Brasil y Angola iniciaron una nueva fase en su relación bilateral, con la firma de actas de cooperación en áreas como salud, educación, turismo, industria y ciencia y tecnología, así como expresiones enfáticas de la importancia de que los dos países trabajen en asociación.
La relación con Angola es «una política de Estado, independiente de las circunstancias», afirmó el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que inició el viernes (25) una visita de dos días al país.
Lula destacó la importancia de la ciencia y la tecnología en la ampliación de esta asociación y dijo también que Angola puede colaborar con Brasil en la preservación de los bosques tropicales y en la búsqueda de iniciativas de desarrollo sostenible, que hacen hincapié en la búsqueda de una transición energética que contamine menos el planeta.
«Este es un momento especial para Brasil», dijo el presidente. «Esto de la transición energética ya no es para el futuro, es para hoy. Por eso los necesitamos a ustedes, los científicos», dijo tras una ceremonia que marcó el relanzamiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y homenajeó a científicos.
«No se puede pensar en reducir las desigualdades sin desarrollar la ciencia. El desarrollo sostenible y el desarrollo científico van de la mano», afirmó Lula.
También afirmó que la investigación no puede «quedarse en el cajón una vez hecha». Y defendió que el trabajo científico debe convertirse en un bien colectivo para la sociedad.
«Era oscura»
Los discursos de los miembros de la delegación y del presidente Lula se refirieron a la administración del expresidente Jair Bolsonaro como una «era oscura» y destacaron medidas como la restitución de recursos para el FNDCT (Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico), recursos para universidades e institutos federales, entre otras medidas tomadas por la actual administración.
«Estamos reunidos aquí hoy para decir que no hay más oscurantismo, no más negacionismo, no más arrojar científicos al fuego», dijo Lula.
El presidente brasileño participó en varios actos en la capital angoleña, Luanda. Intercambió condecoraciones con el Presidente João Lourenço y subrayó su indignación ante el hambre, la desigualdad social y los prejuicios contra las mujeres.
Destacó la fuerza de Brasil como productor de alimentos, las inversiones brasileñas en Angola, y dijo que el diálogo con Angola volvería a priorizar las cuestiones regionales y multilaterales. También dijo que el continente africano necesita tener una mayor representación en los foros internacionales e invitó al Presidente João Lourenço a la cumbre del G20 de 2024, en Río de Janeiro, cuando Brasil presidirá el bloque, que reúne a las 19 mayores economías del mundo más la Unión Europea.
Assange
Durante la ceremonia de la firma, el profesor Renato Janine Ribeiro, presidente de la SBPC (Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia), aprovechó la ocasión para anunciar que entregaría al presidente Lula una petición solicitándole que conceda asilo político al activista y periodista Julian Assange, encarcelado en Londres y amenazado de extradición a Estados Unidos.
Asociación estratégica
Brasil y Angola son socios estratégicos desde 2010, lo que representa un punto importante en la agenda bilateral, ya que ha llevado la relación a otro nivel en diferentes aspectos, explica la profesora de Relaciones Internacionales Kamilla Raquel Rizzi, especializada en África Portuguesa y la CPLP y profesora de las Universidades Federales de Pampa y Santa María.
«Brasil fue el primer país en reconocer la independencia de Angola, en 1975, y este acto político ha repercutido en el progreso y la consolidación de las relaciones bilaterales, que desde entonces se han centrado en el comercio, las inversiones, la cooperación, la defensa y la geopolítica», explica Rizzi.
Según ella, actualmente hay siete proyectos de cooperación en curso. Se están debatiendo y planificando otros en los ámbitos de la salud, la educación, el medio ambiente, el geoprocesamiento, la geología, la energía, la urbanización y la seguridad pública. Y en 2022, el acuerdo de Defensa entre los dos países fue aprobado por el Senado brasileño, lo que ha proyectado un potencial adicional en esta área.
«Una importante acción brasileña en el país es el Programa de Desarrollo Regional del Valle del Cunene, una región del sur de Angola castigada por la sequía en los últimos años, donde Embrapa trabajará con el objetivo de ampliar el área cultivable de la agricultura local con técnicas de plantación e irrigación similares a las utilizadas en el Valle del Río São Francisco.»
Véase la lista de acuerdos de cooperación firmados:
1. acuerdo entre Angola y Brasil sobre el ejercicio de actividades remuneradas por dependientes de diplomáticos y militares que presten servicio en los países;
2. memorando de entendimiento entre los gobiernos de Angola y Brasil para la cooperación en el sector del turismo sostenible;
3. proyecto de cooperación entre los Ministerios de Salud de los países para el diagnóstico y tratamiento de la lepra;
4. memorándum de entendimiento sobre cooperación agrícola entre los Ministerios de Agricultura de Brasil y Angola
5. proyecto de cooperación «Escuela para Todos», para establecer la tercera fase del programa;
6. memorándum de apoyo a las micro y pequeñas empresas, firmado por el Sebrae con el instituto angoleño correspondiente
7. memorándum sobre la promoción de las exportaciones entre las agencias sectoriales de los dos países.
*Julio Adamor es periodista de Brasil de Fato, donde fue publicado originalmente este artículo.
FOTO DE PORTADA: Ricardo Stuckert.