El Líbano y la República de Chipre han vuelto a poner esta semana sobre la mesa el acuerdo para determinar los límites de la jurisdicción marítima, que se viene negociando desde 2017, pero que nunca se ha materializado debido a la postura firme de Turquía y a sus movimientos de política exterior en la región. Diversas especulaciones sobre su firma han llegado a los medios de comunicación internacionales.
Entonces, ¿puede realmente llevarse a cabo esta medida, que tiene el potencial de alterar por completo el equilibrio de poder en el Mediterráneo oriental y que se considera un paso crucial en términos de equilibrio y reparto energético tras las acciones de Turquía en Libia?
Según la información reflejada en la prensa internacional, Líbano está tratando de finalizar el acuerdo lo antes posible debido a la inestabilidad política interna y las crisis económicas que está experimentando, mientras que la Administración grecochipriota del sur de Chipre quiere firmar este acuerdo bajo la influencia de Israel y Grecia.
La información reflejada en la prensa internacional revela que las partes han logrado avances significativos en las últimas semanas, pero incluso si llegan a la fase de firma, siguen existiendo algunos desacuerdos entre las partes en relación con la delimitación de las zonas marítimas.
Esto se debe a que el trazado de la frontera oriental del Líbano, que ignora los derechos de Turquía y la República Turca del Norte de Chipre, podría desencadenar tensiones regionales, y la administración libanesa es consciente de que Turquía no permanecerá en silencio sobre esta cuestión.
Las elecciones en la República Turca del Norte de Chipre y sus repercusiones
Aunque inicialmente se describieron de otra manera, las recientes elecciones en la República Turca del Norte de Chipre demuestran que las políticas siguen estando determinadas por la garantía de Turquía y que en la isla gobierna una administración centrada en los intereses nacionales.
Aunque algunos círculos consideraron inicialmente los resultados electorales como una variable crítica en lo que respecta a la sensibilidad de los turcochipriotas respecto a la gobernanza de la isla, la jurisdicción marítima y los derechos energéticos, Turquía y la República Turca del Norte de Chipre siguen mostrando y seguirán mostrando una postura firme en la protección de sus derechos en el Mediterráneo oriental, especialmente en el marco de la doctrina de la Patria Azul.
En este contexto, cualquier posible acuerdo firmado entre el Líbano y la República de Chipre será considerado una violación de los derechos tanto por la República Turca del Norte de Chipre como por Turquía y será respondido con contramedidas claras.
El papel de Israel
Israel sigue actuando con el objetivo de optimizar los corredores energéticos del Mediterráneo oriental a su favor. Sin duda, Israel apoya un posible acuerdo entre el Líbano y Chipre, e incluso es probable que ejerza presión sobre Grecia y Chipre para que se produzca.
Israel quiere especialmente asegurarse las exportaciones de gas de los yacimientos de Leviatán y Tamar y, tras haber puesto sus miras en las reservas de la ZEE de Gaza tras dos años de guerra genocida, quiere que este acuerdo entre en vigor para poder transportar gas desde estas regiones a Europa.
Sin embargo, Israel es más consciente que nunca de que debe tener en cuenta la influencia militar y diplomática de Turquía en el Mediterráneo oriental.
De hecho, la presencia de Turquía en la Patria Azul afecta directamente a los objetivos de Israel, y al igual que Turquía hizo inviable anteriormente el proyecto EASTMED de ocho países, que ignoraba a Turquía, mediante sus acciones en Libia, estas medidas también son inviables.
Parece que Israel, aunque es probable que apoye la firma de un acuerdo entre el Líbano y la República de Chipre, también está dispuesto a arriesgarse a un conflicto, si es necesario, basándose en su experiencia previa.
Posibles medidas de Turquía
Si se firma este acuerdo, Turquía enviará primero notas diplomáticas al Líbano y a la República de Chipre en las que hará hincapié en sus derechos sobre las zonas de jurisdicción marítima.
Sin embargo, todos los actores implicados, desde Estados Unidos hasta Israel, y desde la Administración grecochipriota hasta Grecia, son ahora conscientes de que podría haber más.
Todos ellos saben que Turquía ya no es la Turquía de antaño y que, si es necesario, la Armada turca no permanecerá en silencio ante esta evolución, sino que tomará medidas disuasorias eficaces.
En tal situación, Turquía protegerá sus derechos internacionalmente reconocidos en la región en virtud de la Doctrina de la Patria Azul, al tiempo que creará una situación de facto acelerando las actividades conjuntas de exploración y explotación de hidrocarburos con la República Turca del Norte de Chipre, a la que hasta ahora ha considerado un factor de equilibrio.
Estas medidas crearán un entorno que permitirá a Turquía proteger sus derechos desde el punto de vista del derecho internacional y cambiar los equilibrios energéticos y de seguridad en el Mediterráneo oriental a su favor.
Esto se debe a que Turquía tomará medidas en la ONU a la luz de la realidad de que, de conformidad con el acuerdo de garantía de Zúrich firmado en 1959, no puede firmar unilateralmente ningún acuerdo sobre la isla de Chipre que no haya sido aprobado por Turquía, Grecia y el Reino Unido.
Conclusión
Todos estos acontecimientos revelan que un posible acuerdo de jurisdicción marítima entre el Líbano y la República de Chipre no tendría ninguna relevancia en el marco del derecho internacional en lo que respecta a la competencia energética y geopolítica en el Mediterráneo oriental.
La línea de la «patria azul» de Turquía, junto con las realidades recientes que ha establecido desde Libia hasta Siria, impide de hecho cualquier posible medida unilateral.
En consecuencia, Ankara posee tanto el derecho como el poder para contrarrestar este enfoque de hecho consumado mediante su diplomacia, el derecho internacional y su fuerza militar en la región.
*Adem Kılıç, politólogo y autor.
Artículo publicado originalmente en United World International (UWI).
Foto de portada: UWI.









 
									 
							 
							 
							 
							 
							