La deuda externa Argentina se incrementó en el gobierno de la alianza neoliberal Cambiemos -de 2016 a 2019- en más de cien mil millones de dólares.
La deuda colocada en bonos públicos (Títulos de Deuda del Tesoro de la Nación) fue aprobada en los presupuestos anuales de la Administración Nacional 2016-2019 por el Congreso de la Nación en forma de Ley.
En cambio la deuda con el FMI fue tomada sin cumplir con los mandatos constitucionales que exige que sea previamente autorizada por el Congreso de la Nación y, cuando se aceptó el crédito no se cumplió con esa autorización, incluso violentando el propio estatuto del Fondo que en su Art. 6to Inciso “(a)” dice que no se le puede prestar a un país en fuga de capitales y, fue lo que hicieron, es más, fue lo que propiciaron para endeudar a la Argentina.
Con fecha 21 de mayo de 2020 el Banco Central (BCRA) publicó el Informe «Mercado de cambios deuda y formación de activos externos, 2015-2019» que demuestra que de la deuda tomada por la gestión de Cambiemos, la “fuga de capitales” del período comprendido entre diciembre de 2015 y octubre de 2019 alcanzó los 86.200 millones de dólares. Aumentaron la deuda y prácticamente el 85% de la misma no se invirtió en el país y se convirtió en activos financieros de residentes argentinos en el exterior.
Es más, ese Informe sostiene que en total, 6.693.605 personas físicas y 85.279 personas jurídicas compraron los 86.200 millones de dólares durante la gestión de Cambiemos, pero los 100 mayores adquirieron 24.679 millones de dólares
Ni el BCRA (que armó el listado), ni el gobierno nacional dieron a conocer los nombres de los que compraron las divisas en que se endeudaba el Tesoro de la Nación de la gestión de Cambiemos, pero sí lo hizo el semanario digital El Cohete a la Luna en “Los 100 de Macri”, del 24 de mayo de 2020 firmada por su director, Horacio Verbitsky, lista jamás desmentida por los interesados ni por el BCRA.
Entre esos grande fugadores están Telefónica Argentina con 1.248,2 millones de dólares y Pampa Energía SA (del grupo Midlin y Josep Lewis) con 903,9 millones de dólares [1]; Monsanto Argentina SA (donde hizo toda su carrera Gustavo Idígoras, actual Presidente de CIARA-CEC y conspicuo miembro del Consejo Agroindustrial Argentino); el Grupo Clarín con Directv Argentina S.A. y Telecom Argentina SA.
Asimismo, el grupo Techint con Siderar SA; Hidrovía Paraná SA (que es la empresa que tiene la concesión del dragado del Río Paraná); Aceitera General Deheza, una de las grandes beneficiadas con las privatizaciones y concesiones del menemismo, que posee tres puertos propios (uno de ellos socio con la multinacional Bunge) en los 70 kilómetros del nodo portuario del Gran Rosario-Santa Fe. Y también están Arcor SA de la familia Pagani; el Grupo Galicia de los Braun, Ayerza y Escasanny [2]; el Banco HSBC; y el Grupo IRSA de Eduardo Elsztain, entre otros.
Ninguna de las 100 empresas de la lista de los que compraron 24.679 millones de dólares, puede demostrar en sus estado contables de dónde detrajeron los recursos para poder comprar esa cantidad de dólares entre 2016 y 2019, lo que supone delito de evasión fiscal y fuga de capitales para los compradores, e incumplimiento de las leyes, incluida la de “lavado de activos” para los bancos, que le vendieron esos dólares del BCRA y no tomaron los recaudos del origen de los fondos.
La sanción del Senado
El Proyecto de ley de los senadores nacionales del oficialista Frente de Todos crea un fondo en dólares para la cancelación de la deuda con el FMI, que se constituye por un aporte especial de emergencia que se aplicará sobre los activos de residentes en el país que se encuentren en el extranjero y que no han sido declarados al fisco.
Las generales de la ley les cabe a las 100 empresas presentadas en el listado de El Cohete a la Luna, pero tomemos un caso flagrante y demostrativo de la evasión y de la fuga de capitales, porque no pueden demostrar en los informes contables y financieros cómo hicieron para comprar tal cantidad de dólares, que debe ser el principio rector de la investigación de la fuga de capitales con dinero no declarado al Estado.
El Grupo Arcor SA, cuyo Presidente del Directorio es Luis Pagani y, son miembros su familia y el matrimonio compuesto por Víctor Daniel Martín y Claudia Elena Bassano, quienes poseen el 99,68% y 99,68% de participación en el capital y en los votos respectivamente, siendo la actividad principal de la sociedad controlante la realización de operaciones financieras y de inversión.
El grupo presenta su Memoria y Balance General anual ante la Comisión Nacional de Valores dado que cotiza en Bolsas de Comercio del país y, ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), de acuerdo a las normas internacionales de información financiera (NIIF) y de las normas impositivas del país.
