“Es necesario pensar ya en grande, para el mundo, dentro del cual nosotros realizaremos nuestro destino o sucumbiremos en la misma adversidad en que sucumban los demás”, pronunció Juan Domingo Perón en su mensaje “Pensar para el mundo” en la sede de la CGT en julio de 1973.
Entre alardes belicistas y una escena de reafirmación de la alianza sino rusa, trazamos este recorrido sobre algunos hechos acontecidos los últimos días. En nuestro sur, se realizó la cumbre Mercosur y el presidente Luis Arce recibió apoyos tras el intento de golpe de Estado en Bolivia y en medio de la profunda crisis política que atraviesa el partido oficialista.
Cumbre de la OTAN
Con la idea de mostrar una imagen de unidad, vigor y fortaleza de Occidente, ante conflictos bélicos cuyas consecuencias geopolíticas mundiales pueden preverse, pero son aún desconocidas en su magnitud, los líderes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) realizaron esta semana la cumbre celebrando el 75º aniversario de la creación de esta alianza. Las palabras iniciales de un confundido Joe Biden abrieron el encuentro en la capital estadounidense.
El presidente de EEUUU historizó sobre los inicios de esta organización y enfatizó los logros durante su mandato en la OTAN: la incorporación de Finlandia y Suecia y el aumento de gasto en defensa. Según informó la Casa Blanca, antes de la asunción de Biden, sólo nueve aliados gastaban al menos el 2% de su PBI en su presupuesto de defensa, el piso fijado por el bloque. Hoy, un récord de 23 aliados gasta el 2% o por encima de esa suma, es decir, más del doble que en 2021, y casi ocho veces más que cuando los aliados establecieron por primera vez el piso del 2% hace una década.
“Es bueno que seamos más fuertes que nunca, porque este momento de la historia exige nuestra fuerza colectiva”, señaló Biden. “Cuando comenzó esta guerra sin sentido, Ucrania era un país libre. Hoy, sigue siendo un país libre. Y la guerra terminará con Ucrania siendo un país libre e independiente”. En esa línea, el norteamericano sostuvo que el ruso Putin quiere destruir Ucrania y que no lo van a permitir y describió todo el armamento brindado a Kiev. “Le estamos dando a Ucrania lo que necesita para defenderse”.
Los principales temas trazaron justamente el fortalecimiento del rol de la Alianza Atlántica en el financiamiento militar a Kiev; el reforzamiento de la defensa para la contención de Rusia, y la ampliación de la asociación con los países de Asia ante una creciente confrontación entre Occidente y China.
Como veremos luego, el gigante asiático se adelantó a ello y envió un mensaje a la OTAN en las horas previas a la cumbre.
Orbán juega su juego
El ambiente al interior de la Alianza no tiene grandes sorpresas, aunque tampoco es de consenso total. En el caso del primer ministro húngaro Viktor Orbán, tuvo una postura crítica en contra de la propia OTAN por apoyar a Ucrania, un hecho que, según él, compromete la seguridad de los 32 países miembro.
Aún más, a contra corriente de la estrategia de esta Alianza, el presidente húngaro llegó a Washington tras visitar Kiev, Moscú y Pekín. A pocos días de que su país asumiera la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea (UE) por seis meses, el primer ministro realizó algunos viajes como interlocutor y pacificador autoproclamado. En ese contexto, Orbán elogió a China como la única potencia mundial «claramente comprometida con la paz» entre Rusia y Ucrania.
Aunque no dijo explícitamente que representaba a la UE, algunos creen que quiso dar esa impresión. Para Kaja Kallas, la mandataria de Estonia y la próxima responsable de la política exterior de la UE, Orbán está «explotando» la presidencia húngara del Consejo e intentando «sembrar confusión» en torno a la política del bloque sobre Ucrania.
Algunas agencias internacionales, como Europa Press, difundieron que los gobiernos de la UE hicieron saber este miércoles al gobierno de Orbán su descontento por viajar a Moscú para reunirse con el presidente de Rusia, sin coordinación con el resto de líderes europeos.
