Si las elecciones municipales son un termómetro para la gestión de Lula, los resultados de este domino deberían generar mucha preocupación.
En efecto, el Partido Liberal de Jair Bolsonaro fue el partido más votado en cantidad de votos al pasar de 4,7 millones en 2020 a 15,7 millones en 2024, un aumento del 236 por ciento que ubica al ex presidente como el gran elector de la derecha brasileña.
Sin embargo, uno de los objetivos del partido bolsonarista era ser el de más cantidad de las alcaldías, algo que no será posible por quedar por debajo del Partido Socialista Democrático, el MDB de Michel Temer y los partidos del denominado Centrao, Unión Brasil y Progresistas, del presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira.
Que el PSD sea el partido con más intendencias (882) tiene una doble lectura. La primera es positiva para Lula porque se trata de su aliado principal, el sector de su vice Geraldo Alckmin y otros ministros importantes y de parte de su base en el Congreso, pero al mismo tiempo puede ser una presión adicional para tener más incidencia en el gobierno porque en capilaridad territorial tienen más desarrollo que el PT.
«El PSD es la fuerza de izquierda más grande Brasil. Su líder, Gilberto Kassab deberá sentarse con Lula a actualizar las condiciones de su alianza», dijo a LPO una fuente que conoce de cerca la política brasileña.
El MDB (Movimiento Democrático Brasileño) de Michel Temer es el partido con más alcaldes electos en Brasil, pero quedó segundo en lugar en la suma total de prefecturas luego de décadas de hegemonía.
En el caso del Partido de los Trabajadores, quedó en el noveno puesto del ranking de intendencias con 248 intendencias, 66 alcaldes más respecto a 2020 pero todo indica que terminará el proceso electoral, luego de la segunda vuelta del 27 de octubre, sin gobernar ninguna ciudad importante por tercera vez consecutiva.
De los candidatos por el presidente para estas elecciones en las ciudades importantes, solo habrá dos que competirán en segunda vuelta: Guilherme Boulos en San Pablo (que no es del PT sino del PSOL), María Do Rosario en Porto Alegre y Evandro Leitano en Ceará, todos con muy pocas chances de victoria.
Un tercero que puede anotarse es Eduardo Paes que logró una victoria contundente en Río de Janeiro en primera vuelta, pero tiene peso propio y a pesar de la alianza con Lula no es correcto anotarle al líder del Partido de los Trabajadores ese triunfo.
De los balotajes que se disputarán en tres semanas, la que se lleva todas las miradas es la disputa paulista entre Boulos y Ricardo Nunes, dos candidatos apoyados por Lula y Bolsonaro respectivamente y que será leído en clave nacional.
Cabe recordar que Nunes, actual mandatario paulista, no es del riñón bolsonarista y tiene un vínculo más fuerte con el gobernador Tarcisio Gomes de Freitas, uno de los anotados para reemplazar a Bolsonaro en la candidatura de la derecha, pero no cuenta con el aval del ex presidente ni su familia.
Una fuente importante de la política paulista explicó a LPO que «Bolsonaro va a intentar vender a Nunez como su candidato, pero es de Tarcisio de Freitas». «Eso no es un tema menor porque hay una disputa y Bolsonaro la está jugando todo por su amnistía, no tiene ningún interés en pasar la jefatura del bloque de las derechas a Tarcísio, al gobernado de Goias, Rolando Caiado o al de Minas Gerais, Romeo Zema. Quiere ser él o alguien de su familia», concluye.
Augusto Taglioni*. Periodista especializado en política internacional
Este artículo ha sido publicado en el portal apoliticaonline.com
Foto de portada: AP
Highly descriptive blog, I loved that bit. Will there be a part 2? http://www.die-seite.com/index.php?a=stats&u=jacqueseaton