Norte América

Crece el hambre en Canadá

Por PIA Global –
Más canadienses que nunca se ven obligados a recurrir a los bancos de alimentos para evitar el hambre.

La ministra de Finanzas de Canadá, Chrystia Freeland, sugirió que los canadienses podrían cancelar sus suscripciones de 13,99 dólares al mes a Disney Plus: «Sólo ahorramos 13,99 dólares al mes, pero todo ayuda. Creo que debo adoptar exactamente el mismo enfoque con las finanzas del Gobierno federal, porque es el dinero de los canadienses». El comentario provocó una merecida reacción y fue rápidamente retirado.

No obstante, la declaración es una muestra de la idea que impulsa cada vez más gobiernos de Canadá. Los datos de los últimos meses indican que cada vez son más los canadienses que sufren estrés financiero y dificultades económicas agudas. En un país rico como Canadá, el número de personas que pasan hambre es menos habitual, si es que se tiene en cuenta.

Según un nuevo informe que acaba de publicar Feed Ontario (una coalición de bancos de alimentos y organizaciones comunitarias de la provincia más grande y poblada de Canadá), un número sin precedentes de ontarianos se ven obligados a recurrir a los bancos de alimentos, muchos de ellos con pleno empleo. En una población de unos quince millones de habitantes, casi seiscientos mil adultos y niños se vieron obligados a acudir a un banco de alimentos entre el 1 de abril de 2021 y el 31 de marzo de 2022. Según Feed Ontario, que realiza un seguimiento continuo de los datos, esta cifra representa un aumento del 15% en los últimos tres años.

Sin embargo, estas cifras subestiman la realidad. Ello se debe a que el número bruto de visitas a los bancos de alimentos -4.353.000 en el mismo periodo- representa en realidad un aumento del 42% en los últimos tres años. El número de personas empleadas que acceden a los bancos de alimentos también se ha casi duplicado, mientras que una de cada tres visitas a un banco de alimentos ha sido de personas que acudían a uno por primera vez.

Tanto las presiones económicas de la pandemia como los recientes repuntes de la inflación -por no hablar de la subida desenfrenada de los precios por parte de las cadenas de supermercados- son claramente parte de la historia, pero los resultados sugieren que el hambre ya era un problema creciente antes de que el coronavirus golpeara en marzo de 2020. En los dos años anteriores, el uso de los bancos de alimentos entre las personas empleadas ya había aumentado un 27%, y desde entonces no ha hecho más que empeorar. Otros datos recientes publicados por los Bancos de Alimentos de Canadá confirman que esta tendencia es de alcance nacional, y que el uso de los bancos de alimentos en todo el país alcanzará su nivel más alto en 2022.

Las circunstancias únicas de los dos últimos años pueden haber empeorado claramente las cosas, pero hay una diferencia entre crear e intensificar un problema. Antes de la pandemia, Canadá ya era una sociedad profundamente desigual en proceso de volverse más desigual cada año que pasa. Aunque a los canadienses a menudo les gusta presumir de que el multiculturalismo y la sanidad pública hacen que su país sea menos propenso a la injusticia que Estados Unidos, lo cierto es que las instituciones que promueven la igualdad llevan décadas desmoronándose.

Bajo gobiernos tanto de derechas como de centro-izquierda nominal, se han recortado drásticamente las ayudas sociales, se han eliminado los programas de vivienda pública, se ha dificultado el acceso al seguro de desempleo y se ha permitido cada vez más que las fuerzas del mercado actúen a sus anchas sin tener en cuenta las consecuencias sociales. El resultado son ciudades inasequibles planificadas para los propietarios y promotores inmobiliarios en lugar de para los residentes, infraestructuras públicas en declive e infrafinanciadas, y una división cada vez mayor entre las clases más acomodadas y el resto de la población. Mientras los márgenes de beneficio de las grandes industrias se disparan y los liberales en el gobierno predican el evangelio de la austeridad, la vida del ciudadano medio se vuelve cada vez más tosca, y más canadienses que nunca pasan hambre.

Con informaciones del portal Jacobin.

FOTO DE PORTADA: THE CANADIAN PRESS/Graham Hughes.

Dejar Comentario