“Según la organización “Armas Bajo Control”, una de las últimas exportaciones de municiones para las Fuerzas Armadas de Colombia alcanzó los 6,3 millones de euros, mientras que en los últimos diez años superaron los 16 millones de euros. Hubo además varias ventas de armas ligeras, armas pequeñas, bombas o misiles, entre otros productos militares de fabricación española. Todas esas operaciones fueron previamente autorizadas por la Junta Interministerial para el Comercio y Control del Material de Defensa y Tecnologías de Doble Uso (JIMMDU), el organismo encargado de analizar las solicitudes de exportación de armamento. Sus actas son secretas gracias a un acuerdo adoptado por el Gobierno de Felipe González en marzo de 1987”, otro de los iconos políticos del partido de Borrell. (ver denuncia en https://www.publico.es/politica/ejercito-colombiano-hoy-reprime-protestas-cuenta-armamento-espanol-diez-anos.html)
Es decir estamos ante un típico caso descrito en el adagio popular de “a Dios rogando y con el mazo dando”, que en ultimas es el mismo llamado hipócrita, por no decir demagógico, de distintas organizaciones internacionales ONU; HRW, etc. Incluso del gobierno de Biden, que se rasgan las vestiduras pidiendo protección para los DDHH en el tercer mundo, mientras por debajo de la mesa siguen armando y dando soporte a regímenes fascistas y genocidas con tal de seguir acumulando capital. El caso español en Colombia no es único. Hay que ver el largo caso denunciado de venta continuada de armas al régimen genocida de Arabia Saudita abastecido por el armamentismo OTAN de España, que está exterminando al pueblo árabe de Yemen (ver https://elpais.com/politica/2018/09/15/actualidad/1537020605_881017.html )
Pensamiento de negociantes y acumuladores de capital, quienes desconocen a propósito la historia universal y siguen creyendo que con armas, represiones, genocidios y Fujimorazos se resuelven los problemas sociales estructurales y que la rueda de la historia gira siempre hacia atrás.
Que trayendo a Bogotá astrosos payasos chilenos repudiados por la movilización social de su país, como el tal Alexis López, a que dicte conferencias sobre el “nazismo molecular posmoderno” a la cúpula de militares colombianos comprometidos con los falsos positivos y a los capos impunes de las huestes del narco paramilitarismo, para con eso resolver los acuciantes problemas estructurales que están en lo profundo del levantamiento popular colombiano.
Que con solo mutar (como el virus corona) la vieja consigna nazi fascista dicha por el propio Hitler de que “en nuestra guerra no hay población civil”, es decir que en lugar de tener un pensamiento racional argumentado y reconocer la movilización social como una expresión legitima de la ciudadanía empoderada, se recurre al viejo cuento Turbayista de la Seguridad Nacional de criminalizar y exterminar la protesta social porque obedece a una invisible la conspiración revolucionaria de un invisible “enemigo interno”, combatido por décadas y décadas sin que muera o sea derrotado y sigue invisible atormentándolos y llenándolos de pánico.
Según enseña la Filosofía de la Praxis, toda crisis social y aún más si es de Hegemonía tiene dos soluciones, una positiva favorable totalmente a los intereses de los subordinados que hará avanzar la historia, o una negativa adversa a los intereses populares, pero favorable a los explotadores y dominadores que puede detener momentáneamente el movimiento histórico por un tiempo determinado, pero que no podrá durar en el tiempo.
A esta última alternativa está apuntando el Bloque de Poder Contrainsurgente dominante, contando con las armas y el Poder acumulado durante tanto tiempo en Colombia. Ganar tiempo, desarticular, dividir y desorganizar la movilización social muy posiblemente dando un autogolpe cívico militar que remplace al estorbo en que se ha constituido el chancho cebado en que se ha convertido el pelele sub presidente de Colombia, a quien hasta los mismo ideólogos y jefes de su propio partido insultan de lo lindo. No es sino leer las ultimas columnas de Londoyos en el portal las dos orillas. La última (https://www.las2orillas.co/no-es-un-bochinche/)
Y que demuestra que no es un problema de elecciones inmediatas como lo plantean algunos electoreros obsesionados con la candidatura suya que ven naufragar el próximo año. Que es un asunto más complejo. Una real y verdadera crisis social de Hegemonía y de Poder, que el movimiento de la historia ha puesto al orden día en Colombia y que tarde o temprano se tendrá que solucionar. En eso Londoyos no se equivoca en su columna.
El asunto es, SI quienes dicen representar a los explotados y sometidos saben plantear y conducir al pueblo levantado hacia una solución positiva y favorable a sus intereses, o se quedará en una simple escaramuza (como muchas otras) puramente electoral, que resolverán los senadores suplantadores santo-timochenkistas y otros aliados interesados en salvar el naufragio para seguir pelechando, en una posible mesa de “acuerdos nacionales” con el presidente pelele, y que reforzará inevitablemente al autogolpe cívico militar ya denunciado.
También es una crisis que ha estrujado la mente de los pensadores críticos poniéndolos a decidir: ¿Seguimos siendo simplemente defensores de los derechos humanos como nos lo recomienda el presidente Biden, o antifascistas que puedan desenmascarar y combatir el “paquete chileno” y la estafa bien empaquetada con posmodernismo molecular a lo chileno (como la ley 100 de AUV en 1993) que hoy nos presentan los fascistas contrainsurgentes dominantes en Colombia?
Puede ser también que se dé una tercera posibilidad más acorde con la realidad colombiana: seguir siendo Antifascistas Defensores de los Derechos Humanos
Notas:
*Médico, antropólogo y ensayista colombiano
Fuente imagen: https://lasillavacia.com/revolucion-molecular-disipada-invento-neonazi-estudiada-fuerza-publica-81359