La renuncia del presidente se da después de las intensas protestas que atraviesa la pequeña nación asiática, desde finales de marzo, cuando miles de manifestantes salieron a las calles de la capital para protestar contra la gestión de la crisis económica, el desabastecimiento alimentario y la falta de combustibles por parte del gobierno.
El sábado pasado las protestas escalaron luego de que los manifestantes tomaron las residencias del expresidente Rajapaksa y el exprimer ministro Wickremesinghe, obligándolos a huir.
Ayer, el ex primer ministro (hoy el presidente), exigió la evacuación de los edificios estatales y dio instrucciones a las fuerzas de seguridad para que hicieran «lo que sea necesario para restablecer el orden».
“Nos retiramos pacíficamente del Palacio Presidencial, la Secretaría Presidencial y la Oficina del Primer Ministro con efecto inmediato, pero continuaremos nuestra lucha”, dijo una portavoz de los manifestantes.
Luego de dejar las residencias ejecutivas, llegó la renuncia del presidente, por lo que se movilizaron a las calles nuevamente para celebrar la salida de Rajapaksa. Se espera que el 20 de julio el legislativo elija un nuevo presidente para la isla.
De dónde viene la clisis en Sri Lanka
Sri Lanka se enfrenta a una inmensa crisis económica provocada, entre otras cosas, por el gran endeudamiento del país, la recesión económica durante la pandemia y una caída drástica de la actividad turística, aunque también se suma la de producción orgánica de alimentos de la que recién hoy se ven las consecuencias.
Hace un año y medio, el gobierno de Sri Lanka prohinió los fertilizantes químicos ya que convertir al país en líder mundial en la producción alimentaria orgánica. La verdadera razón: ahorrar dinero para pagar las deudas ya que, la importación de fertilizantes químicos parecía demasiado cara para un país al borde de la crisis.
Entre los principales prestamistas de la isla están el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo Asiático, y entre los préstamos bilaterales entre países destacan Japón, China o la India, que ha entregado ya varias líneas de crédito a la nación isleña en lo que va de año.
Nadie sabe cómo la pequeña nación insular saldrá de ésta situación preocupante, en el mejor de los casos, lo hará de manera interna (aunque esto resulte complicado) y en el peor de los casos lo hará con ayuda externa y bajo condiciones a las que no podrán negarse. La desesperación de la isla no es la mejor aliada.
*Con información de DW.
Foto de portada: AFP