Biden lo hizo otra vez
La Casa Blanca había informado previamente que Biden se iba a reunir el jueves con el ucraniano Volodimir Zelensky para mostrarle su “inquebrantable apoyo mientras continúa defendiéndose de la agresión rusa”.
En los hechos, un comunicado conjunto emitido en el marco del encuentro en Washington informó que EEUU proporcionará a Ucrania un sistema de defensa aérea Patriot que se sumará a los ya prometidos por Alemania, Rumania y Países Bajos. Junto con un dispositivo SAMP-T (un sistema de misiles por tierra y aire) proporcionado por Italia, esta ayuda, dice la nota, “permitirá proteger las ciudades, los civiles y los soldados ucranianos”.
Además de remarcar el apoyo y sostén a Ucrania frente a Rusia; puertas adentro de EEUU la cumbre era la oportunidad de levantar la imagen en picada de un presidente cuyo propio partido cuestiona, sobre todo tras su performance en el debate presidencial frente a Trump.
El cierre del encuentro, a diferencia de lo esperado, remarcó las dificultades. Al presentarlo, Biden confundió al ucraniano Zelensky con el “presidente Putin” y a Kamala Harris con el “vicepresidente Trump”.
La primera periodista en interpelar a Biden durante la conferencia de prensa consultó sobre el apoyo perdido entre sus colegas demócratas y sindicalistas, y preguntó sobre la vicepresidenta Kamala Harris. Biden dijo: “El UAW [United Auto Workers] me respaldó, pero continúa”, usando las iniciales en inglés del Sindicato de Trabajadores Automotrices. Luego confundió: “No habría elegido al vicepresidente Trump para ser vicepresidente si ella no fuera capaz de ser presidenta”.
Trump dio a conocer su opinión en el momento y publicó en su red social Truth Social un video de cuando Biden dice “vicepresidente Trump” con la frase: “¡Buen trabajo, Joe!”.
Antes de esa conferencia, durante un discurso en OTAN, Biden dijo: “Y ahora quiero ceder la palabra al presidente de Ucrania, que tiene tanto coraje como determinación. Damas y caballeros, el presidente Putin. ¡Presidente Putin! Va a vencer al presidente Putin. Presidente Zelensky. Estoy tan enfocado en vencer a Putin que tenemos que preocuparnos por eso”.
Lo que no te mata, te fortalece
La imagen de Donald Trump recorre el mundo. A las 18.13 del sábado, mientras ofrecía un discurso de campaña en la localidad de Butler, en el estado de Pensilvania, el precandidato republicano y expresidente fue alcanzado por una bala. El video capturado por la prensa es de alto impacto y es probable que tenga influencia en la elección presidencial del próximo 5 de noviembre.
Las informaciones posteriores revelaron que el atacante estaba apostado en el techo de una empresa en un terreno lindero a 120 metros. Luego de su disparo, fue abatido por efectivos del Servicio Secreto de EEUU. También murió en la balacera un asistente de Trump. Las investigaciones posteriores serán relevantes para esclarecer lo acontecido.
China le habló a la OTAN. ¿Qué dejó Astaná?
Un día antes de iniciarse la cumbre de OTAN, China realizó declaraciones a través de Lin Jian, del Ministerio de Asuntos Exteriores. Instó a la Alianza a abandonar la mentalidad de Guerra Fría y crear “grupos” en nombre de la defensa colectiva. «Le pido a OTAN que cambie su percepción de China y no busque conflictos donde no los hay», sostuvo.
Eso ocurrió días después de que la ciudad de Astaná, en Kazajistán, albergue la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái(OCS), entidad intergubernamental eurasiática que fue establecida en 2001 por China y Rusia, junto con la anfitriona, así como con Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán. Posteriormente, India y Pakistán se unieron en 2017, Irán en 2023 y Bielorrusia lo hizo en esta ocasión, 2024.
