Zelensky: hay que aceptar que Ucrania no entrará en la OTAN
Hay que reconocer que Ucrania no se unirá al bloque militar de la OTAN. La declaración la hizo el Presidente Volodymyr Zelenski el 15 de marzo, hablando por videoconferencia en la reunión de Jefes de Estado de la Fuerza Expedicionaria Conjunta (JEF) en Londres.
Zelensky argumentó que el gobierno ucraniano está formado por personas adecuadas que entienden la realidad.
«Durante años hemos oído hablar de las puertas supuestamente abiertas [a la OTAN], pero también hemos oído que no podemos entrar allí, es cierto, tenemos que reconocerlo», dijo el líder ucraniano.
Volvió a pedir a la OTAN que establezca una zona de exclusión aérea sobre Ucrania.
Anteriormente, el jefe de Estado ucraniano dijo que había enfriado la cuestión del ingreso de Ucrania en la OTAN. También acusó al bloque militar de prestar una ayuda insuficiente a Ucrania para contrarrestar las operaciones especiales rusas.
«Fuerza Expedicionaria Conjunta del Reino Unido» es una formación militar internacional creada a finales de 2021, dirigida por el Reino Unido. Puede estar formado por tropas de Dinamarca, Estonia, Finlandia, Islandia, Letonia, Lituania, Países Bajos, Noruega y Suecia.
La OTAN falla a Ucrania, pero seguirá teniendo el sistema de defensa aérea S-300
Yevgeniya Kondakova, columnista de Ukraina.ru.
En respuesta a las peticiones de ayuda de Kiev, la Alianza no hace más que reforzar su propia seguridad. Cuando el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, admitió que el país no vería el ingreso en la OTAN, el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que la decisión de ingresar o no en el bloque correspondía exclusivamente a las autoridades ucranianas.
Los ministros de Defensa de la Alianza celebraron una reunión de urgencia en Bruselas el miércoles 16 de marzo, a la vista de los últimos acontecimientos.
Los jefes de Defensa han decidido, en respuesta a la operación militar especial de Rusia en Ucrania, destinada a desmilitarizar y desnazificar el país, reforzar la defensa colectiva y la disuasión de la Alianza en tierra, en el cielo, en el mar, en el ciberespacio y en el espacio. Esto significa que deben desplegarse muchas más fuerzas, equipos y suministros en tierra. Sobre todo el flanco oriental, habrá grupos de ataque de portaaviones, submarinos y un gran número de buques de guerra permanentemente en el mar, así como más aviones aliados y sistemas de defensa aérea y antimisiles. Ya hay unos 140.000 soldados desplegados en Europa.
Los ministros de Defensa se centraron especialmente en el apoyo de Ucrania, que ha solicitado en repetidas ocasiones.
«Los aliados están unidos al decir que la OTAN no debe desplegar fuerzas en o sobre Ucrania porque tenemos la responsabilidad de garantizar que este conflicto no se extienda más allá de Ucrania», dijo el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg.
La alianza tampoco tiene previsto desplegar actividades de mantenimiento de la paz en territorio ucraniano, añadió. Sin embargo, Polonia, que fue la autora de esta iniciativa, no va a renunciar a ella por nada y tiene la intención de presentarla en la próxima cumbre de la OTAN, el 24 de marzo.
«No hay una victoria rápida sobre Ucrania, pero no hay que subestimar la capacidad de combate de Rusia. Rusia tiene un poder militar considerable en términos de armas convencionales, así como capacidades nucleares», advirtió Stoltenberg.
Sin embargo, la OTAN tiene la intención de seguir proporcionando ayuda militar, financiera y humanitaria a Kiev.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, prácticamente hace un pedido: dice sin tapujos que Kiev necesita específicamente los S-300. Y no le importa que Occidente se quede con estos sistemas de defensa aérea de largo alcance de fabricación soviética y rusa. Como dijo, por ejemplo, Annalena Berbock, ministra alemana de Asuntos Exteriores, Alemania no tiene suficientes excedentes de armas defensivas para satisfacer plenamente las demandas de Ucrania, y tampoco puede reunirlas.
