Una semana intensa para la región de Asia y el Pacífico luego de las cumbres de La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), el Grupo de los veinte (G20) y el cierre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
Los países que integran el APEC son Australia, Brunéi, Canadá, Chile, China, Hong Kong, Indonesia, Japón, Corea del Sur, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Perú, Filipinas, Rusia, Singapur, Taiwán, Tailandia, Estados Unidos y Vietnam.
El foro APEC fue creado en 1989, estas 21 economías que forman parte del espacio son de la Cuenca del Pacífico y representan aproximadamente la mitad del comercio mundial y más del 60% del Producto Bruto Interno (PBI) del mundo. En esta oportunidad, la reunión se realizó en Bangkok, Tailandia, con la idea de promover el desarrollo sostenible y facilitar el comercio y la inversión en la región.
Este encuentro tuvo varias ausencias: El mandatario norteamericano, Joe Biden; el ruso, Vladímir Putin, así como sus homólogos de Perú, Pedro Castillo; y de México, Andrés Manuel López Obrador. En lugar de Biden, participó la vicepresidenta Kamala Harris, las otras ausencias no contaron con representantes.
La presencia de Harris le bajó los humos a las pretensiones estadounidenses en el Pacífico. El G20 contó con más presencia occidental y los temas urgentes para los países de Asia (y el sur global) como la emergencia energética y alimentaria quedaron relegados a un segundo plano.
El Grupo de los Veinte resultó un escenario complejo para las conversaciones económicas que los países asiáticos se propusieron para tratar. La reunión giró en torno (otra vez) a denostar a Rusia y a hablar como tema principal sobre la guerra en Ucrania cuando el organismo no se trata de eso. Se podría afirmar, que por presión, terminó ganando Occidente.
En la declaración conjunta en Indonesia, los miembros se centraron en condenar la guerra en Ucrania y sobre todo, el papel de Rusia. En ese documento agregaron, además, que reconocían que “el G20 no es el foro para resolver problemas de seguridad” y remarcaron, “que los problemas de seguridad pueden tener consecuencias significativas para la economía global”.
No obstante, el G20 no tuvo un único discurso, el mandatario chino manifestó que “trazar líneas ideológicas o promover políticas de grupo y confrontación de bloques no solo dividirá al mundo sino que, obstaculizará el desarrollo global y el progreso humano”, en referencia al tema principal de la cumbre, sobre todo porque China es un aliado estratégico de Rusia y porque además, al gigante asiático le interesa la cuestión económica en estos foros y no imponer una agenda ideológica.
Xi en la cumbre APEC
A diferencia del G20, en el foro APEC pudo verse a un Xi Jinping más sólido, sobre todo porque la ausencia de Joe Biden le facilitó al mandatario chino imponer una idea regional propia.
Existen varias diferencias entre las primeras dos potencias mundiales cuando se trata de la región, incluso en cuestiones geográficas. Cuando Estados Unidos menciona el Indo-pacífico también incluye a la India y sus respectivos mares, por el contrario, Xi en esta oportunidad mencionó a Asia-Pacífico que es la característica correcta para hablar de dicha zona geográfica donde China, además, tiene gran parte de sus relaciones comerciales.
De hecho, Xi comenzó el discurso de APEC apuntando a los países de la región, remarcó que están viviendo “un momento marcado por la prolongada propagación de COVID-19, los desafíos de todo tipo afrontados por la recuperación económica mundial, el alza del unilateralismo y el proteccionismo, los impactos en las cadenas industriales y de suministro globales, y las cuestiones tan severas como complejas como la inflación y la seguridad alimentaria y energética”.
Por otro lado, el mandatario chino puso especial énfasis en defender el verdadero multilateralismo y preservar el sistema de comercio multilateral. «Permanecer comprometido con los beneficios para todos, lograr el beneficio mutuo, adherirse a la apertura y la cooperación regional y promover conjuntamente la prosperidad en Asia-Pacífico», sostuvo.
Xi Jinping cerró su discurso diciendo que China está dispuesta a convivir pacíficamente y desarrollarse junto con los demás países sobre la base del respeto mutuo, la igualdad y los beneficios recíprocos. Y agregó “Vamos a persistir en aplicar una apertura al exterior de mayor alcance, extensión y profundidad, seguir el camino chino hacia la modernización, construir nuevos sistemas para una economía abierta de nivel más alto y seguir compartiendo con el mundo, y sobre todo con Asia-Pacífico, las oportunidades del desarrollo de China”.
Una ganancia del foro APEC fue que el tema de la guerra en Ucrania no fue lo principal, debido a la poca participación de países occidentales en dicho organismo, de hecho la declaración conjunta sostiene en casi todas sus páginas la importancia del avance de la agenda de sostenibilidad de manera integral y ambiciosa. Por otro lado, habla del desarrollo de APEC hacia un futuro: fuerte, equilibrado, seguro, sostenible e inclusivo.
Finalmente, Xi se fortaleció como líder en la región de Asia Pacífico, por lo menos en materia económica y a diferencia del G20 pudo imponer una agenda propia. La próxima cumbre APEC será en Estados Unidos, como si faltara algo para sumar tensiones a las dos principales potencias mundiales. Por lo menos hoy, Xi Jinping se fue conforme de Bangkok.
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