Aunque pasa desapercibida por los grandes cañones mediáticos de estos pagos, esta es una de las organizaciones regionales más grandes del mundo en términos de alcance geográfico y población. Cubre aproximadamente el 80% del área de Eurasia y representa alrededor del 42% de la población mundial. También, implica el 25% del Producto Interior Bruto global y casi la mitad de la población del planeta.
Su mandato abarca varios aspectos, como la seguridad internacional, la cooperación económica y la defensa. Otros países forman parte, como Afganistán y Mongolia, con estatus de observadores, mientras Armenia, Azerbaiyán, Camboya, Emiratos Árabes Unidos, Nepal, Sri Lanka y Turquía son socios de diálogo.
Las iniciativas de la Organización de Cooperación de Shanghái
Realizada en los primeros días de julio, el presidente chino Xi Jinping pidió los miembros que garanticen la seguridad de cara a la verdadera amenaza derivada de la mentalidad de la Guerra Fría. Al dirigirse a esta 24ª Reunión, instó a adherirse a la visión de una seguridad común, integral, cooperativa y sostenible, a abordar los desafíos en seguridad a través del diálogo, y a construir un mundo de paz y seguridad universal.
Entre las iniciativas, por un lado, la OCS afirmó que el sistema de las Naciones Unidas se enfrenta a desafíos sin precedentes en la historia moderna: que se están desintegrando la paz y seguridad, las relaciones y el sistema de comercio global, y que se están intensificando las rivalidades geopolíticas y las carreras armamentistas. Dijo que la Carta de las Naciones Unidas y los principios que rigen el derecho internacional fueron socavados, como sucede con sanciones unilaterales que violan esas normas, afectan a los países y dañan las cadenas de suministro. Por eso, pidió a los países de la ONU que lleven a cabo un desarme bajo control internacional y que consoliden una arquitectura de no proliferación nuclear.
Por otro lado, en su declaración conjunta, se refirió a la solución pacífica de litigios internacionales, planteó que ve negativo a los sistemas globales antimisiles y condenó las acciones que causaron víctimas civiles en Palestina. «Los Estados miembro, expresando su profunda preocupación por la escalada del conflicto palestino-israelí, condenan enérgicamente las acciones que han provocado numerosas víctimas civiles y una situación humanitaria catastrófica en la Franja de Gaza». Subrayó, además, la necesidad de un alto al fuego en la región y dar acceso a la ayuda humanitaria.
Bielorrusia, Rusia y China
Se admitió a Bielorrusia como miembro de pleno de la Organización de Cooperación de Shanghái, lo que sucede en un contexto en cual ese país y Rusia denunciaron la acumulación de tropas de Ucrania en la frontera bielorrusa. El diálogo entre Moscú y Minsk, incluso entre sus agencias de inteligencia, es estrecho. Juntos plantearon días atrás que al menos diez grupos tácticos de batallones de la OTAN, liderados por EEUU, están estacionados a lo largo de la frontera bielorrusa.
Una serie de reuniones bilaterales rodearon la OCS. Entre los encuentros, el de Xi Jinping y Vladimir Putin. El ruso explicó que “las relaciones ruso-chinas de asociación integral e interacción estratégica están atravesando el mejor período de su historia” y que esa cooperación “no está dirigida contra nadie”, sino que, en general, “es uno de los principales factores estabilizadores en el ámbito internacional”. Agregó que Rusia apoya a China en sus derechos legítimos y se opone a la interferencia externa en los asuntos internos chinos y en la cuestión del Mar Meridional.
Xi destacó las relaciones históricas y que apoya a Rusia en el cumplimiento de deberes como presidente del BRICS, en la unificación del «Sur Global», en la prevención de una «nueva Guerra Fría» y en la oposición a sanciones unilaterales ilegales y al hegemonismo. El chino enfatizó que su país siempre se coloca en el lado correcto de la historia, se apega a las conversaciones de paz y está dispuesta a seguir haciendo esfuerzos para la solución política de la crisis de Ucrania.
