Las partes en conflicto en Etiopía anunciaron un acuerdo para silenciar sus armas después de dos años de una guerra devastadora que se ha cobrado miles de vidas y ha dejado a millones necesitados de ayuda en el segundo país más poblado de África. El acuerdo entre el gobierno del primer ministro Abiy Ahmed y los rebeldes de Tigray se dio a conocer después de poco más de una semana de negociaciones con sede en Sudáfrica y encabezadas por el ex presidente nigeriano Olusegun Obasanjo en representación de la Unión Africana.
El avance del acuerdo de paz se anunció casi exactamente dos años después del estallido de la guerra (en noviembre de 2020), una guerra que enfrentó a las fuerzas regionales de Tigray contra el ejército federal de Etiopía y sus aliados, que incluyen fuerzas de otras regiones y de la vecina Eritrea. Atentados, violaciones, robos y participación internacional (soslayada) quedarán detrás si el acuerdo firmado es respetado por las partes.
El conflicto, que en ocasiones se ha extendido desde Tigray a las regiones vecinas de Amhara y Afar, se ha transformado en una guerra que además ha obligado a más de dos millones de personas a abandonar sus hogares y se ha cobrado la vida de miles de inocentes, además de agravar una situación por demás frágil a causa de la sequía más importante en muchos años en el Cuerno de África y una situación de hambruna extrema que sufren los habitantes de esa región empobrecida del continente.
«Hoy es el comienzo de un nuevo amanecer para Etiopía, para el Cuerno de África y, de hecho, para África en su conjunto», dijo el mediador de la Unión Africana, Obasanjo, reforzando las palabras que en ese mismo sentido ya habían expresado ambos bandos. «Hemos acordado silenciar permanentemente las armas y poner fin a los dos años de conflicto en el norte de Etiopía», dijeron los representantes de la mesa de diálogo entre el gobierno y el Frente Popular de Liberación de Tigray (TPLF) en un comunicado conjunto después de conversaciones maratónicas en Pretoria.
Alcances del acuerdo
El celebrado acuerdo de paz logrado tiene alcances prioritarios y de inmediata aplicación acorde a las urgencias de la región. Es por ello que el gobierno federal de Etiopía y las autoridades de Tigray acordaron un «desarme ordenado, fluido y coordinado» junto con la «restauración de la ley y el orden», la «restauración de los servicios» y “acceso sin trabas a los suministros humanitarios”.
Si queda por mencionar que aún no se han planificado los mecanismos de aplicación efectiva del acuerdo, de hecho o quedó claro cómo se monitoreará el acuerdo para garantizar que se implemente. Las delegaciones presentes en Pretoria dijeron que ahora dependía de ambas partes honrar el acuerdo, mientras que el propio Abiy prometió un compromiso «fuerte» con su implementación. Así mismo el jefe a cargo de la delegación de Tigray, Getachew Reda, dijo que estaban listos para «implementar y acelerar este acuerdo», y agregó: «Para abordar los dolores de nuestra gente, hemos hecho concesiones porque tenemos que generar confianza», sentenció el encargado de la seguridad del TPLF. Reda hizo especial hincapié en el esfuerzo realizado por el movimiento al que representa y que ha mantenido en vilo a toda una región por demás conflictiva.
Cabe mencionar que esa región venía de sortear una larga guerra con Eritrea, también con una violencia que sumergió a los dos pueblos hermanos en un escenario de incertidumbre y miseria. La resolución de este conflicto le valió el Premio Nobel de la Paz al mandatario etíope por los esfuerzos y el acuerdo logrado para pacificar la región.
Reda durante las conversaciones de paz nada mencionó del apoyo recibido por el TPLF de parte de los EE.UU y AFRICOM, quizás no haya sido el momento de instalar ese tema. Si reconoció el esfuerzo realizado por los tigrayanos para lograr la paz, “En última instancia, el hecho de que hayamos llegado a un punto en el que ahora hemos firmado un acuerdo dice mucho sobre la disposición de las dos partes a dejar atrás el pasado para trazar un nuevo camino de paz”, dijo Reda al respecto.
