Del éxito local a la vía sanitaria global
El éxito local y de dimensión global se viene dando desde cuando científicos chinos secuenciaron y compartieron la información del genoma del virus, a inicios de 2020. Y en los meses sucesivos tal colaboración ha continuado con la investigación científica e interdisciplinaria del COVID-19, igualmente compartida periódicamente y en tiempo real. A ello se ha sumado el apoyo externo con el envío de médicos y material médico (quizás el esfuerzo sanitario intercontinental más importante en la historia de la humanidad), en un proceso que incluye la investigación conjunta y continua y el envío de vacunas, llamado a sumar este año miles de millones de dosis.
Como es reconocido, China ha seguido una vía óptima en la contención del virus, logrando armonizar su vida social y económica, canalizando la cooperación y la ayuda a través de la dimensión conceptual de la Iniciativa de la Franja y la Ruta sanitaria, que paralelamente ha añadido una dimensión verde. En verdad, a la vez que comenzó a arrinconar al virus a nivel nacional, Beijing inició su asistencia a países muy afectados, como Irán e Italia, así como a la mayor parte de los países en desarrollo en cada continente, a los que más recientemente se ha sumado la ayuda a la India.
En estos momentos destaca la cooperación sanitaria con Hungría, Perú, Chile, Argentina, Filipinas, Indonesia (en un largo etcétera de cerca de 100 países), además de la más reciente oferta de cooperación a la atribulada India, que debiera aceptarla sin restricciones por el bien de su pueblo. Paralelamente, la Agencia Europea del Medicamentos (AEM) está evaluando la posibilidad de pedirle sus servicios a la empresa china Sinovac, que produce la vacuna CoronaVac.
Contraste China-India e indicadores de la vía sanitaria
En una dimensión más reciente, la India, un país que juega un innegable papel en el ámbito farmacéutico a nivel mundial, ha abierto un dique mortal a la propagación del virus debido a su deficiente gobernanza, poniendo en riesgo su papel en la cadena sanitaria global. Mientras hoy por hoy un ciudadano de las urbes o del extrarradio de las grandes ciudades chinas trabaja y planifica su futuro con comodidad, de la India llegan imágenes dramáticas. Y no solo de las piras que pulverizan los cadáveres de las víctimas en hileras de fuego interminable, sino también por las voces más compungidas. Como el de un ciudadano del extrarradio de una urbe que desesperado ante las cámaras de la BBC dice: “Soy una persona buena, creo que he hecho todo bien en la vida, y ahora yo y mi familia estamos afectados. ¿Qué he hecho yo para merecer esto?”. El mar de lamentos se sucede una y otra vez en la que, en Occidente, a menudo analistas, glorifica superficial y monocordemente como “la mayor democracia del mundo” o como “elefante asiático del desarrollo”, sin explicaciones profundas. Actualmente Beijing ha comenzado a enviar asistencia a la India a través de la Cruz Roja china. El envío de hace pocos días desde Chengdu incluye 100 concentradores de oxígeno y distintos ventiladores. La ayuda podrá ser mayor una vez Nueva Delhi se deje de ensimismar en factores ajenos a la dimensión sanitaria.
En el plano estricto de la salud tal como está ocurriendo en tiempo real, nuevos análisis de Sinovac en países de distintos continentes confirman que su vacuna CoronaVac ha mostrado más efectividad en la práctica que en los ensayos clínicos. Por ejemplo, en Indonesia logró reducir los contagios entre los trabajadores de la salud y protegió al 100 % de ellos de la muerte y evitó la hospitalización al 96 %. Se ha hecho eco de la noticia la agencia de noticias Bloomberg esta misma semana, incluyendo resultados del continente americano. Allí Chile, uno de los cinco países que más ha vacunado en el mundo y que proporcionalmente a su población más vacunas chinas ha utilizado, también ofrece destacados resultados. Los chilenos constatan que entre las personas vacunadas con la CoronaVac, el 89% logró efectiva protección ante la gravedad del virus que requiere cuidados intensivos. Más aún, a mediados de mayo el país austral comienza a notar paulatinamente una caída notable en las infecciones.
Conocimiento, difusión y proyectos
Durante este último año y medio China ha intercambiado conocimiento al más alto nivel, entre otras iniciativas desarrollando diversos webinars. Recordemos el seminario patrocinado por el Grupo de Publicaciones Internacionales de China (CIPG, por sus siglas en inglés) a fines de marzo de 2020, denominado “Agrupando sabiduría y compartiendo experiencias: esfuerzos conjuntos para combatir el COVID-19”. En él participaron académicos, epidemiólogos y analistas de China, España, Francia, Brasil, Pakistán y Egipto. Fue organizado por la Academia de China Contemporánea y Estudios Mundiales, el Centro de Información de Internet de China, la revista China Hoy y Bosheng International Cultural Communication Co. Ltd. Durante su celebración se informó que China había establecido un centro de conocimiento en línea dedicado al COVID-19 abierto a la comunidad internacional, además de una oferta editorial especializada para compartir información con otros países sobre esta temática.
Ahora, entre las iniciativas de este año destaca la segunda Conferencia de Cooperación Mundial de la Industria de la Salud 2021 (GHICC, siglas en inglés), que se celebrará presencialmente y en línea el 9 de junio en la ciudad portuaria de Ningbo, provincia de Zhejiang. El encuentro es patrocinado por la Asociación de CEOs de Asia-Pacífico (APCEO, siglas en inglés) y el gobierno provincial local. Los organizadores diagnostican que a nivel mundial el sector de la salud requiere más cooperación técnica, industrial y comercial para mejorar significativamente su potencial científico-tecnológico y manufacturero, y enfrentar las principales epidemias y amenazas relacionadas. Por ello, concluyen, la sanidad cuenta con un potencial expansivo.
A la vez, los organizadores de la GHICC notan que, en China, con la implementación de múltiples rondas de compras centralizadas, el reajuste del catálogo de seguros médicos, la promulgación de nuevas políticas en el registro de medicamentos, y con las medidas de supervisión y administración de la producción farmacéutica y de las buenas prácticas clínicas de los productos farmacéuticos, la salud habrá de ser la principal industria de la provincia de Zhejiang y clave en su evolución. Más aún, concluyen, debido a su entorno de desarrollo, que incluye políticas públicas, una base médica de alta calidad y talento en investigación y desarrollo, Zhejiang se está convirtiendo en el actor líder en la industria de la salud a nivel mundial.
En resumen, la GHICC 2021 sintetizará durante su celebración la vía sanitaria global impulsada por China. Y lo hará congregando a funcionarios gubernamentales a interpretar las más recientes políticas en la industria de la salud; a académicos y expertos a analizar las tecnologías de vanguardia; a empresas líderes de la industria y a gigantes mundiales de la inversión de cada continente, a fin de apreciar los avances tecnológicos en la pospandemia y analizar los desafíos del mercado. Y como colofón, analizar cómo los recursos de capital pueden generar un sustrato para la cooperación. El objetivo fundamental será movilizar posibles estrategias de desarrollo empresarial de rango mundial. China Hoy asistirá al evento.
Notas:
* Director de Dialogue with China Project.
Fuente: China Hoy