Como resultado de un asalto sionista contra la ciudad de Beit Jinn, en el sur de Siria, al amanecer del viernes al menos 14 personas murieron y 25 resultaron heridas tras enfrentamientos entre residentes y el ejército israelí.
Es la última de una serie de agresiones israelíes en el sur de Siria, donde las fuerzas israelíes han bombardeado ciudades e invadido aldeas.
Seis soldados del ejército de ocupación resultaron heridos en los combates después de que la fuerza intentara secuestrar a hombres locales de la zona.
La Corporación de Radiodifusión Israelí (KAN) afirmó que la operación comenzó alrededor de las 3 de la mañana, cuando las fuerzas israelíes llegaron “para arrestar a dos hermanos, activistas de la organización Grupo Islámico” que “fueron arrestados por las fuerzas israelíes mientras estaban en sus camas y sin resistencia”.
Las incursiones israelíes en aldeas del sur de Siria ocurren ahora casi a diario después de haberse apoderado ilegalmente de grandes áreas dentro del territorio sirio y establecido posiciones semipermanentes, aprovechando la caída de Bashar al-Assad y el vacío resultante.
Hace aproximadamente una semana, KAN, citando fuentes israelíes anónimas, informó que las negociaciones sobre un acuerdo de seguridad propuesto entre Israel y Siria “han llegado a un punto muerto”. Añadió que las autoridades israelíes rechazan la exigencia del presidente de facto sirio Ahmad Ak Sharaa de que se retiren todas las fuerzas israelíes de los territorios sirios ocupados durante el último año.
Esta misma madrugada de viernes, un hombre palestino murió después de que un avión no tripulado israelí atacara la ciudad de Bani Suheila, al este de Khan Younis , en el sur de la Franja de Gaza, mientras las fuerzas israelíes lanzaban ataques en Rafah.
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