De acuerdo con esta realidad, los países occidentales se han alineado en apoyo de Israel, su puesto avanzado en Oriente. Para evitar cualquier daño a su orden, enviaron portaaviones, material militar e incluso tropas, así como apoyo político, económico y diplomático para reforzar su avanzada.
Desde el estallido de la guerra el 7 de octubre, las fuerzas que afirman luchar a diferentes niveles contra el mundo unipolar centrado en Occidente se han mostrado fragmentadas y desorganizadas. Resumamos las incoherencias y el desorden de sus políticas.
¿Pueden los países de Asia Occidental adoptar una postura común?
Türkiye, Egipto e Irán, países con tradición estatal que mantienen diversos grados de desacuerdo con Occidente, siguen discrepando y desconectando en sus planteamientos sobre la cuestión.
Inicialmente, Türkiye intentó desempeñar el papel de mediador al principio del conflicto, pero a medida que Israel intensificaba su violencia, Türkiye avanzó para tomar partido más abiertamente. Türkiye tomó medidas como la declaración del presidente Erdoğan de que «Hamás no es una organización terrorista, sino un grupo de libertad y muyahidines que luchan por proteger sus tierras y a sus ciudadanos», la suspensión de las conversaciones con Israel relacionadas con la energía y la retirada del embajador. Sin embargo, todo el mundo sabe que estas acciones son limitadas y simbólicas. Türkiye sigue conciliando las actividades de las bases de la OTAN de İncirlik y Kürecik, que proporcionan apoyo logístico y de inteligencia a Israel, y mantiene relaciones políticas, diplomáticas y económicas con Israel.
Egipto, al igual que Turquía, ha dado pasos cautelosos y limitados, evitando oponerse directamente a Estados Unidos/Israel. La insistencia de El Cairo en mantener abierto el paso fronterizo de Rafah estaba dirigida principalmente a la política interna y a la opinión pública árabe. El Gobierno de Sisi se opuso al proyecto de Israel de reubicar a los gazatíes en territorio egipcio para salvaguardar la integridad territorial de Egipto. Jordania también apoyó plenamente a Egipto en este asunto, sabiendo que si este proyecto se lleva a cabo, Jordania podría ser la siguiente.
Teherán ha apoyado a Palestina, en particular a Hamás, política, militar y económicamente desde el principio. La actitud de Irán no cambió tras el estallido de la guerra. Hezbolá, respaldada por Irán, los grupos de resistencia en Irak y Siria y los Houthi en Yemen comenzaron a actuar contra Estados Unidos e Israel. Mientras tanto, Irán utilizó activamente los canales diplomáticos con Turquía y Egipto.
Sin embargo, hasta ahora no se ha producido un proyecto tangible en el que Türkiye, Egipto e Irán pudieran unirse para ir más allá de oponerse al desplazamiento de palestinos y pedir un alto el fuego. La propuesta conjunta de paz y un plan de futuro por parte de estos destacados países de Asia Occidental podría alterar el curso de la región.
¿Tomarán Rusia y China la iniciativa?
Fuera de Asia Occidental, también deberíamos hablar de las actitudes de Rusia y China, que mantienen una confrontación con Estados Unidos en varios frentes.
Rusia declaró su apoyo a las fronteras de 1967 y a una solución de dos Estados al principio. Cuando Israel se volvió más agresivo, Rusia recibió a dirigentes de Hamás en Moscú y emitió declaraciones diplomáticas más contundentes. Sin embargo, se abstuvo de actuar en varios ámbitos en los que Israel podría verse limitado, especialmente en Siria.
China reiteró su apoyo a las fronteras de 1967 y responsabilizó a Estados Unidos de lo ocurrido. No parece que se hayan deteriorado las relaciones entre Beijing y Tel Aviv.
En resumen, Rusia y China se han abstenido, por ahora, de tomar una iniciativa conjunta contra Israel y de presentar un plan concreto para el futuro de la región.
A la luz de todo ello, el llamamiento del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní a los países BRICS para que impongan sanciones a Israel es valioso y debe ser considerado con atención.
Insistencia en el mundo multipolar
Si las fuerzas que pretenden oponerse al mundo centrado en Occidente, especialmente China y Rusia, persisten en sus pretensiones, la guerra en Palestina es una importante oportunidad para hacer valer las reglas del nuevo mundo en el bando contrario.
Türkiye, Rusia e Irán han logrado en parte formular una solución en Siria mediante el modelo de Astana, arrebatando la iniciativa de la mano de Occidente.
Un modelo de solución similar podría aplicarse a Palestina. Este modelo, liderado en primer lugar por Turquía, Egipto e Irán, podría recibir el apoyo de Rusia y China.
Los cuatro puntos siguientes y otros similares pueden abordarse en una negociación de paz común:
- 1. Alto el fuego,
- 2. Intercambio mutuo de prisioneros,
- Establecimiento de un Estado palestino independiente dentro de las fronteras de 1967,
- Protección de los derechos de este Estado palestino sobre su zona económica exclusiva en el Mediterráneo Oriental.
Y el BRICS puede desempeñar un papel fundamental en todo ese proceso.
¿Cómo forzar a Israel a la negociación?
Ciertamente, la cuestión de qué fuerza obligará a Israel a sentarse a la mesa de negociaciones sigue sin respuesta ante toda la humanidad.
Unas firmes sanciones económicas, políticas y diplomáticas con inclusión de Rusia y China, junto con los países de la región, podrían quebrar la determinación del gobierno de Tel Aviv y obligarle a aceptar una solución razonable, a pesar del apoyo estadounidense.
Estados Unidos es consciente de que la operación terrestre de Israel en Gaza equivale a una maniobra suicida y, por este motivo, presiona urgentemente en favor de una solución diplomática.
Si los Estados que abogan por un mundo multipolar imponen su propia solución, Estados Unidos quedará indefenso y, al igual que en Siria, la iniciativa pasará de Occidente a Oriente.
Los acontecimientos en Palestina subrayan el hecho de que el mundo se encuentra en medio de una gran transformación. Los gobernantes de ayer luchan con todas sus fuerzas por aferrarse a sus tronos.
Es el momento, y el tiempo se acaba, de que quienes aspiran a liberar a la humanidad de las cadenas de un mundo unipolar den una respuesta unificada a todos estos ataques.
Una respuesta conjunta y contundente a Occidente y a su puesto avanzado en la región, Israel, asestará un golpe decisivo a la unipolaridad.
*Onur Sinan Güzaltan Es licenciado en Derecho por la Universidad Paris-Est Créteil Val de Marne /Paris XII y tiene un máster en Derecho Internacional y Europeo. Obtuvo su certificado de equivalencia de diploma en la Universidad de Galatasaray.
Artículo publicado originalmente en UWI.
Foto de portada: Extraída de al Mayadeen.