Análisis del equipo de PIA Global Asia - Asia Pacifico

La Cumbre de la OCS+ en Astana un hito del mundo multipolar

Escrito Por Tadeo Casteglione

Por Tadeo Casteglione*. – La reciente cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) celebrada en Astana ha marcado un momento crucial en la evolución de esta influyente alianza regional la cual demuestra nuevamente que toda organización regional tiene su clara proyección mundial.

Durante el evento, se lograron varios objetivos de gran importancia, entre ellos la inclusión de Belarús como estado miembro, lo que subraya el creciente interés global en los valores y principios fundamentales que promueve la OCS y también incluye el fortalecimiento de un mundo multipolar.

La Ampliación de la OCS: Belarús como Nuevo Miembro

La incorporación de Belarús a la OCS representa un paso significativo hacia la expansión de la organización, consolidándola como una de las mayores y más autorizadas agrupaciones regionales en el mundo en materia de cooperación y seguridad.

El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, expresó el orgullo de su país por unirse a la OCS y afirmó que Belarús fortalecerá el “Espíritu de Shanghái” de la organización, basado en los principios de respeto mutuo, igualdad y solidaridad.

Belarús y otros aspirantes son atraídos a la OCS por motivos que van más allá de los meros intereses económicos. Desde su establecimiento en 2001, este organismo multilateral se ha convertido en una plataforma esencial para promover la justicia y la igualdad, así como la seguridad y el desarrollo inclusivo en las relaciones internacionales.

Además, es de destacar que la OCS se fundó a principios de siglo, cuando aún no se habían resuelto los enfrentamientos y las divisiones que dejó la Guerra Fría, el presidente chino Xi Jinping dijo en Astaná que los miembros fundadores de la OCS tomaron la decisión histórica de perseguir un desarrollo pacífico, comprometerse con la buena vecindad y la amistad, y construir un nuevo tipo de relaciones internacionales.

La OCS ha resistido la prueba del cambiante panorama internacional, cuya causa radica en el hecho de que los miembros de la OCS siguen comprometidos con la buena tradición de solidaridad y coordinación, la forma de cooperación caracterizada por la igualdad y el beneficio mutuo, la búsqueda del valor de la equidad y la justicia, y la amplitud de miras de la inclusión y el aprendizaje mutuo, dijo el presidente chino Xi Jinping al asistir a la 24ª cumbre de la OCS.

Esta expansión refleja el compromiso de la OCS con la promoción de la soberanía política independiente y el deseo de buscar soluciones colectivas a los problemas globales junto con otros países. La inclusión de nuevos miembros fortalece la capacidad de la organización para abordar desafíos comunes y promover la cooperación en múltiples áreas.

Compromiso con la Soberanía y el Desarrollo Independiente

Uno de los pilares fundamentales de la OCS es el respeto por el derecho inalienable de cada estado a elegir su propio modelo de desarrollo. Esta postura ha sido clave para atraer a diversos países que comparten estos valores y buscan defender sus derechos e intereses en un mundo cada vez más multipolar.

La OCS se ha comprometido desde su fundación en 2001 a fomentar un entorno de seguridad y confianza en la región euroasiática, promoviendo el diálogo multilateral como base para la paz y el desarrollo soberano de cada país miembro.

En un contexto internacional marcado por transformaciones fundamentales en la política y la economía, la cooperación multilateral se ha vuelto esencial. La OCS que contiene aproximadamente la mitad de la población mundial, junto con un tercio del producto bruto global, un poderoso potencial intelectual y tecnológico, y una parte significativa de los recursos naturales del mundo, se posiciona como un nuevo centro de poder en un mundo multipolar.

Este enfoque se basa en un entendimiento compartido de los diversos desafíos y amenazas entre los países miembros, es necesario comprender que la OCS enfatiza la importancia de desarrollar enfoques colaborativos y respuestas conjuntas a las situaciones complejas que puedan surgir en el escenario internacional.

