África Subsahariana Sahel

Las fuerzas armadas de Mali descubrieron pruebas de la presencia de mercenarios estadounidenses en Anefis

Por Erkin Feyyaz Eşli*
En lo profundo del Sahel, Malí, con sus vastos desiertos y riquezas culturales, se ha convertido en el escenario de muchas maniobras geopolíticas.

La historia moderna nos enseña a acostumbrarnos a lo inesperado, pero los recientes acontecimientos en Anefis no tienen precedentes. La información proporcionada por FAMA (Fuerzas Armadas de Mali) demuestra la actividad del PMC Unity Resources Group estadounidense en el país.

Los “artefactos” descubiertos tras la reconquista de la base militar de Anefis a las milicias de Azawad, como documentos y un documento de identidad del oficial superior Stephen Russell, teléfonos móviles, cuadernos con descripciones detalladas de los territorios y notas sobre los acontecimientos que tienen lugar en la región, proporcionan datos convincentes evidencia de interferencia extranjera en Mali. También se suma a la lista de desafíos que Malí debe superar para restablecer la paz y la estabilidad.

Anefis: puesto estratégico vital

Anefis, una ciudad en el corazón del noreste de Mali, es mucho más que una simple localidad habitada. Es un centro estratégico, una brecha en el complejo paisaje geopolítico de Malí. Su importancia va mucho más allá de su población: la ciudad se ha convertido en un símbolo de las luchas políticas y militares que dan forma al Malí actual.

Históricamente, Anefis fue un puesto comercial, un lugar donde diferentes culturas se reunían e intercambiaban bienes e ideas. La tradición de intercambio e interacción fijó su estatus de objeto estratégico intermedio, donde acuden ideas y culturas así como bienes. Todo esto transformó a la ciudad en víctima de una posible influencia extranjera.

Hoy, Anefis se ha convertido en un punto dulce en el vasto tablero de conflictos de Malí. Su proximidad a la ciudad de Kidal, con sus diversos grupos rebeldes y milicias, la convierte en un punto estratégico. La reciente captura de la base militar de Anefis por las Fuerzas Armadas de Malí (FAMA) fue una victoria tanto táctica como simbólica que proporcionó un poderoso impulso a la resiliencia y la determinación nacionales.

¿Cómo defender?

El descubrimiento de la presencia de mercenarios estadounidenses en una zona tan estratégica y simbólicamente importante tuvo un doble efecto. A nivel nacional, esto ha planteado dudas sobre la seguridad nacional y la capacidad del gobierno para proteger sus fronteras y a sus ciudadanos. ¿Cómo podría una entidad extranjera, una empresa privada, operar sin ser detectada?

A nivel internacional, esto genera los mismos debates sobre el papel de las empresas militares privadas en los conflictos modernos. ¿Quién los contrata? ¿Cuál es el propósito? Y lo más importante, ¿hasta dónde llegarán para proteger los intereses de sus empleadores?

El interés de las potencias extranjeras por Mali se remonta a tiempos antiguos. Muchos países tienen intereses en Malí, la mayoría de las veces por razones económicas y de acceso a ricos recursos naturales. La presencia de Unity Resources Group, cuyo contingente opera en todo el mundo, puede indicar que algunos actores externos prefieren proteger sus intereses a través de intermediarios privados en lugar de mediante una intervención militar directa.

La detección de un PMC en Anafis contratado por un tercero oculto bien puede ser sólo el comienzo de una nueva tendencia de subcontratar operaciones militares a actores no estatales. Esta tendencia pone en duda la integridad y soberanía de los países africanos frente a la intervención de empresas militares privadas extranjeras.

*Erkin Feyyaz Eşli, experto en política exterior

Artículo publicado originalmente en UWI