Hace pocos días se llevó adelante en Argentina la Conferencia Sudamericana de Defensa, Southdec 2025. El encuentro, organizado por el Comando Sur de Estados Unidos, fue utilizado por el almirante Alvin Holsey como tribuna para lanzar su prédica contra la “influencia de China en la región”.
Más allá de su repetido intento de demonización del gigante asiático, Washington parece solo ofrecer presiones y amenazas para frenar el vínculo con quien se ha transformado en el principal socio comercial de muchos países de América Latina.
En el encuentro, que se realizó en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Holsey sostuvo que “el Partido Comunista Chino (PCCh) continúa su incursión metódica en la región, buscando exportar su modelo autoritario, extraer recursos y establecer infraestructura de doble uso, desde puertos hasta el espacio”.
“Su presencia e influencia tienen consecuencias de gran alcance en todos los dominios, particularmente en el Cono Sur, donde líneas marítimas vitales de comunicación, como el Estrecho de Magallanes y el Paso Drake, funcionan como cuellos de botella estratégicos que podrían ser utilizados por el Partido Comunista Chino para proyectar poder, interrumpir el comercio y desafiar la soberanía de nuestras naciones o la neutralidad de la Antártida”, sostuvo el jefe del Comando Sur.
En el encuentro también participó el subsecretario de Defensa de los Estados Unidos, Roosevelt Ditlevson y según informó el portal Infobae, señaló: “vine con un mensaje claro: la defensa en el hemisferio es una de las principales preocupaciones del presidente Trump (…). El primer deber de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos es defender el país, y esa defensa comienza aquí, en el hemisferio occidental”.
Según detalló el medio, Ditlevson sostuvo: “China es una amenaza para nuestros pueblos. Controla instalaciones militares, de inteligencia y espaciales en todo este hemisferio”, mientras que sus empresas “se apropian de tierras, se hacen con infraestructura crítica y sectores estratégicos como energía y telecomunicaciones”.
“Quiero ser claro con una cosa: nosotros no buscamos una guerra con China, sin embargo, queremos prevenir que haya una guerra y lo haremos con una disuasión firme y decidida frente a sus amenazas en esta región”, remarcó el subsecretario de Defensa norteamericano.
“Mentalidad de la Guerra Fría”
Tras estas declaraciones de los funcionarios norteamericanos, la Embajada de la República Popular China en Argentina difundió un comunicado en el que su gobierno “expresó su fuerte descontento y categórico rechazo a los ataques maliciosos propagados en las últimas horas por el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, almirante Alvin Holsey, y otros funcionarios de ese país”.
El texto sostiene que “el militar estadounidense y otras personas vienen fabricando la torpe mentira de la ´amenaza china´, además de profundizar una peligrosa preocupación en materia de seguridad, so pretexto de una posible confrontación entre bloques”.
“Ignoran la aspiración de los países de la región por la paz, el desarrollo y la estabilidad; y promueven el juego de suma cero propio de la mentalidad de la Guerra Fría”, afirma.
Luego agrega: “China siempre ha defendido los principios de igualdad y beneficio mutuo, además de mantener intercambios y cooperaciones normales con los países latinoamericanos, dentro de un marco de respeto irrestricto de las normas internacionales y las leyes de los países correspondientes”.
“China nunca ha buscado las llamadas esferas de influencia, ni participado en enfrentamientos geopolíticos, ni incurrido en intromisiones contra terceros (…). Por el contrario, Estados Unidos considera a América Latina y el Caribe su ´patio trasero´, recurriendo con frecuencia a la imposición arbitraria de aranceles, deportaciones violentas, despliegue de tropas, vigilancia y espionaje. ¿Cuál de estas medidas no constituye una interferencia en el comercio y un desafío directo a la soberanía nacional de los países de la región?”.
Por último, el comunicado del gobierno chino, enfatiza que “por todo ello, instamos a Estados Unidos a que reflexione, rectifique, respete la soberanía y la dignidad de los países de América Latina y el Caribe; y que trabaje a favor del desarrollo y la solidaridad de la región”.