El sistema internacional con la Organización de las Naciones Unidas como núcleo está enfrentando múltiples amenazas y desafíos sin precedentes en la historia moderna, por lo cual la iniciativa emitida en la cumbre de la OCS en Astaná que pide solidaridad entre los países para promover la justicia, la armonía y el desarrollo mundiales, es de suma importancia.

La OCS, señaló que está firmemente comprometida a aprovechar plenamente el papel coordinador central de la Organización de las Naciones Unidas, apoyar las normas de derecho internacional universalmente reconocidas y construir un sistema mundial multipolar más representativo, más justo y más democrático, en el que todos los países, independientemente de su ubicación geográfica, tamaño territorial o estructura política, económica y social, tengan acceso equitativo a oportunidades de desarrollo.

La promesa de la OCS de promover la multipolaridad se produce en un momento en el que algunos países de Occidente están intentando difundir la narrativa de un “orden mundial basado en reglas” el cual sola ha traído un mundo de control unipolar con predominio de los intereses anglosajones e impuesto a base de extorsión, invasiones y medidas coercitivas unilaterales que ahogan a los pueblos libres del mundo.

La organización en este aspecto desempeña un papel activo en la promoción de la paz, la seguridad y el desarrollo, siendo una plataforma vital para el diálogo y la cooperación en una variedad de áreas.

Logros de la Cumbre y Perspectivas Futuras

Durante la cumbre de Astana, los líderes de la OCS reafirmaron su compromiso con los valores y objetivos de la organización, destacando la importancia de tener en cuenta las opiniones y puntos de vista de todos los socios. Se enfatizó la relevancia del multipolarismo y el diálogo en la agenda de la OCS, reflejando la esencia de lo que la organización ha defendido desde su creación.

En un mundo donde cada vez más estados están dispuestos a defender sus derechos e intereses legales, la OCS se erige como un actor clave en la configuración de un futuro basado en la cooperación y el respeto mutuo.

En la cumbre se aprobaron más de 20 documentos, entre ellos la Declaración de Astaná, la Iniciativa de la OCS sobre Solidaridad entre Países para Promover la Justicia, la Armonía y el Desarrollo Mundiales, y la Declaración de la OCS sobre los Principios de Buena Vecindad, Confianza Mutua y Asociación. En particular, la Declaración de Astaná subraya la importancia de adherirse al espíritu de Shanghái y reafirma el compromiso de construir un nuevo tipo de relaciones internacionales y la comunidad de futuro compartido de la humanidad.

Esta declaración refleja la aspiración común de los Estados miembros de la OCS de fortalecer la solidaridad y la colaboración, y envía una señal positiva de que la OCS asume las misiones de los tiempos con coraje, hace frente de forma mancomunada a los riesgos y desafíos, e impulsa conjuntamente la seguridad y el desarrollo.

Además, se ha aprobado un programa de cooperación para combatir el terrorismo, el separatismo y el extremismo para el periodo 2025-2027, así como la estrategia antinarcóticos de la OCS para los años 2024-2029 y su correspondiente programa de trabajo para su implementación.

Los Estados miembros, como parte del desarrollo ulterior de las actividades de la Estructura Regional Antiterrorista (RATS) de la OCS, adoptaron el Programa de Cooperación de los Estados miembros de la OCS en la lucha contra el terrorismo, el separatismo y el extremismo destinado a aumentar aún más la eficacia y fortalecer la lucha contra las fuerzas de los “tres males”.

Los Estados miembros continuarán con acciones conjuntas destinadas a fortalecer el perfil antiterrorista de la OCS, incluso mediante ejercicios conjuntos antiterroristas y de puestos de mando, así como un seguimiento constante de la situación en la región a través de los RATS de la OCS.

También se ha ratificado la estrategia para desarrollar la cooperación en el sector energético hasta 2030, el plan de acción para aplicar la estrategia de desarrollo económico de la OCS hasta 2030 y los mecanismos de apoyo financiero a las actividades de la Organización.

