La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, apuesta por trabajar con China en áreas de «mutuo interés» a pesar de la expansión del gigante asiático en la región estratégica del Pacífico, que ha alertado, entre otros, al gobierno de Wellington.
Ardern, en una entrevista durante la visita oficial que realizó esta semana a Singapur emitida este jueves, calificó de «relación madura» los lazos entre su país y Pekín, aunque a veces afloren desacuerdos.
«Siempre hemos sido coherentes. Donde haya áreas en las que podamos trabajar juntos, lo haremos. Pero siempre habrá áreas en las que no necesariamente estaremos de acuerdo, y si esas áreas surgen, somos muy directos y claros en nuestra posición y eso incluye las cuestiones de derechos humanos», subrayó la mandataria al remarcar la «feroz independencia» de la política exterior neozelandesa.
A pesar de que China es uno de los principales socios comerciales de Nueva Zelanda, el actual gobierno del país oceánico ha elevado en ocasiones el tono respecto a algunas posiciones de Pekín.
Ardern se ha mostrado recientemente muy crítica con el pacto de seguridad firmado el martes, sin conocerse más detalles, entre Islas Salomón y China, ante el temor ante una posible militarización del Pacífico.
El acuerdo entre la pequeña nación insular y el gigante asiático abre la posibilidad de Honiara solicite a Pekín el envío de fuerzas de seguridad ante «cualquier inestabilidad futura», precisó el primer ministro salomonense, Manasseh Sogavare.
Sin embargo, el aspecto que genera más tensión es el temor a que el gigante asiático establezca una base naval en el territorio del Pacífico, algo que niega el gobierno salomonense.
«Una de las razones por las que hemos expresado esta decepción (…) ha sido porque buscamos satisfacer nuestras propias necesidades de seguridad juntos como región. Entonces eso deja la pregunta, ¿qué brecha queda que requiere tal acuerdo con China?», remarcó en la entrevista la mandataria de Nueva Zelanda, un socio histórico de Islas Salomón y otras naciones insulares del Pacífico.
Ardern reconoció que «el mundo está cambiando» y el creciente interés en el Pacífico es una «manifestación de ello», donde Australia firmó el pasado septiembre un acuerdo con Estados Unidos y Reino Unido como contrapeso a China.
La mandataria neozelandesa rechazó unirse a este pacto conocido como AUKUS, por las siglas de los tres países, y remarcó su interés de que este acuerdo beneficie a toda la región en su conjunto.
«Le hemos pedido a Estados Unidos que se interese en la arquitectura económica de nuestra región, no puede tratarse solo de arreglos de defensa y seguridad (…) Debe tratarse del bienestar de la región en su conjunto. Y se está comenzando a ver una respuesta de EE. UU. en ese camino», sentenció Ardern.
*Artículo publicado originalmente en Asia Infonews.
Foto de portada: Prensa Latina