El ex Presidente ruso y Vicepresidente en ejercicio del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev, publicó un artículo en el sitio web del partido gobernante sobre cómo el Sur Global se está levantando contra el neocolonialismo. Este influyente funcionario hizo algunas observaciones en apoyo de su valoración, como la reciente renuncia de Argentina a un pacto con el Reino Unido y la retirada militar de Francia de África, esta última muy significativa.
Por lo tanto, el conflicto ucraniano puede verse en retrospectiva no sólo como la guerra por poderes entre la OTAN y Rusia en la que se ha transformado desde entonces, sino también como un punto de inflexión en las relaciones del Sur Global con los mil millones de oro del Occidente liderado por Estados Unidos. El Manifiesto Revolucionario Global del Presidente Vladimir Putin y el daño que Rusia causó a la unipolaridad el año pasado inspiraron a los países en desarrollo a levantarse finalmente contra sus antiguos colonizadores para liberarse por completo de los grilletes modernos de estos últimos.
Por tanto, la Nueva Guerra Fría está conduciendo realmente a la trifurcación de las Relaciones Internacionales entre los Mil Millones de Oro, la Entente China-Rusia y el Sur Global, el último de los cuales está mucho más estrechamente alineado con el segundo que con el primero. Los intereses nacionales objetivos de muchos Estados del Sur Global, como la India, avanzan más eficazmente si se equilibran hábilmente entre esos otros dos bloques, pero todos ellos tienen una visión del mundo mucho más cercana a la multipolar de Rusia y China que a la de Estados Unidos.
Todavía queda mucho camino por recorrer antes de que el neocolonialismo reciba el golpe mortal que merece, y esta forma indirecta de hegemonía siempre puede revivir en diferentes manifestaciones en el futuro, pero la tendencia a la que se refirió Medvédev es fundamental y está remodelando radicalmente las relaciones internacionales. La perspectiva del Sur Global sobre la transición sistémica mundial coincide con la de la Entente Chino-Rusa, no con la de los Mil Millones de Oro, lo que complica enormemente los planes de estos últimos.
Esto explica por qué ningún Estado del Sur Global ha seguido a Estados Unidos en la imposición de sanciones ilegales contra Rusia, lo que a su vez llevó al New York Times a admitir recientemente que esas sanciones fracasaron al igual que fracasaron también los esfuerzos de Estados Unidos por “aislar” a Rusia. El Billón de Oro dio por sentado que sus palancas neocoloniales de influencia sobre el Sur Global seguían siendo lo bastante poderosas como para permitir a ese bloque controlar indirectamente las políticas exteriores de esos países, lo que obviamente era una apreciación completamente errónea.
Sólo podrían haberla hecho los liberal-globalistas ideológicamente impulsados que controlan Occidente y están convencidos de su propia “supremacía”. Ningún actor racional, después de todo, habría hecho jamás esta suposición antes de provocar a Rusia para que iniciara su operación especial el año pasado. Cuestiones de tanta importancia como la postura que se espera adopten decenas de países ante el conflicto de mayor trascendencia geoestratégica desde la Segunda Guerra Mundial no deben dejarse nunca al azar por parte de los responsables políticos.
Al hacer suposiciones sobre cómo reaccionarían en lugar de tomar medidas por adelantado para asegurarse su apoyo a su guerra por poderes, el Billón de Oro cometió un grave error que aceleró la transición sistémica mundial hacia la multipolaridad. No sólo eso, sino que en lugar de limitarse a aceptar su decisión soberana de no sancionar y “aislar” a Rusia, Occidente cometió otro gran error al intentar castigarles por sus políticas pragmáticas y recordar así a todo el mundo el neocolonialismo.
Esto sirvió inadvertidamente para reforzar el encuadre de Rusia de su guerra por poderes con la OTAN como una lucha por la soberanía frente a la presión de ese bloque armado para que cediera unilateralmente en sus intereses nacionales objetivos. Los Estados del Sur Global sintieron una presión similar por parte de Occidente, de la que informaron sus medios de comunicación, comparativamente más libres, lo que dio lugar a un apoyo popular al valiente desafío de sus líderes a esas demandas de cambiar su postura hacia ese conflicto, así como el papel de Rusia en el mismo.
Aunque la mayor parte del Sur Global no está en contra de los Mil Millones de Oro per se, tampoco se conforma con seguir tolerando el neocolonialismo de ese bloque, de ahí que estos Estados se levanten en oposición a esas prácticas. Intuyeron que el momento actual es histórico después de que la operación especial de Rusia pusiera al descubierto los límites de la influencia occidental sobre el mundo en desarrollo, tras lo cual juzgaron acertadamente que ahora es el momento perfecto para romper los grilletes que le quedan a los Mil Millones de Oro y liberarse por completo.
*Andrew Korybko es analista de geopolítica y autor del libro Guerras híbridas. Revoluciones de colores y guerra no convencional.
Este artículo fue publicado por el autor en su newsletter korybko@substack.com.
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