Luego de cantar el himno nacional de Japón, unos 4.300 asistentes nacionales e internacionales guardaron un minuto de silencio por el exmandatario japonés.
Antes de la ceremonia, un grupo de miembros de las Fuerzas de Autodefensa dieron el último adiós al primer ministro mientras un vehículo que transportaba sus restos partía del hogar del político en el distrito de Shibuya de la capital, para ser recibidos más tarde por el actual primer ministro Fumio Kishida y otras personalidades en el pabellón donde se celebró el acto.
Una gran cantidad de personas se acercaron al lugar de celebración del funeral para rendir homenaje al ex primer ministro o unirse a las protestas contra la celebración del acto. Algunas autoridades de gobierno mencionaron la presencia de miles de manifestantes frente al parlamento de Japón, y las inmediaciones del pabellón Nippon Budōkan (el auditorio de artes marciales japonesas).
Durante la mañana, el Gobierno de Japón comenzó a aceptar ofrendas en un parque cercano al Nippon Budōkan por parte del público general que acudió a rendir homenaje al anterior líder japonés.
Antes de que se comenzaran a aceptar las ofrendas a las 10:00 a.m. ya había una cola de más de 500 metros en el lugar, por lo que el Gobierno permitió a los visitantes entregar las flores antes de lo planeado, a partir de las 9:30 a.m.
Fue la primera vez en 55 años que Japón celebró un funeral de Estado en honor a un ex primer ministro desde el de Yoshida Shigeru en 1967.
Abe Shinzō, que ocupó la jefatura de Gobierno en 2006-2007 y entre 2012 y 2020, fue asesinado mientras ofrecía un discurso de campaña en la ciudad de Nara el pasado 8 de julio, antes de las elecciones a la Cámara de Consejeros de Japón.
*Con información de Nippon.
Foto de portada: Reuters