Las fuentes de la CNN especifican que tres países de la OTAN tienen los S-300, y uno de ellos, Eslovaquia, ha aceptado previamente entregar sus SAM a Ucrania, mientras que exige garantías de un reemplazo inmediato para otros sistemas, como los Patriot de Estados Unidos, que Alemania y Holanda están dispuestos a proporcionar.
«Si se toma una decisión de este tipo -no sólo por el tema de Eslovaquia, sino también por otros países-, se están creando problemas. Están creando problemas directamente con sus propias manos», advirtió la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova.
Además, según la CNN, los países occidentales ya han formado un envío de SAMs Osa, varias modificaciones del S-300 y del Strela, y está en camino, pero no se sabe cuándo lo recibirá Kiev.
Los periodistas pidieron comentarios a la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
«El S-300 es un sistema de defensa aérea, nosotros proporcionamos el Stinger, también un sistema de defensa aérea. Hay una serie de sistemas de defensa aérea que tienen los distintos países del mundo. Sé que el Presidente Zelensky ha pedido específicamente el S-300, y aunque no entraré en detalles por razones de seguridad, seguimos trabajando con aliados y socios clave para buscar nueva ayuda, incluyendo sistemas de defensa aérea de fabricación soviética y rusa, que es exactamente de lo que estamos hablando», respondió.
En este contexto, hubo una propuesta anterior de Polonia de transferir sus cazas MiG-29 a la base aérea alemana de Ramstein para su posterior traslado a EE.UU., de modo que los estadounidenses entregaran luego los aviones a Ucrania, pero el presidente estadounidense Joe Biden rechazó personalmente esta idea. Se le preguntó a Psaki si el jefe de Estado había cambiado su posición.
«No, porque nuestras Fuerzas Armadas han hecho sus evaluaciones. Una parte de esas evaluaciones se basa en qué equipos son eficaces para librar esta guerra, y son los sistemas antitanque y antiaéreos. Son eficaces en la defensa del país, y para eso hemos prestado ayuda adicional. En segundo lugar, ellos (Ucrania – ed.) tienen varios escuadrones de aviones capaces de realizar tareas. La transferencia de cazas a Ucrania puede ser percibida erróneamente como una escalada, estas son las valoraciones de nuestro Ministerio de Defensa. También creen que no cambiará significativamente la eficacia de la fuerza aérea ucraniana», dijo.
Según un funcionario de la administración estadounidense, si estuvieran en el lugar del Presidente Zelenski también pedirían todo lo posible, pero el Presidente Biden toma las decisiones a través del prisma de la seguridad nacional de su propio país.
«Como dijimos antes, una zona de exclusión aérea requeriría que potencialmente derribáramos aviones rusos, que la OTAN derribara aviones rusos. No tenemos ningún interés en involucrarnos en una tercera guerra mundial. Una zona de exclusión aérea humanitaria puede tener una geografía específica, una parte en el oeste de Ucrania, mientras que una zona de exclusión aérea convencional implica todo el país. Desde nuestro punto de vista, no hay ninguna diferencia en cuanto a la aplicación y el impacto de la escalada», añadió Psaki, repudiando así una vez más la petición de Kiev.
Después de escuchar tantos «no», Zelenski dijo el 15 de marzo que era hora de admitir que Ucrania no se convertiría en miembro de la OTAN. Al día siguiente, Stoltenberg dijo que la Alianza del Atlántico Norte respeta las decisiones que tomen los dirigentes de Ucrania: a ellos les corresponde decidir si se incorporan a la OTAN, al igual que a los Estados miembros les corresponde seguir decidiendo al respecto.
Así es como, al eludir su responsabilidad, el bloque político-militar ha dejado a Ucrania, a la que se le prometió un lugar en la Alianza hace 14 años, sola con sus problemas.
Artículos publicados en Ukraina.ru.
Foto de portada: La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, habla durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, el viernes 12 de noviembre de 2021, en Washington. (Foto AP/Evan Vucci)