Nada nuevo bajo el sol
El intento de demonizar a China y recuperar el control estratégico de América Latina y el Caribe por medio de la presión y la amenaza no es una originalidad del almirante Holsey ni de la actual administración norteamericana.
Ya en 2017, durante el primer gobierno del republicano de Donald Trump (2017-2021) el almirante Kurt Tidd, entonces jefe del Comando Sur de Estados Unidos, en un informe presentado ante el Senado norteamericano, declaró: “En la última década, China, Rusia e Irán han establecido una mayor presencia en la región. Estos actores globales ven la arena económica, política y de seguridad de América Latina como una oportunidad para alcanzar sus objetivos a largo plazo y así avanzar en áreas de interés que son incompatibles con las nuestras y las de nuestros socios”.
En la misma línea, en julio de 2022, durante el gobierno del demócrata Joe Biden (2021 -2025) la entonces jefa del Comando Sur, la generala Laura Richardson, volvió a señalar su preocupación por la influencia de China en la región. “Esta región es tan rica en recursos, minerales de tierras raras, el litio, el triángulo del litio en la región. Hay muchas cosas que esta región tiene que ofrecer. Estoy viendo lo que hacen nuestros competidores [China] y veo en ello una amenaza a la democracia. Creo que están jugando al ajedrez”, sostuvo Richardson, quien repitió este tipo de declaraciones en varias oportunidades
Más recientemente, el candidato a embajador de Estados Unidos en Argentina, Peter Lamelas se presentó ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano para defender su postulación y señaló que “de ser confirmado, me mantendré firme contra la influencia maligna de potencias adversarias en la región, ya sean actores ambiciosos o regímenes autoritarios como Cuba, Venezuela, Nicaragua, China, Irán y otros que buscan socavar los valores democráticos. Voy a trabajar para mantenerlos fuera del continente”.
Lamelas sostuvo que recorrerá las provincias argentinas “para dialogar con los gobernadores y vigilar que no hagan acuerdos con los chinos”.
En declaraciones a PIA – Global, Gabriel Merino, doctor en ciencias sociales e investigador del CONICET, sostuvo que “Estados Unidos intenta recuperar la hegemonía regional, pero tiene el problema de que la realidad económica de la región ha cambiado profundamente. Hoy, el principal socio comercial de Suramérica es China. Eso hace que ese vínculo sea inevitable”.
“A ello se suma que Estados Unidos hoy tiene poco para ofrecer. Por eso mismo lo único que hace es profundizar las presiones políticas, de seguridad o incluso la presencia militar en la región. Con ello busca compensar esa debilidad en que tiene en el plano económico y que cada vez es más evidente”, aseguró.
Merino remarcó que “aunque Estados Unidos sigue siendo un gran inversor a través de la presencia de las multinacionales, la dinámica principal de la región tiene que ver con su vínculo con China y con toda la región de Asia-Pacífico”.
Sumisión incondicional
Según se informó, durante su estadía en Buenos Aires, el almirante Holsey sostuvo encuentros bilaterales con el representante de las Fuerzas Armadas de Paraguay, el general César Moreno Landaira, y el de las Fuerzas Armadas de Chile, el contraalmirante Oscar Manzano.
Cabe destacar que la posición del gobierno argentino quedó bien definida con las declaraciones del ministro de Defensa, Luis Petri, quien aseguró: “para nuestro país es muy importante este encuentro (Southdec 2025), porque ratifica la decisión y el mandato del presidente Javier Milei de alinearnos con la administración de Donald Trump”.
Un alineamiento incondicional que – por lo menos por ahora – no evidencia cuál sería el beneficio para Argentina.
Después del encuentro en Buenos Aires, Holsey viajó a Paraguay para seguir con su prédica por la región.
Héctor Bernardo* Periodista, escritor y profesor de Introducción al Pensamiento Social y Político Contemporáneo – Facultad de Periodismo y Comunicación Social – UNLP. Miembro del equipo de PIA Global
Foto de portada: EditorAZ

