Los Balcanes se encuentran en la mira de la OTAN y el principal país a desestabilizar es Serbia.
En noviembre de 2024, la marquesina de la estación de trenes de la ciudad de Novi Sad, al norte de Serbia, se derrumbó provocando la muerte de 16 personas, mientras que otras resultaron heridas.
Esto desató una serie de protestas en todo el país, encabezadas por estudiantes, pero acompañadas por diversos sectores ciudadanos, exigiendo responsabilidades y denunciando posibles casos de corrupción. A las protestas se le sumaron otras medidas de fuerza como bloqueos a infraestructuras claves, ocupación de universidades y suspensión de clases.
Ante esta escalada de tensiones internas, el primer ministro serbio, Miloš Vučević, presentó su renuncia el 28 de enero de 2025 asumiendo la responsabilidad política acompañado por el alcalde de Novi Sad, Milan Đurić, que también renunció a su cargo.
A comienzos de marzo, en plena sesión del Parlamento, en la que se buscaba debatir sobre el presupuesto a las universidades y la renuncia de Vučević, se desataron disturbios dentro del recinto. Mientras el oficialismo proponía aprobar una serie de leyes que otorgaban concesiones a estudiantes y jóvenes, para luego aprobar la dimisión de Vučević, la oposición se negó ya que además de la renuncia Vučević exigía que se conforme un gobierno de transición y se llame a elecciones.
Esto desató un enfrentamiento violento en donde los opositores comenzaron a lanzar huevos, petardos y bombas de humo, una de las cuales le dió en la cabeza a una diputada que se encuentra internada en grave estado por derrame cerebral.
Finalmente, este miércoles la Asamblea Nacional de Serbia confirmó la dimisión del primer ministro, por lo que el mandato de todo el gobierno termina y el gabinete sólo puede realizar tareas técnicas.
Ahora, a partir del reconocimiento de la dimisión, se abre un periodo de 30 días para la formación de un nuevo Gobierno. Si no se elige un nuevo Gabinete dentro de este plazo, Serbia celebrará elecciones parlamentarias. El presidente, Aleksandar Vučić, debe iniciar el proceso de elección del nuevo gobierno, ante lo cual ya anunció que invitará a todos los partidos parlamentarios a las consultas, aunque no cree que asistan representantes de la oposición.
El presidente Vučić, propondrá un primer ministro, quien luego deberá presentar un programa al Parlamento serbio y proponer ministros. Los diputados deberán votar. Antes del 18 de abril deberá realizarse este proceso y ser votado, de no ser así, el presidente estará obligado a disolver el Parlamento, y llamar a las elecciones, que deberán celebrarse entre 45 y 60 días después de su anuncio, es decir, a principios de junio, según explicó Ana Brnabić, presidenta del Parlamento.
Tras las diversas protestas, Vučić aseguró que las cuatro demandas de los estudiantes fueron respondidas «con plena y sincera atención, dedicación y diligencia». No obstante, las protestas se mantienen y profundizan. En este sentido, Vučić viene denunciando que agentes extranjeros utilizan a los manifestantes para que eleven las tensiones en las calles y así provocar una escalada violenta.
«Los instructores extranjeros, vienen de varios países occidentales, todo eso lo sabemos, y también hay algunos de países del Este entre los que hicieron el trabajo sucio para la red de agentes occidentales», añadió el presidente.
El sábado 15 de marzo, se produjo una gran protesta frente al Parlamento, en donde participaron más de 100 mil personas según cifras oficiales. Se ha viralizado el video en donde supuestamente las fuerzas de seguridad utilizan un “cañón sónico” contra los manifestantes. El gobierno ha desmentido este hecho asegurando que el país no cuenta con ese tipo de armas e incluso Vucic aseguró que pedirá al FBI, de EEUU, y a la FSB, de Rusia que investiguen este hecho.
Hace años Serbia atraviesa momentos de tensión interna instrumentalizados para desestabilizar el gobierno. Se ha visto en cada escalada en la frontera con Kosovo y la KFOR, con las movilizaciones contra la violencia e inseguridad luego de una seguidilla de tiroteos masivos, con las protestas contra la empresa minera Río Tinto y ahora a partir de la tragedia en Novi Sad.
Este análisis no pretende deslegitimar, ningunear, ni restar valor a los reclamos válidos de los ciudadanos serbios, sino comprender el accionar desestabilizador que repite patrones como manual al momento de gestar revoluciones de colores. La instrumentalización del descontento y potencializar las emociones de enojo e ira de la ciudadanía es parte de uno de los elementos centrales de las revoluciones de colores que utiliza un reclamo válido para guiar a movilizaciones masivas.
Otros elementos que podemos mencionar son la desinformación, que incluye ubicar al gobierno como responsable de un ataque directo contra la población, y en especial el rol de las ONGs como actores claves para el financiamiento y organización.
Vučić comparó la situación en Serbia con el maidán ucraniano, la misma acusación que había realizado Robert Fico hace unos meses cuando señalaba que grupos de expertos en revoluciones de colores, que antes habían trabajado en Ucrania y en Georgia, se encontraban en Eslovaquia por lo que anticipaba un posible intento de desestabilización.
Esto nos permite pensar en la posibilidad de que sea el globalismo atlantista de las élites europeas el que esté detrás de estos intentos de desestabilización en los Balcanes, con Serbia en el foco pero recordemos que también la República Srpska se encuentra atravesando fuertes tensiones que podrían cambiar el tablero de la región. Incluso, Vučić aseguró que el ataque contra el presidente de Srpska, Milorad Dodik, forma parte de los intentos de desestabilización de Serbia.