En los mismos deben presentar un cuadro de flujos de fondos, denominado “Estado de Flujos de Efectivos Consolidados” en el que debe constar el aumento neto de efectivo y, en el equivalente de efectivos que es donde se contabiliza la compra de las divisas. Ese cuadro se combina con otro que es el de Activos y Pasivos en moneda extranjera y de ambos resulta la información de cuántos dólares fueron adquiridos por la empresa en el ejercicio fiscal.
El Grupo Arcor SA aparece en el listado de marras comprando divisas en los años 2016-2019 por medio de dos de sus empresas controladas: Arcor SAIC .que adquiere 255.016.559 dólares estadounidenses- y, por Bagley Argentina SA -que compra 105.700.041- de la divisa de estadounidense.
La Memoria y Balance General del Grupo Arcor SA describe que colocó en ese lapso dos obligaciones negociables (deuda que puede convertirse en acciones de la sociedad deudora) por un total de 500 millones de dólares (350 millones el 6 de julio de 2016 y 150 millones de dólares más, el 19 de junio de 2017, ambas obligaciones negociables con vencimiento el 6 de julio de 2023).
Contabiliza otros tipos de obligaciones negociables y deudas en pesos con los que tiene participación en el capital accionario de “La Serenísima”, por eso es que pese a tener un resultado positivo en los años 2016 y 2017, el resultado neto del efectivo y equivalente de efectivo del cuadro Estado de Flujos de Efectivos Consolidados fue negativo. Y en los años 2018 y 2019, cuando opera con un resultado económico negativo (resultado pérdida), sin embargo logra tener un excedente en efectivo
Suponiendo exageradamente que todo ese efectivo lo hayan podido convertir en dólares al tipo de cambio oficial, sumaría 65, 4 millones de dólares, pero aparece adquiriendo a través de dos de sus firmas controladas, la suma de 360,7 millones de dólares.
¿Qué hace el gobierno de Alberto Fernández? Invita a cenar a la residencia presidencial de Olivos a Luis Pagani, presidente de Arcor junto al Ministro de Economía Martín Guzmán, el jueves 19 de mayo 2022. Y el lunes 23, el grupo Arcor incrementó todos sus precios (dulces, mermeladas, caramelos, chocolates, galletitas, tomates envasado, salsas de tomate, pan Bimbo, etc. etc.) en un 10%.
O sea que el gobierno no lo investiga, no le inquiere para saber cómo hizo para comprar más de 360 millones de dólares durante la gestión de Cambiemos y, encima, el empresario se le burla aumentando los precios sin fundamento alguno y, en este caso, tampoco el gobierno le aplica la Ley 20.680 de Abastecimiento.
En síntesis
Arcor es un ejemplo de la conducta de los grandes empresarios de la Argentina, lo que muestra que se deben realizar las debidas fiscalizaciones comenzando por las 100 primeras empresas compradoras de dólares en el período 2016-2019, quienes deben justificar la diferencia entre las compras de divisas realizadas y la disponibilidad de recursos que firman en sus estados contables.
A su vez, los bancos, por la ley 25.246 de Encubrimiento y Lavado de Activos que data del año 2000, deberían haber exigido a los compradores de divisas que demuestren fehacientemente el origen de los recursos y no lo hicieron. Si lo llevaron a cabo fue en forma deficiente y, también deberían ser sancionados por ello. Incluso los funcionarios de los bancos oficiales, que eran administrados en esos años por Cambiemos, deberían rendir cuenta de porqué le vendieron dólares a esas empresas.
La deuda beneficia a una minoría que la fugó casi en su totalidad. Esa minoría es más que probable y mayor protagonista de esa fuga, fondos que se los administran los grandes fondos de inversión que son a su vez los que influyen sobre EEUU y sobre el FMI. Por eso es imprescindible la investigación de las compras de divisas, para que la deuda la paguen los que la fugaron.
Notas:
*Licenciado en Economía por la Universidad de Buenos Aires. Profesor a cargo de la asignatura Política Económica de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), y de Instituciones Monetarias e Integración Financiera Regional en la Facultad de Ciencias Económicas (UBA). Miembro de la Comisión de Economía de la Fundación Estado, Trabajo y Producción (FETyP). Vocal de la revista Realidad Económica. Fue Director Nacional de Programación Macroeconómica en el Ministerio de Economía y Finanzas de la Nación. Autor de numerosos trabajos publicados sobre los temas económicos y financieros.
Referencias:
[1] En ambas empresas (Telefónica y Pampa Energía) Larry Fink titular del fondo BlackRock, reconoce que tiene participación en su capital.
[2] Larry Fink reconoce participación en el capital accionario del Grupo Banco Galicia por un 18,8% del total.
Fuente: https://estrategia.la/