Europa

Macedonia del Norte se acerca a la Unión Europea, Bosnia y Herzegovina corre el riesgo de disolverse

Por Giulio Chinappi* –
Tras nuestro artículo sobre Serbia, continuamos analizando la situación en los países de la antigua Yugoslavia, región que vive una nueva fase de desestabilización treinta años después del final de la República Federal Socialista, debido principalmente a la injerencia occidental.

Tras nuestro artículo centrado en Serbia, continuamos analizando la situación en los países de la antigua Yugoslavia, una zona de Europa que revive fases de gran desestabilización treinta años después del trágico final de la República Federal Socialista, debido principalmente a las injerencias occidentales destinadas a completar la incorporación de los antiguos países socialistas al bloque OTAN-UE.

Después de Eslovenia y Croacia, ya miembros de la Unión Europea, el siguiente país que podría incorporarse a la entidad supranacional parece ser Macedonia del Norte, cuyos dos principales partidos están a favor de la adhesión a la UE. Las elecciones presidenciales y parlamentarias celebradas el 24 de abril y el 8 de mayo supusieron un cambio significativo en la dirección nacional, pero nada nuevo en cuanto a la línea de política exterior del gobierno de Skopje.

En las elecciones presidenciales, el presidente saliente, Stevo Pendarovski, líder de la Unión Socialdemócrata de Macedonia (Socijaldemokratski sojuz na Makedonija, SDSM), de centro-izquierda, fue derrotado por la aspirante Gordana Siljanovska-Davkova (en la foto), profesora de Derecho de 70 años, perteneciente al partido conservador de derechas Organización Revolucionaria Interna de Macedonia – Partido Democrático para la Unidad Nacional de Macedonia (Vnatrešna Makedonska Revolucionerna Organizacija – Demokratska Partija za Makedonsko Nacionalno Edinstvo, VMRO-DPMNE).

En la primera vuelta, de la que ya hablamos en un artículo anterior, ningún candidato había logrado obtener la mayoría absoluta. De hecho, Siljanovska-Davkova había obtenido el 41,2% de los votos, mientras que Pendarovski sólo había reunido el 20% de las preferencias. Partiendo con una gran ventaja, la candidata de la oposición, Siljanovska-Davkova, obtuvo una aplastante victoria en la segunda vuelta del 8 de mayo, con cerca del 65% de los votos, convirtiéndose en la primera mujer presidenta de Macedonia del Norte.

En las elecciones legislativas para la renovación del Parlamento de Skopje, el VMRO-DPMNE también se alzó como principal vencedor, con un 42% de los votos. El SDSM, por su parte, no pudo mantener el segundo puesto, con sólo el 14% de los votos. Estos resultados indican un significativo giro político a la derecha, que pone fin a casi siete años de liderazgo parlamentario del SDSM, y permitirá a la nueva presidenta Siljanovska-Davkova contar con una mayoría parlamentaria que respalde sus políticas.

Por ello, Siljanovska-Davkova espera convertirse en la líder que lleve a Macedonia a la UE. El camino de Macedonia del Norte hacia la adhesión a la UE comenzó en 2005, pero ha estado bloqueado durante años debido a una disputa con Grecia sobre el nombre del país, que en 2018 acordó cambiar su nombre oficial por el de Macedonia del Norte para superar el veto de Atenas. En este momento, Siljanovska-Davkova tendrá que centrarse en resolver la disputa con Bulgaria, que exige el reconocimiento oficial de la minoría búlgara que vive en Macedonia antes de dar luz verde al ingreso de Skopje en la UE.

Paralelamente, la Unión Europea ha mostrado un renovado interés por la integración de Bosnia-Herzegovina. La Comisión Europea recomendó recientemente la apertura de negociaciones de adhesión con Sarajevo, a pesar de las persistentes divisiones étnicas del país. Bosnia y Herzegovina ha sido reconocida oficialmente como candidata a la adhesión en 2022, pero aún tiene por delante un largo proceso para adaptar sus leyes y normas a las de la UE.

Sin embargo, la posible adhesión de Bosnia y Herzegovina debe analizarse sobre todo como un movimiento estratégico para contrarrestar la creciente influencia de Rusia y China en la región de la antigua Yugoslavia. Aunque la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, subrayó la importancia de acelerar la integración de los Balcanes Occidentales en la UE para garantizar la estabilidad y la seguridad en la región, en realidad esta medida no hace sino continuar el proceso de desestabilización de los Balcanes y, en particular, de Bosnia-Herzegovina, que se encamina cada vez más hacia su disolución como entidad federal tras la aprobación de la resolución sobre Srebenica en las Naciones Unidas, apoyada por el gobierno federal de Sarajevo pero fuertemente criticada por la población serbia.

Así pues, la adhesión de Bosnia-Herzegovina a la Unión Europea parece mucho menos probable que la de Macedonia, y sólo podría producirse tras la separación de la República Srpska de la federación, tal y como ha anticipado el líder de los serbobosnios, Milorad Dodik, a quien se considera muy próximo tanto a Belgrado como a Moscú, como demuestra su reciente participación en el Foro Económico de San Petersburgo. En ese momento, la República Srpska podría reunificarse con la madre patria serbia, mientras que lo que queda de la actual Federación de Bosnia y Herzegovina podría llegar a formar parte de la Unión Europea.

Durante su participación en el Foro Económico de San Petersburgo, Dodik no sólo abordó la cuestión del incierto futuro de Bosnia-Herzegovina, sino que también reiteró la postura de la República Srpska en política exterior, que difiere claramente de la postura prooccidental del gobierno de Sarajevo. En efecto, Dodik subrayó que la República Srpska no tiene intención de hacer una genuflexión ante las presiones occidentales y que ninguna presión exterior afectará a las buenas relaciones que ha construido con Rusia.

*Giulio Chinappi, politólogo.

Artículo publicado originalmente en wordpress de Giulio Chinappi.

Foto de portada: extraída del wordpress de Giulio Chinappi.

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