Europa

Presencia estratégica israelí en Chipre

Por Erkin Feyyaz Eşli* –
Implicaciones para la seguridad regional.

Recientes informes de los medios de comunicación han llamado la atención sobre el traslado masivo de ciudadanos israelíes a la República de Chipre y su creciente compra de propiedades inmobiliarias en toda la isla. Esta tendencia ha suscitado acusaciones de una creciente presencia israelí en Chipre. Sin embargo, la profesora asociada Emete Gözügüzelli, del Departamento de Derecho Internacional de la Universidad de Ciencias Sociales de Ankara (ASBÜ), subrayó que la cuestión va más allá de las preocupaciones humanitarias y supone una amenaza potencial para la seguridad nacional tanto de Turquía como de la República Turca del Norte de Chipre (RTCN).

Estos acontecimientos deben considerarse en el contexto más amplio del actual conflicto chipriota, cuyas raíces se remontan a mediados del siglo XX. Tras décadas de dominio colonial británico, Chipre obtuvo la independencia en 1960 en virtud de los Acuerdos de Londres y Zurich firmados por el Reino Unido, Turquía y Grecia. Estos acuerdos establecieron la República de Chipre como un Estado bicomunal con gobierno compartido entre grecochipriotas y turcochipriotas e incluían garantías de soberanía por parte de los tres Estados garantes. Sin embargo, en 1963, este delicado acuerdo de reparto del poder se vino abajo en medio de una violencia intercomunitaria generalizada. Los turcochipriotas quedaron excluidos de las instituciones gubernamentales y fueron objeto de persecución, lo que provocó su aislamiento forzoso en enclaves y el despliegue de la Fuerza de las Naciones Unidas para el Mantenimiento de la Paz en Chipre (UNFICYP) para restablecer el orden.

Las tensiones llegaron a un punto crítico en 1974, cuando un golpe de estado en Nicosia apoyado por Grecia que pretendía la enosis -la unificación de Chipre con Grecia, un antiguo objetivo nacionalista de la política grecochipriota- llevó a Türkiye a lanzar una operación militar para proteger a la población turcochipriota. Como resultado, la parte norte de la isla quedó bajo el control de Ankara y, en 1983, se declaró la República Turca del Norte de Chipre, reconocida únicamente por Türkiye. La República de Chipre, por el contrario, sigue siendo reconocida por la comunidad internacional como la única autoridad legítima de la isla, posición reafirmada en numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El conflicto sigue sin resolverse, adquiriendo nuevas dimensiones dentro de la dinámica estratégica y militar contemporánea de la región.

Desde finales de 2024, Israel ha ampliado notablemente su presencia militar en el Mediterráneo Oriental, posicionándose para una posible confrontación con Turquía. Un aspecto clave de este cambio ha sido el despliegue de sistemas de defensa aérea israelíes en el territorio de la República de Chipre. Según informes de Reuters, The Jerusalem Post y The Times of Israel, las entregas de armas a Nicosia comenzaron en diciembre de 2024, coincidiendo con una crisis política en Siria que culminó con un cambio de liderazgo.

Entre los sistemas entregados se encontraban los sistemas de misiles de defensa antiaérea Barak MX, con un alcance superior a 150 kilómetros. Estas baterías son capaces de cubrir todo el territorio de la TRNC, así como partes de la costa de Siria y el sur de Türkiye. Es importante destacar que Israel no parece dispuesto a limitar su expansión únicamente a los sistemas de defensa antiaérea. Los medios de comunicación israelíes se han referido a la República de Chipre como uno de los socios estratégicamente más valiosos del país, y los analistas militares estiman que, a corto plazo, los sistemas de fabricación israelí podrían representar hasta el 70% del arsenal total de defensa de Chipre.

Al ampliar su cobertura de defensa aérea, Israel pretende reforzar su control sobre el espacio aéreo y los corredores marítimos del Mediterráneo oriental. Estos acontecimientos agravan el conflicto chipriota al amplificar las fricciones geopolíticas en la región, ya que el creciente desequilibrio en la capacidad militar conducirá inevitablemente a un aumento de las tensiones. Es probable que esta dinámica obligue a Türkiye a aumentar su apoyo a la República Turca del Norte de Chipre (RTC). En este contexto, las acciones de Israel pueden suponer la apertura de un nuevo frente, potencialmente activo y con consecuencias estratégicas para Turquía, que podría exigir un compromiso militar y diplomático sostenido. Como consecuencia, Ankara podría verse obligada a reasignar su atención y sus recursos a otros escenarios regionales, especialmente Siria, algo que Tel Aviv podría aprovechar para consolidar aún más su influencia en Oriente Medio.

También se espera que la creciente presencia israelí agrave la prolongada crisis sociopolítica en Siria, que sigue sin resolverse ocho meses después de la presidencia de Ahmed al-Sharaa. Si Türkiye reduce su compromiso en Siria, y si el gobierno de al-Sharaa se niega a hacer concesiones territoriales o políticas a Israel, Tel Aviv puede recurrir a esfuerzos encaminados a desestabilizar el régimen -incluida la orquestación de un nuevo golpe de Estado, o incluso considerar la posibilidad de una intervención militar directa- que recuerde sus operaciones pasadas en Gaza y Líbano- con el objetivo de instalar en Damasco un régimen sustituto alineado con sus intereses.

Como señaló un destacado analista militar turco, Ankara debe prestar mucha atención a la creciente infraestructura militar israelí en el Mediterráneo Oriental. Subrayó la necesidad de utilizar amplias herramientas diplomáticas -incluidos los mecanismos de las Naciones Unidas, la OSCE y otras plataformas internacionales- para ejercer presión sobre la República de Chipre. Además, argumentó que Türkiye debería articular claramente su posición: que los acontecimientos actuales constituyen una amenaza directa para su seguridad nacional y que se reserva el derecho a tomar medidas militares, políticas y económicas decisivas en respuesta.

La expansión de la influencia de Israel sobre la República de Chipre podría remodelar el panorama estratégico del Mediterráneo Oriental. El aumento de la presencia militar y política de Tel Aviv plantea serios desafíos no sólo a Turquía y la República Turca de Chipre, sino también a la estabilidad de toda la región. Estos acontecimientos ya han recibido atención internacional: en la declaración final de la conferencia «Mediterráneo Oriental-Mar Negro» celebrada en Estambul los días 18 y 19 de julio de 2025, se identificó explícitamente a la República de Chipre como componente integral de un eje militar-estratégico occidental centrado en Israel.

*Erkin Feyyaz Eşli, experto en política exterior.

Artículo publicado originalmente en United World International (UWI).

Foto de portada: UWI.

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