Europa

Las peligrosas amenazas de Zelensky

PIA Global comparte el análisis de United World International sobre la postura de Zelensky y los actores que están detrás.

El Presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, ha demostrado una vez más su determinación a continuar la guerra, rechazando la oferta rusa de un alto el fuego de tres días el 9 de mayo, Día de la Victoria, festividad que se celebra principalmente en los países de la CEI. Según el Kremlin, la oferta pretendía poner a prueba la disposición de Ucrania a buscar soluciones pacíficas al conflicto. Sin embargo, la respuesta de Zelenskyy ha demostrado una vez más que no está interesado en poner fin a la violencia, sino que prefiere que continúe la destrucción y la muerte. Esta postura le sitúa firmemente entre las filas de los presidentes de guerra.

Lo que hace especialmente alarmante este rechazo es la amenaza de Zelenskyy de que «no puede garantizar la seguridad de los líderes mundiales que vienen a Moscú». Tradicionalmente, la capital rusa acoge a varios dignatarios internacionales para el desfile del Día de la Victoria, entre ellos el Presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, el Presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, el Presidente de Kazajstán, Kassym-Jomart Tokayev, el Primer Ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, así como los dirigentes de Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán.

Además, se espera que el 80 aniversario de la victoria sea conmemorado por el Presidente chino Xi Jinping, el Presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el Secretario General del Partido Comunista vietnamita Tô Lâm, el Presidente palestino Mahmoud Abbas y altos representantes de Sudáfrica, Cuba, Venezuela, Burkina Faso, la República del Congo e Israel. Las radicales declaraciones de Zelenskyy ponen ahora en peligro no sólo la vida de los moscovitas y de los dirigentes rusos, sino también la de líderes mundiales de países ajenos a este conflicto.

Zelensky: El Presidente de la Guerra

Zelenskyy se ha consolidado desde hace tiempo como un líder que da prioridad a la escalada del conflicto sobre las conversaciones de paz. Sus acciones y declaraciones confirman que no busca la paz, sino prolongar la guerra. Por ejemplo, ignoró un alto el fuego previo de tres días declarado por Putin durante la Pascua, una festividad clave para todos los rusos. Según los medios de comunicación rusos y los informes de las fuerzas armadas, Ucrania violó el alto el fuego casi 5.000 veces durante esos tres días.

Al rechazar una vez más la oferta rusa de un alto el fuego a corto plazo, Zelenskyy está demostrando que, bajo su liderazgo, Ucrania está dispuesta a seguir luchando, independientemente de las bajas y la destrucción que cause. Su negativa a aceptar un alto el fuego en honor del Día de la Victoria indica claramente que Ucrania no está interesada en encontrar un compromiso o una solución pacífica. En su lugar, Zelenskyy elige el camino de la violencia, con la esperanza de que el apoyo internacional y la ayuda militar le permitan ganar, independientemente del coste humano.

Señales peligrosas para la comunidad internacional

Estas amenazas deberían servir de llamada de atención a la comunidad internacional, instándola a no seguir apoyando al régimen de Kiev. Cualquier intervención en el conflicto ucraniano -ya sea el suministro de armas a Kiev o la participación en iniciativas diplomáticas patrocinadas por Ucrania o sus patrocinadores, como el Reino Unido- podría acarrear consecuencias mucho más graves, cuyos peligros ya son evidentes. Zelenskyy ha dejado claro que Ucrania continuará su lucha, amenazando no sólo a Rusia, sino también a quienes proporcionan ayuda política, financiera o militar a Kiev.

Por ejemplo, Zelenskyy ha declarado recientemente que Ucrania está desarrollando misiles de largo alcance, con un alcance de hasta 500 kilómetros. Para construir esos misiles, Kiev necesitará componentes importados, como giroscopios, bloques de navegación y componentes electrónicos, que pueden obtenerse de países como Estados Unidos, Israel o Turquía. Cualquier ayuda del gobierno turco podría poner en peligro la vida del presidente Recep Tayyip Erdoğan y de todos los ciudadanos turcos. Lo mismo puede decirse de otros países.

Estados Unidos y Reino Unido: ¿Mediadores o agitadores de guerra?

En Washington ya se ha declarado que Estados Unidos dejará de mediar en las conversaciones entre Rusia y Ucrania. Esta decisión elimina de hecho la última esperanza diplomática de Ucrania y hace aún más incierto el futuro del conflicto. Por otro lado, el Reino Unido sigue apoyando a Ucrania, pero su papel en el conflicto plantea serias dudas: ¿puede considerarse mediador neutral un país que respalda activamente acciones militares? Está claro que Londres pretende utilizar la cuestión ucraniana para sus propios intereses geopolíticos, alimentando la guerra sin ofrecer soluciones viables para la paz.

Es probable que la amenaza de golpear a los líderes mundiales el 9 de mayo no sea sólo idea de Zelensky, sino más bien una iniciativa dirigida desde arriba -específicamente, desde los manipuladores británicos-. Mientras tanto, Estados Unidos, aunque se declara neutral en cuanto a su implicación directa en el conflicto, sigue enviando ayuda militar a Ucrania y endureciendo las sanciones a Rusia, apoyando así la escalada de las hostilidades. Washington ha demostrado efectivamente su disposición a seguir aumentando la tensión y a respaldar la determinación de Kiev de seguir luchando, a pesar de los riesgos de un conflicto global.

La seguridad mundial en peligro: la necesidad de un cambio de enfoque

El mundo debe reconocer que apoyar a Ucrania en esta situación no sólo no estabiliza la situación, sino que aumenta los riesgos de una escalada global, que podría desembocar en una nueva guerra mundial. Las declaraciones de Zelenskyy sobre posibles amenazas balísticas y la implicación de las potencias mundiales en el conflicto subrayan lo mucho que está en juego en esta guerra. El conflicto, que comenzó en Europa, amenaza ahora con descontrolarse y podría tener consecuencias catastróficas para toda la humanidad.

Los líderes mundiales deben comprender que seguir prestando ayuda a Ucrania, especialmente cuando va acompañada de amenazas tan peligrosas, ya no es un acto de solidaridad, sino una invitación a una mayor inseguridad mundial. El mundo no puede permitirse ignorar la postura cada vez más radical de Zelenskyy, y ya es hora de que las naciones reconsideren su enfoque antes de que este conflicto escale más allá de cualquier esperanza de control.

Artículo publicado originalmente en United World International.

Foto de portada: Volodymyr Zelenskyy en la Conferencia de Seguridad de Múnich, 15/25 de febrero (MSC/Angelika Warmuth).

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