Otra voz que se oyó una vez logrado el histórico acuerdo fue la del jefe del equipo de gobierno, el asesor de seguridad nacional de Abiy, Redwan Hussein, elogió a las partes por su «compromiso constructivo para permitir que el país deje atrás este trágico período de conflicto».
Repercusiones internacionales sobre el acuerdo
La ONU que no se mantiene al margen de los conflictos en desarrollo a lo largo y ancho del planeta, saludó con beneplácito este acuerdo logrado en Pretoria, es un «primer paso muy bienvenido, que esperamos pueda comenzar a brindar algo de consuelo a los millones de civiles etíopes que realmente han sufrido durante este conflicto”, dijo a los periodistas Stephane Dujarric, el portavoz del secretario general del organismo internacional Antonio Guterres.
Estados Unidos, que es una parte involucrada en el proceso de violencia en el Tigray, ya que más allá de las denuncias realizadas por el gobierno etíope, se ha comprobado la activa participación de fuerzas de AFRICOM en el conflicto, como así también el apoyo económico y armamentístico al TPLF durante estos dos años de guerra. No suenan tan lejanas las turbinas de los caza norteamericanos sobrevolando territorio etíope. Dicho esto, cabe señalar que la Casa Blanca envió un mensaje conciliador y también aplaudió el acuerdo.
“El anuncio de la Unión Africana de la firma de un cese de hostilidades entre el gobierno de Etiopía y el Frente Popular de Liberación de Tigray representa un paso importante hacia la paz”, dijo a los periodistas el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, una vez difundido el avance en las negociaciones.
Obasanjo, quien ha estado al frente del equipo de mediación de la Unión Africana, dijo que la implementación del acuerdo será supervisada y monitoreada por un panel de alto nivel de la Unión Africana. Elogió el proceso, además de señalar algo a lo que los países africanos aspiran, “se logró una solución africana a un problema africano” y dijo que el acuerdo permitiría restaurar los suministros humanitarios a Tigray, una cuestión casi o tan importante como el acuerdo de paz.
Una de las tantas fuentes de ayuda humanitaria internacional que participan en la región de Tigray en particular pero que también está presente en otras catástrofes humanitarias del Cuerno, dijo que su organización podría reanudar las operaciones casi de inmediato, si se otorgara acceso de ayuda sin restricciones a Tigray. «Depende completamente de lo que el gobierno acuerde… Si realmente nos dan acceso, podemos comenzar a movernos muy rápido, en horas, no en semanas», dijo la fuente consultada por medios locales, bajo condición de anonimato porque no estaban autorizado para hablar en público.
Texto de la Declaración Conjunta entre el Gobierno de la República Democrática Federal de Etiopía y el Frente Popular de Liberación de Tigray (TPLF)
De conformidad con el Artículo 3 del Acuerdo para la Paz Duradera y el Cese Permanente de Hostilidades, los Representantes del Gobierno de la República Democrática Federal de Etiopía y el TPLF han acordado anunciar al pueblo de Etiopía y al resto del mundo que después de 10 días de intensas negociaciones han concluido un acuerdo de paz.
Hemos acordado silenciar permanentemente las armas y poner fin a los dos años de conflicto en el norte de Etiopía.
El conflicto ha provocado un grado trágico de pérdida de vidas y medios de subsistencia y es de interés para todo el pueblo de Etiopía dejar atrás este capítulo del conflicto y vivir en paz y armonía.
Es fundamental que reafirmemos nuestro compromiso de salvaguardar la soberanía y la integridad territorial de Etiopía y de defender la Constitución de la República Democrática Federal de Etiopía. Por lo tanto, Etiopía tiene solo una fuerza de defensa nacional. También hemos acordado un programa detallado de desarme, desmovilización y reintegración para los combatientes del TPLF, teniendo en cuenta la situación de seguridad sobre el terreno.
