabemos los mismos iraníes negocian con HTS y especialmente con Türkiye un statu quo nuevo que les permita mantener una logística viable hacia Líbano y algún tipo de alerta temprana si hay un ataque israelí a su territorio (al menos eso sería lo lógico).
La diferencia respecto de Israel entre Irán y Rusia no es menor. No podemos saber hasta dónde llegará Türkiye y su capacidad de hacer de su éxito una estructura de poder estable. Pero sin dudas hoy Turquía ha extendido su “frontera geopolítica” a Siria, los próximos meses serán claves, si las promesas de una nueva constitución y un nuevo régimen se cumplen esto debería tener directa o indirectamente la presencia turca, no solo en la orientación, sino en la letra de las nuevas normas. Aunque la Siria de los mapas no es tal. Amplias zonas escapan al control del estado tal como ya escapaban con Assad.
Ciertamente Erdoğan se encuentra en negociaciones con Rusia, EEUU e Irán. Ha demostrado habilidad y flexibilidad. Tanto Irán como Hizbollah, se han retirado de Siria sin problemas. Rusia permanece y renegocia sus bases. EEUU negocia con Türkiye el destino de los Kurdos y de sus aliados. Los islamistas del EI reaparecen en el escenario. Israel opera como un desestabilizador de cualquier régimen que pueda tender a solidificarse. Türkiye amigo de Hamas y protectora de HTS ahora se encuentra en la frontera israelí, un enemigo difícil. Es una historia en pleno desarrollo. El futuro dirá. Solo adelantamos que Irán sigue presente en la región, su derrota en Líbano y su pérdida de Siria, no es algo que sea un impacto de largo plazo que la disminuya como potencia y actor regional de proyección mundial, aunque si es el corto plazo. Türkiye es un adversario para Israel más difícil de golpear al ser de OTAN y estar las “legitimando” internacionalmente en occidente (aunque eso puede cambiar). Sin embargo, es claramente más moderado al momento de “poner la carne en el asador” (como se ha visto, aunque Irán también tuvo límites frente a Israel).
La conclusión es sencilla: el proyecto turco de Erdoğan ha ganado unos casilleros.
Guillermo Martín Caviasca*. Doctor en Historia UBA / Autor de libros de historia sobre el movimiento obrero, historia militar y geopolítica / Experto en Defensa. Miembro del equipo de PIA Global
Foto de portada: Imagen de la ciudad de Estambul | iStock
Referencias:
[1] https://www.unav.edu/web/global-affairs/detalle/-/blogs/-mavi-vatam-la-doctrina-turca-de-la-patria-azul-3
[2] https://www.aa.com.tr/es/operaci%C3%B3n-fuente-de-paz/cuarto-aniversario-de-la-operaci%C3%B3n-escudo-del-%C3%A9ufrates-en-siria/1953337
[3] https://www.bbc.com/news/world-middle-east-42771469
[4] https://www.hurriyetdailynews.com/one-turkish-soldier-killed-in-syrias-afrin-127851
[5] https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/TA-9-2019-0049_ES.html ; https://www.swissinfo.ch/spa/turqu%C3%ADa-lanza-operaci%C3%B3n-militar-contra-fuerzas-kurdas-en-siria/45286030
[6] https://syrianobserver.com/syrian-actors/controversy-after-aisha-al-dibs-statements-on-role-of-syrian-women.html