El gobierno de Biden anunció el pasado miércoles que elaboraría una «Estrategia Nacional de Estados Unidos para Contrarrestar la Islamofobia», un anuncio que adquiere especial relevancia a la luz de las elevadas tensiones existentes en Estados Unidos en torno a la guerra entre Israel y Hamás.
«En Estados Unidos no hay lugar para el odio contra nadie. Punto», dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en un comunicado de prensa.
«Durante demasiado tiempo, los musulmanes en Estados Unidos, y aquellos percibidos como musulmanes, como los árabes y los sijs, han soportado un número desproporcionado de ataques alimentados por el odio y otros incidentes discriminatorios», lamentó.
La estrategia para combatir la islamofobia debe elaborarse conjuntamente con las comunidades afectadas, los activistas y los miembros del Congreso».
Jean-Pierre recordó en concreto el reciente asesinato «bárbaro» de un niño palestino-americano de seis años cerca de Chicago, un crimen racista según la justicia.
El gobierno estadounidense ya ha puesto en marcha un importante plan contra el antisemitismo.
La promesa de desarrollar también una estrategia contra la islamofobia no es nueva, pero el anuncio del miércoles se produce en un contexto muy específico.
La guerra desatada tras el ataque de Hamás y la posterior reacción de Israel contra la población civil en Gaza ha hecho temer a la comunidad musulmana de Estados Unidos un aumento de la hostilidad comparable al que siguió a los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Además, la respuesta del presidente estadounidense, Joe Biden, que viajó a Israel para prometer su apoyo inquebrantable al gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, recibió fuertes críticas de musulmanes y árabes estadounidenses.
En concreto, el demócrata de 80 años ha sido acusado de hacer la vista gorda ante el sufrimiento de los ciudadanos palestinos, que él defiende alabando sus esfuerzos por llevar ayuda humanitaria a Gaza y permitir las evacuaciones de civiles.
Una encuesta realizada por el Arab American Institute muestra que los votantes árabes estadounidenses se han alejado masivamente de Biden: el apoyo al presidente demócrata en este grupo de votantes ha caído del 59% en 2020 al 17% ahora.
Este artpiculo fue publicado por La Press.
FOTO DE PORTADA: San Diego Tribune.