Hemos acordado que el Gobierno de Etiopía mejorará aún más su colaboración con las agencias humanitarias para continuar agilizando la ayuda a todos aquellos que la necesitan.
Hemos acordado implementar medidas de transición que incluyen la restauración del orden constitucional en la región de Tigray, un marco para la resolución de diferencias políticas y un marco de Política de Justicia Transicional para garantizar la rendición de cuentas, la verdad, la reconciliación y la sanación.
Para comenzar a implementar estos compromisos sin demora, hemos acordado detener todas las formas de conflictos y propaganda hostil. Solo haremos declaraciones que respalden la implementación expedita del Acuerdo. Instamos a los etíopes en el país y en el extranjero a apoyar este Acuerdo, detener las voces de división y odio, y movilizar sus recursos para la recuperación económica y la rehabilitación de los lazos sociales.
El Gobierno de Etiopía continuará los esfuerzos para restaurar los servicios públicos y reconstruir las infraestructuras de todas las comunidades afectadas por el conflicto. Los estudiantes deben ir a la escuela, los agricultores y pastores a sus campos y los servidores públicos a sus oficinas. El Acuerdo requiere el apoyo del público para su implementación sin problemas. Este es un capítulo nuevo y esperanzador en la historia del país.
Expresamos nuestro agradecimiento a todos los actores que contribuyen al éxito de este esfuerzo. En particular, el Presidente de la Comisión de la Unión Africana, el Panel Africano de Alto Nivel dirigido por Su Excelencia el ex Presidente Olusegun Obasanjo, con el apoyo de Su Excelencia el ex Presidente Uhuru Kenyatta, y Su Excelencia la Dra. Phumuzile Mlalmbo, ex Vicepresidenta de la República de Sudáfrica. Agradecemos al Presidente de la Comisión de la Unión Africana, Su Excelencia el Sr. Moussa Faki Mahamat, al Comisionado Bankole Adeoye y a sus colegas por su incansable trabajo durante estas conversaciones. Confiamos en su continuo apoyo a medida que implementamos el Acuerdo.
Agradecemos a Su Excelencia el Presidente Cyril Ramaphosa, Presidente de la República de Sudáfrica, y a Su Excelencia la Dra. Naledi Pandor, Ministra del Departamento de Relaciones Internacionales y Cooperación de Sudáfrica por las excelentes instalaciones que pusieron a disposición de estas charlas. y sus palabras de aliento a las partes hacia estos exitosos resultados. Estamos en deuda por la hospitalidad que nos brindó el Pueblo y el Gobierno de la República de Sudáfrica.
Estamos agradecidos con el pueblo de Etiopía por alentar estas conversaciones y esperar pacientemente el resultado. Estamos seguros de que aceptarán los resultados de estas conversaciones y garantizarán su implementación oportuna.
Finalmente, confiamos en que los amigos de Etiopía y los miembros de la comunidad diplomática brindarán su apoyo en la reconstrucción de infraestructuras en las comunidades afectadas y la recuperación económica del país. Hacemos un llamado a todo tipo de medios de comunicación para que apoyen la paz, la reconciliación, la unidad y la prosperidad en Etiopía.
Entregado conjuntamente en Pretoria, República de Sudáfrica, el 2 de noviembre de 2022.
De esta manera quedó rubricado un acuerdo que, desde nuestro lugar de analistas internacionales, lo celebramos si lugar a dudas, pero continuaremos observando los pasos próximos y el cumplimiento de lo firmado. No como jueces ni parte, sino desde una tarea absolutamente comprometida con la comunicación, que justamente en la región de Tigray (como en otros puntos del planeta) los intereses de los medios occidentales se esmeran en mal informar, ocultar o tergiversar la información siempre persiguiendo intereses afines al imperio y al colonialismo.
*Beto Cremonte es docente, profesor de Comunicación Social y Periodismo, egresado de la UNLP, Licenciado en Comunicación Social, UNLP, estudiante avanzado en la Tecnicatura superior universitaria de Comunicación pública y política. FPyCS UNLP.