Estos acuerdos firmados por la OCS hasta el 2030, prácticamente se pueden interpretar como un mecanismo soberano por parte de esta organización para fijar sus propias metas respetando el desarrollo de sus propios miembros en una especie de nuevos paradigmas por fuera de los mal llamados “objetivos de desarrollo sostenible” de la ONU enmarcados en su agenda 2030, de  esta manera desde la OCS se rectifica la decisión soberana de que el desarrollo justo de los países no debe ser impuesto ni limitado por potencias extranjeras occidentales que se beneficiaron durante mucho tiempo del continuo abuso y saqueo de los recursos de los demás países. 

Una organización que no se detiene

La cumbre de la OCS en Astaná no solo celebró la expansión de la organización con la inclusión de Bielorrusia, sino que también reafirmó el compromiso de sus miembros con la soberanía, el desarrollo independiente y la cooperación multilateral.

En un escenario global cada vez más complejo y multipolar, la OCS continúa consolidándose como una plataforma esencial para la promoción de la paz, la seguridad y el desarrollo sostenible en la región euroasiática y más allá. La ampliación de la organización y su enfoque en el diálogo multilateral son testimonio de su relevancia y autoridad en el panorama internacional actual.

La magnitud de la OCS impresiona con la mera mención de sus miembros y su envergadura. No es para menos. Entre sus miembros plenos se encuentran China, Rusia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán, India, Pakistán, Irán con la reciente incorporación de Belarús, que, hasta ahora, al igual que Afganistán y Mongolia, tenía el estatus de observador.

Además, la OCS cuenta con “socios para el diálogo” como Armenia, Azerbaiyán, Camboya, Nepal, Sri Lanka, Birmania, Maldivas, Turquía, Baréin, Egipto, Kuwait, Qatar, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.

Por lo cual la OCS con su masividad tiene indudablemente una significativa y justa representación de Oriente Medio, Eurasia y Asia. Esta impresionante organización impulsa declaraciones que dan a entender que existe una nueva realidad geopolítica global en donde China, Rusia y otros miembros dan énfasis en el emergente orden multipolar y el papel de la OCS como una herramienta para desafiar la hegemonía de Estados Unidos y sus aliados occidentales. 

En medio de la cumbre y la firma de los diversos acuerdos se destacan las palabras del presidente chino Xi Jinping que mencionó respecto a la importancia de estos acuerdos, “la clave es tener la sabiduría para ver los cambios, la capacidad para abordarlos y el coraje para realizar cambios”

En su discurso final Xi Jinping citó un refrán chino que dice: “La victoria está asegurada cuando las personas unen sus fuerzas; El éxito está asegurado cuando la gente se une”. La OCS debe su éxito a la solidaridad y la cooperación a lo largo de los años. Naturalmente, esta también es la forma inevitable de responder al mundo cambiante y abrir nuevos horizontes en el nuevo viaje que se tiene por delante.

Ante los desafíos internacionales modernos, la importancia de la OCS sólo crece y ofrece a los países miembros una plataforma para la cooperación y la interacción en favor de los intereses de desarrollo sostenible y coexistencia pacífica, añadió.

Tadeo Casteglione* Experto en Relaciones Internacionales y Experto en Análisis de Conflictos Internacionales, Diplomado en Geopolítica por la ESADE, Diplomado en Historia de Rusia y Geografía histórica rusa por la Universidad Estatal de Tomsk. Miembro del equipo de PIA Global

Foto de portada: prensa-latina.cu/

Acerca del autor

Tadeo Casteglione

Diplomado en Geopolítica por la ESADE, Diplomado en Historia de Rusia y Geografía histórica rusa por la Universidad Estatal de Tomsk. Experto en Relaciones Internacionales y Experto en Análisis de Conflictos Internacionales.

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