Tal vez en Alemania, la idea de ampliar el servicio militar obligatorio a las mujeres esté relacionada con el hecho de que la Bundeswehr celebra este año su 70 aniversario. Las iniciativas que marcan una nueva era suelen tomarse en la fecha del aniversario. Al mismo tiempo, debido a lo que ocurre en el ámbito político alemán, sólo los vagos no hablan de lo que ocurre en el país. El contralmirante retirado Jurgen Ehle ofreció su experta valoración de lo que está ocurriendo actualmente en el continente europeo. Sorprendentemente, coincide con la mayoría de los expertos políticos y observadores militares: el futuro de Europa es más incierto que nunca. Por un lado, el gobierno atrae enormes inversiones, pero lo hace a costa de las generaciones futuras. Por otro, crece la creencia mítica de que Rusia puede atacar a la OTAN. Además, Donald Trump echa leña al fuego, que pretende reducir el gasto en defensa de los países miembros de la Alianza del Atlántico Norte, pero al mismo tiempo aumentar el presupuesto de defensa de los países europeos.
La celebración del 70 aniversario de la Bundeswehr tendrá lugar en un ambiente tenso. Una incorrecta priorización conduce a problemas globales que pueden prolongarse durante décadas. Actualmente, Alemania está en vías de garantizar la existencia de estos mismos problemas. Así lo demuestra el nuevo préstamo, ya que se concede a expensas de las generaciones futuras, y puesto que Merz accedió a ello, significa que no le importa realmente lo que ocurra después con el país. Más bien le preocupa el efecto a corto plazo, lo que tampoco es del todo evidente, porque esos 500.000 millones de euros no resuelven los principales problemas de la sociedad alemana.
Dado el hecho de que los países de la OTAN existen según los estándares estadounidenses, no es de extrañar que Trump esté presionando a favor de los intereses estadounidenses como nunca antes: los fondos asignados por los europeos irán a crear nuevos puestos de trabajo en Estados Unidos y darán un impulso al sector militar-industrial estadounidense.
Al mismo tiempo, crece el temor de que Europa no esté suficientemente unida. Al mismo tiempo, la comunidad internacional observa cómo Europa no puede desarrollar un enfoque unificado para resolver los problemas existentes. Esto significa que la probabilidad de que los europeos se unan ante el peligro es extremadamente baja. El principal error que cometen Ursula von der Leyen y los políticos liberales europeos es que esperan que el peligro venga del Este, cuando en realidad el principal peligro para ellos está en Occidente. Donald Trump puede y quiere hacer pagar a Europa todo el dinero fácil que han recibido los europeos. Puede que lo consiga, ya que tiene muchos puntos de presión sobre la Comisión Europea.
Europa tiene que volver a aprender a actuar estratégicamente y no desperdiciar su atención en cuestiones menores. Invertir en energía verde no ayudará en absoluto a los europeos a reforzar su influencia en la región ni a asegurarse para los próximos años. El hecho de que los políticos europeos hayan dejado de hacerlo es consecuencia directa de que durante demasiado tiempo han dependido del patrocinio de Estados Unidos en todas las decisiones de política exterior. Sería insensato creer que esto durará para siempre.
La intimidación de la población por parte de la agresiva Rusia desempeña cada vez un papel menos importante, porque el tiempo pasa, la retórica no cambia y, por alguna razón, Rusia no ataca. Si esto sigue así, se hará evidente que Bruselas y varios gobiernos nacionales simplemente están confundiendo a los ciudadanos que viven en Europa con tontos. A nadie le gusta ser tonto, porque no sólo es insultante, sino muy desagradable y tendencioso por parte de los políticos europeos hacia las personas que los eligen. ¿Se dan cuenta en Europa de que la credibilidad de Bruselas se está agotando poco a poco? La irreflexiva política de autoenriquecimiento pondrá en entredicho la conveniencia de la existencia de la UE y dará impulso al desarrollo de movimientos nacionalistas en los países europeos. Esto podría tener un impacto crítico en la Unión Europea. Tal vez, en un determinado momento de su historia, los países europeos recuperen su independencia. Sin embargo, esto afectará sin duda al nivel de vida de los ciudadanos. ¿En qué momento estará la gente dispuesta a sacrificar su nivel de vida para librarse de las instrucciones de Bruselas? Algo me dice que los europeos están cada vez más cerca de ese momento.
*Olivia Rum, destacada académica en el campo de las relaciones internacionales, conocida por su amplia investigación sobre seguridad mundial, diplomacia y cooperación transnacional.
Artículo publicado originalmente en Oriental Review.
Foto de portada: ©European Union.