Asia Occidental

Jordania en una encrucijada: tensión política en el país, malestar en el exterior

Por Malek Al Athamna*- La Hermandad Musulmana fue prohibida en abril, pero su ala política sigue siendo popular e inquieta. ¿Cómo logrará el Estado la cuadratura del círculo mientras implementa reformas estructurales y gestiona las crisis locales?

En Amán, la capital jordana, lo que dicen los analistas en los programas de entrevistas locales por satélite y lo que comparten con franqueza en los salones privados de la ciudad pueden ser dos cosas distintas. Con más preguntas que respuestas, reina la ansiedad en la ciudad. Políticamente, la situación parece tranquila, pero hay una tensión fundamental y subyacente, como si el Estado se estuviera preparando silenciosamente para tomar decisiones importantes y trascendentales.

El gobierno del primer ministro Jaafar Hassan es tecnocrático, se basa en datos y se sustenta en una paciencia ciudadana inusualmente alta. Sin embargo, en el parlamento hay teatralidad, en particular por parte del Frente de Acción Islámica (FAI), el brazo político de la Hermandad Musulmana, que el 23 de abril fue proscrito como “organización ilegal” tras 80 años de operaciones en Jordania. Esto se produjo tras la detención, por parte de los servicios de seguridad, de individuos sospechosos de planear ataques con cohetes y drones.

A pesar de todo lo que se habla de reformas, los partidos políticos jordanos siguen paralizados, incapaces de convertirse en vehículos significativos para el cambio, mientras que a su alrededor la situación exige acción. En el sur de Siria, la paz es, en el mejor de los casos, frágil, mientras que la Cisjordania ocupada se tambalea al borde del abismo.

Entre bastidores, el rey Abdullah II ha viajado al extranjero en privado, alimentando los rumores de cambios en el aparato militar y de seguridad del estado. ¿Será una auténtica reestructuración del Estado jordano o solo suficiente para capear el temporal regional?

Salud y ferrocarril

A pesar de la aparente coherencia de su mensaje económico, el gobierno de Jaafar Hassan sigue siendo políticamente vulnerable, dependiendo principalmente de la confianza real y de la esperanza tímida de un alivio económico aplazado. Al tener que deshacer las decisiones, a menudo erróneas, de sus predecesores, corre el riesgo de perturbar intereses arraigados y erosionar aún más la confianza en la coherencia general de la acción estatal.

Sus reformas estructurales hasta la fecha han sido positivas, especialmente en el sector salud. Un acuerdo histórico con el Centro Oncológico Rey Hussein amplía el seguro médico, lo que marca un cambio fundamental en la filosofía de la salud pública del país. Aborda las ineficiencias administrativas y financieras persistentes que han afectado a los servicios médicos esenciales durante décadas, pero, aún más importante, replantea la responsabilidad del Estado en materia de enfermedades y atención médica, un problema que la mayoría de los gobiernos han evitado hasta ahora.  

Otra importante iniciativa supervisada por Hassan y desarrollada en coordinación con socios regionales especializados es el proyecto ferroviario nacional. Este podría presagiar una transformación social, económica y urbana radical en Jordania. Como parte de un marco regional más amplio que involucra a Arabia Saudita, Irak y los Emiratos Árabes Unidos, las nuevas conexiones ferroviarias constituirían corredores estratégicos para el comercio y la conectividad, posicionando a Jordania como un centro vital en la arquitectura económica emergente de un Oriente Medio reestructurado.

Los islamistas de Jordania

Aunque el parlamento jordano está actualmente suspendido debido a un requisito constitucional, las opiniones de los parlamentarios aún tienen peso, y el concepto de parlamento aún resuena dentro del contexto de seguridad más amplio, particularmente en medio de las investigaciones en curso sobre la prohibida Hermandad Musulmana y la IAF, que pronto también podría ser prohibida, después de haber tenido sus oficinas allanadas recientemente.

El estado parece proceder con cautela, consciente de que las Fuerzas Armadas Islámicas (FAI) mantienen un fuerte apoyo, pero algunos creen que estas recientes medidas indican un cambio importante en la relación del estado con el bloque islamista. Al menos por ahora, las FAI continúan con su doble enfoque de participación institucional y discurso populista en la calle, especialmente durante el conflicto de Gaza. Esto le permite movilizar el apoyo popular aprovechando las crisis regionales que resuenan profundamente en la opinión pública.

Fuentes cercanas a los círculos decisorios estatales indican que se avecinan importantes decisiones. Esto ha dejado a la IAF en un estado de incertidumbre constante. Varias figuras prominentes del partido afirman que su legitimidad se ha visto erosionada. Un miembro de alto rango afirmó que podrían celebrarse elecciones internas para romper oficialmente los vínculos con la Hermandad Musulmana, aunque aún no está claro cómo se gestionaría dicho proceso.

Acto de equilibrio

Esta evasiva ejemplifica una política estatal subyacente: mantener abiertos los canales de diálogo civil, a la vez que se reprimen los movimientos extremistas. Los parlamentarios islamistas se mantienen activos a través de medios de comunicación regionales y plataformas sociales que, si bien moderadas cuidadosamente, buscan provocar respuestas oficiales sin cruzar los límites.

Queda por ver cuánto tiempo podrá el Estado acoger al ala política de la Hermandad mientras proscribe al propio grupo. Mientras tanto, abundan las preguntas. ¿Existe algún entendimiento secreto entre las autoridades y el movimiento islamista? ¿Cuáles son las implicaciones de estos acontecimientos para la agenda general de reforma política? ¿Hay impulso para reformar la ley de partidos políticos? Y si la participación continua de las Fuerzas Armadas Islámicas (FAI) se vuelve insostenible, ¿podrían celebrarse elecciones anticipadas en el horizonte? El tiempo lo dirá.

*Malek Al Athamna escritor jordano que vive entre Ammán y Bruselas.

Artículo publicado originalmente en Al Majalla.

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