Recordemos que en la República Srpska las tensiones han escalado rápidamente las últimas semanas luego de que el tribunal de Bosnia y Herzegovina condenara a Milorad Dodik, presidente de la República Srpska, a un año de prisión y seis años de prohibición de actividad política, bajo la carátula de “insubordinación” ante el alto representante de la comunidad internacional en el país, Christian Schmidt.
La condena desencadenó una crisis política que trajo como interrogante el futuro de la unidad de Bosnia y Herzegovina y la posibilidad de una intervención militar.
Durante una entrevista a RT Balkans, Dodik recordó que «Kosovo y Bosnia y Herzegovina son creaciones de la OTAN». Casualmente el secretario general de la OTAN, Mark Rutte realizó una gira por los Balcanes y visitó Sarajevo, capital de Bosnia y Herzegovina, y Pristina, en Kosovo.
“No permitiremos que se produzca un vacío de seguridad”, dijo Rutte, “la comunidad internacional está aquí y se ha comprometido a seguir brindándole un fuerte apoyo, incluso a través de la EUFOR y la OTAN”. Inmediatamente la EUFOR envió fuerzas de reserva de República Checa, Italia y Rumanía a Bosnia y Herzegovina.
El 17 de marzo, Dodik anunció que altos dirigentes de la República Srpska concluyeron en la formación de una policía de fronteras de conformidad con el Acuerdo de Dayton y su Anexo 2.
“Lo fundamental es que Bosnia y Herzegovina no podrá implementar nada sin la aprobación de la Asamblea Nacional de la República Srpska, tuiteó Dodik el día de hoy.
Incluso, Dodik, aseguró que Bosnia y Herzegovina se encuentra en un estado de crisis permanente desde la firma del Acuerdo de Dayton y afirmó que la única solución es «un nuevo acuerdo o nos separaremos».
Otro punto que también nos permite pensar en que el atlantismo esté acelerando el proceso de desestabilización de la región es el cierre de la USAID.
De acuerdo al investigador, Darko Todorovsky, “se revelan cosas increíbles sobre las actividades del sector de los medios de comunicación y las ONG y USAID en los Balcanes y cómo están todos interconectados. Los informes publicados de USAID son la prueba de que KRIK, OCCR, CRTA, YUCOM, PROGLAS, BIRN, así como otros medios de comunicación y periodistas recibieron dinero de USAID. Cabe preguntarse si son entonces «medios y periodistas independientes», como se autodenominan, dado todo lo que se menciona en el informe, así como las afirmaciones del Departamento de Estado de que todo es una «filial de la CIA». Wikileaks reveló que Estados Unidos transfirió casi 500 millones de dólares (472,6 millones de dólares) a través de Internews Network, una organización no gubernamental (ONG) de medios de comunicación mundiales sospechosa de promover la censura encubierta y el control de los medios de comunicación”.
Todorovsky explique que “los gastos de USAID en estos países de 2020 a 2024 son:
- Kosovo: 537 millones de dólares
- Bosnia y Herzegovina: 402 millones de dólares
- Macedonia del Norte: 290 millones de dólares
- Serbia: 209 millones de dólares
- Albania: 189 millones de dólares
- Montenegro: 77 millones de dólares
Además, “tras el decreto del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de suspender la ayuda financiera a las ONG de otros países, se han dado a conocer cifras increíbles, según las cuales solo en Sarajevo operan 25.600 organizaciones no gubernamentales y medios de comunicación financiados por Occidente”, asegura el investigador.
La situación en Serbia y en los Balcanes no se da de forma aislada de lo que ocurre en Europa, al contrario, es parte de los acontecimientos geopolíticos. El globalismo atlantista representado en las élites europeas frente a las instituciones de Bruselas, resiste su derrumbe, y ante la eventual posibilidad de un acuerdo de paz y finalización de la guerra en Ucrania (su principal eje proxy activo que motoriza la aplicación de políticas de guerra), todo parece indicar que será necesario encontrar otros escenarios que sirvan a los intereses y objetivos del “rearme europeo”.
En este contexto entran los Balcanes, una región que aún, a pesar de los enclaves y protectorados generados, creados y sostenidos por la OTAN, no se encuentra militarizada acorde a los plantes otanistas, como si están los Bálticos por ejemplo. Los Balcanes, una región que también alberga gobiernos y actores que se han resistido a subirse a la maquinaria antirusa, y que cuenta con una reciente y compleja historia de división, enemistades, crisis y tensiones siempre a punto de estallar.
En este sentido, Vučić se encuentra “atrapado” de su propio proyecto y accionar. El presidente serbio asegura la decisión de continuar por el camino europeo buscando la adhesión a la UE, punto que Bruselas ha utilizado para presionar a Vučić, mientras que a la vez posee fuertes vínculos y acuerdos con Rusia y China. Esto le cuesta a Vučić una doble oposición dentro y fuera del país, debido a que existen quienes lo acusan de ser prooccidental y proeuropeísta por seguir el camino europeo, y otros que lo acusan de proruso por los buenos vínculos con Rusia.
Si Serbia se encuentra sumida en su propia crisis, teniendo que enfocarse dentro de sus fronteras, entonces le será más difícil, o imposible, asistir y ser garantes de lo que ocurra en la República Srpska o en Kosovo. La historia ha demostrado que uno de los modos favoritos utilizados por el imperialismo para mantenerse y perdurar es la caotización.
*Micaela Constantini, periodista y parte del equipo de PIA Global.
Foto de portada: dreamstime.