Asia

La visita de To Lam a Corea del Sur refleja de la complejidad estratégica en Asia

Por PIA Global*- La visita de Estado del líder vietnamita To Lam a Corea del Sur, celebrada esta semana, ha dejado al descubierto no solo la creciente importancia de la relación bilateral, sino también la compleja red de intereses y equilibrios que define hoy el escenario asiático.

En un contexto marcado por la rivalidad estratégica entre Estados Unidos y China, y por la creciente presión económica derivada de las políticas comerciales de Washington, Seúl y Hanoi han demostrado que su cooperación va mucho más allá de las cifras comerciales.

Durante los cuatro días de encuentros, el presidente surcoreano Lee Jae-myung y To Lam sellaron el compromiso de elevar el comercio bilateral a 150.000 millones de dólares para 2030, un salto notable respecto a los actuales 86.800 millones.

Esta meta no es solo un objetivo económico, sino un mensaje político: Corea del Sur y Vietnam pretenden reforzar su resiliencia frente a un entorno internacional cada vez más incierto, donde las grandes potencias utilizan las cadenas de suministro, las tecnologías críticas y los aranceles como instrumentos de presión.

Corea del Sur ha invertido fuertemente en Vietnam, con alrededor de 10.000 empresas operando en su territorio y un flujo de inversión acumulada que supera los 92.500 millones de dólares.

Este capital ha impulsado la industrialización vietnamita, pero también ha generado una interdependencia estratégica: para Seúl, Vietnam es ya su tercer socio comercial y un nodo clave en la diversificación de su economía, mientras que para Hanoi, Corea representa un socio tecnológico y financiero capaz de acelerar su modernización.

El desarrollo conjunto de la industria de semiconductores fue señalado como prioridad, así como la formación de talento vietnamita en áreas de frontera como inteligencia artificial, biotecnología y construcción naval. Esta apuesta refleja la intención de ambos países de posicionarse en sectores estratégicos, reduciendo la vulnerabilidad ante posibles restricciones tecnológicas impuestas por actores externos.

La visita produjo la firma de 10 memorandos de entendimiento, abarcando cooperación en energía nuclear y renovable, innovación científica, política financiera y acuerdos que podrían sentar las bases para una colaboración más estrecha en materia de defensa.

Aunque todavía en una fase exploratoria, no se descarta que Vietnam y Corea del Sur profundicen en el comercio de armamento y en la cooperación industrial militar, especialmente considerando que Hanoi busca diversificar sus proveedores para no depender excesivamente de Rusia ni quedar condicionado por China.

Sin embargo, este acercamiento no está exento de riesgos. La administración de Lee Jae-myung parece decidida a impulsar su “política hacia la ASEAN”, pero con un cálculo cuidadoso: expandir la cooperación económica y de seguridad sin provocar una respuesta adversa de Beijing.

Para Vietnam, el equilibrio es aún más delicado, ya que su vecindad con China y sus disputas en el Mar de China Meridional exigen mantener abiertos los canales diplomáticos con Pekín mientras fortalece sus vínculos con potencias que puedan ofrecer un contrapeso.

En este tablero, la presión comercial de Estados Unidos añade una capa adicional de complejidad. Washington impuso recientemente un arancel del 15% a productos surcoreanos y del 20% a exportaciones vietnamitas, una medida que no solo impacta las economías de ambos países, sino que refuerza la percepción de que la seguridad económica regional requiere reducir la dependencia de un único mercado.

La visita de To Lam a Corea del Sur, por tanto, no debe leerse únicamente como un gesto diplomático o un acuerdo comercial más. Es una manifestación de la manera en que dos economías emergentes de Asia están tejiendo alianzas para resistir las turbulencias de un orden internacional en transformación, en el que la geopolítica y la economía se entrelazan de forma inseparable.

Tanto Hanoi como Seúl parecen entender que, en un escenario donde las superpotencias compiten por la influencia, la cooperación estratégica entre países intermedios puede ser la mejor garantía de estabilidad y desarrollo.

*Foto de la portada: Reuters

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