Mercosur, ¿y Malvinas?
Esta semana se realizó la Cumbre de Jefes de Estado del Mercado Común del Sur (Mercosur) en Asunción, con la presencia de Santiago Peña, por Paraguay; Lula da Silva, por Brasil; Luis Lacalle Pou, por Uruguay; entre otros mandatarios. La Argentina estuvo representada por la canciller Diana Mondino. Javier Milei, que se juntó en simultáneo con Bolsonaro en Camboriú en una reunión de conservadores, recibió críticas de sus pares brasileño y uruguayo por no haber asistido.
Paraguay y Uruguay insistieron en la “apertura” del Mercosur. En el caso del segundo, dejó claro que encarará su presidencia pro témpore durante el segundo semestre del año con “pragmatismo” para que el bloque sea una zona de libre comercio y que tenga una agenda de “mejor inserción internacional”. Brasil, en cambio, se refirió a la necesidad de “fortalecer” las instituciones del Mercosur, valoró el rol del Estado y criticó el libre comercio y el hecho de “revivir las experiencias ultraliberales”. La presencia destacada de Bolivia implicó el ingreso formalmente al Mercosur tras aprobarse su incorporación plena.
Es la primera vez que en el manifiesto final de la cumbre no se aborda la ocupación del Reino Unido sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes. Lo que ocurre mientras el gobierno de Argentina entrega recursos y, en simultáneo, Londres impulsa una exploración petrolera para la extracción de unos 500 millones de barriles a través de una empresa israelí, como parte de un largo proceso de exploraciones relativas a los combustibles fósiles en la zona.
ALBA, Bolivia en la escena
Luego del intento de golpe de Estado del 26 de junio en ese país, y en el marco de una dura interna del Movimiento al Socialismo (MAS), Bolivia tuvo el jueves el apoyo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP). La cita, que reunió de manera virtual a representantes de las diez naciones que componen ese bloque integracionista fundado por Fidel y Chávez, fue convocada para denunciar ese hecho y reafirmar el apoyo al presidente Luis Arce Catacora.
En esta reunión extraordinaria, el boliviano denunció los discursos de odio, el sabotaje económico y la agenda de intereses externos sobre los recursos naturales, como el litio. Hizo referencia a los planteos sobre un autogolpe, al esbozar una crítica a lo que sucede hacia adentro del MAS y la postura de Evo Morales Ayma. Definió lo que pasó en su país como “un golpe de Estado fallido”.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en plena campaña electoral, se unió a la cumbre en solidaridad con Bolivia y felicitó al pueblo “que hizo valer su derecho a la democracia”. El cubano Díaz-Canel definió que está y seguirá estando en “la primera trinchera de esa batalla contra los demonios de la injerencia, el intervencionismo, el neocolonialismo, el espíritu monroísta que, 200 años después de su formulación, sigue marcando la mirada y las acciones del imperio hacia Nuestra América”.
El ALBA-TCP ratificó el apoyo a Arce, reafirmó que América Latina y el Caribe es zona de paz y dedicó palabras a Argentina: exigió a Milei que cese la agresión contra el Gobierno de Bolivia, así como las injurias contra otros países que forman parte de la Alianza.
El brasileño Lula hizo lo propio al visitar Bolivia. Una señal de potenciar la integración ante la preocupación por la pelea intestina que tiene el movimiento popular en ese país, donde el debate sobre lo programático parece quedar relegado ante la concentración de discusiones de candidateables. De no resolverse, el riesgo es dejar el camino allanado a intereses opuestos a los de las mayorías.
Úrsula Asta* Periodista, licenciada en Relaciones Institucionales, con posgrado en Políticas Públicas para la Igualdad en América Latina y el Caribe y maestranda en Comunicación y Criminología Mediática. Integrante del colectivo de dirección de la cooperativa Radio Gráfica y conductora del semanario radial Feas, Sucias y Malas. Miembro del equipo de PIA Global
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