El presidente surcoreano saliente, Moon Jae-in, ha instado, este lunes, a que se reanude el diálogo intercoreano, al pronunciar un discurso de despedida en su último día en el cargo, en medio de las crecientes tensiones por las repetidas pruebas de armas de Corea del Norte.
Moon dijo que la paz es una condición de supervivencia y prosperidad para los surcoreanos, deseando “sinceramente” que los esfuerzos para la desnuclearización y la institucionalización de la paz continúen con la reanudación del diálogo entre el Sur y el Norte.
Al revisar sus cinco años como presidente, Moon ostentó su papel para convertir en diálogo y diplomacia la crisis de 2017, cuando Corea del Norte realizó una prueba nuclear y lanzó misiles balísticos intercontinentales (ICBM, según sus siglas en inglés).
Moon dijo que convirtió una “crisis de guerra en la península coreana”, en 2017, en una “fase de diálogo” y elevó las esperanzas de paz y prosperidad en la península coreana.
El presidente saliente, quien se reunió tres veces con el presidente del Comité de Asuntos de Estado norcoreano, Kim Jong-un, en 2018, puso su máxima prioridad en interactuar con Corea del Norte y negoció cumbres entre Kim y el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Sin embargo, desde que la segunda cumbre entre Kim y Trump terminó sin un acuerdo, Corea del Norte ha evitado las conversaciones sobre su programa de armas nucleares. Aunque Corea del Sur apoya la causa antinuclear, tampoco deja tener una industria nuclear propia y eso genera ciertas complejidades hacia afuera también.
En cuanto al nuevo Gobierno del presidente entrante, Yoon Suk-yeol, Moon dijo que espera que el Gobierno de Yoon continúe la historia exitosa de Corea del Sur al heredar y desarrollar los logros acumulados de los Gobiernos previos.
El mandatario saliente expresó que depone una carga pesada como presidente y añadió que regresará ahora a la vida de un ciudadano ordinario y reza para la felicidad de todo el pueblo.
Con respecto a la división política y nacional mostrada en las elecciones presidenciales de marzo, Moon instó a la unidad para abordar los desafíos que afronta Corea del Sur.
Moon dijo que unir los corazones de las personas es más importante que cualquier otra cosa.
Durante el discurso, que duró 10 minutos, Moon mencionó algunos de los logros de su Gobierno, incluidas las medidas antivirus que han puesto el COVID-19 bajo control, la recuperación económica de la pandemia y la iniciativa de la neutralidad de carbono.
Moon expresó agradecimiento al pueblo por ayudar a que su Gobierno alcanzara dichos logros y dijo que se siente orgulloso de trabajar con el pueblo durante su mandato.
Moon sostuvo, posteriormente, reuniones con la presidenta de Singapur, Halimah Yacob, y el vicepresidente de China, Wang Qishan, quienes se encuentran visitando Seúl para asistir a la ceremonia de investidura de Yoon, que tendrá lugar el martes.
Moon también aceptó las dimisiones de tres ministros -de Educación, Yoo Eun-hae; de Justicia, Park Beom-kye, y de Unificación, Lee In-young- en su último día como presidente.
Los tres ministros se encontraban entre los políticos convertidos en ministros en la Administración saliente que acordaron con anterioridad renunciar en el último día del mandato de Moon.
*Artículo editado por el equipo de PIA Global con información de agencia Yonhap.
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