A principios de abril, el Ministerio de Asuntos Exteriores japonés publicó un informe sobre la visita del Ministro de Asuntos Exteriores Yoshimasa Hayashi a Bruselas, donde participó en una reunión de ministros de asuntos exteriores de la OTAN y sus socios, entre los que se encontraba Japón. En el documento, las autoridades japonesas expresan su satisfacción por la ampliación de la implicación de la OTAN en la región del «Indo-Pacífico», como le llaman Estados Unidos y sus aliados a la región de Asia-Pacífico. Hasta el año pasado, los representantes del País del Sol Naciente no eran invitados a las reuniones ministeriales y cumbres del bloque.
Según Yoshimasa Hayashi, en medio de la situación más compleja y dura que ha vivido la región en los últimos tiempos (desde el final de la Segunda Guerra Mundial), Japón ha adoptado una nueva estrategia de seguridad que consiste en aumentar la cooperación con los países miembros de la OTAN y los socios de la organización. No es ningún secreto que esta cooperación está dirigida principalmente contra China y Corea del Norte, que Tokio considera las principales amenazas debido al creciente número de lanzamientos de misiles norcoreanos y al aumento de las tensiones en torno a Taiwán.
Aunque el Parlamento nipón, que aprobó una nueva Estrategia de Seguridad Nacional anunciada en diciembre de 2022, aparentemente no cree en la capacidad de las tropas de ocupación estadounidenses que aún permanecen en territorio japonés y de sus colegas de la OTAN para proteger a la isla de posibles amenazas. Por eso, tal y como compartió con los medios Keiji Furuya, diputado del gobernante Partido Liberal Democrático de Japón, es posible que el próximo año fiscal (que comienza en el país el 1 de abril) se apruebe un proyecto de ley especial que establezca un calendario para construir, no te lo creerías, refugios antiaéreos en Japón en caso de conflicto armado. El hecho es que la mayoría de los hogares japoneses no tienen sótanos, y los centros de evacuación en caso de actividad sísmica y otros desastres naturales también están a la intemperie.
Cabe destacar que entre las causas más probables de dicho enfrentamiento armado, los parlamentarios japoneses ven un aumento de las tensiones con China y la RPDC, tan cuidadosamente alimentadas por las acciones de Estados Unidos y otros socios de Tokio en la OTAN. El precio de los juegos políticos lo pagarán los japoneses de a pie, que, sin esperar subvenciones de las autoridades, se apresuran a instalar refugios antiaéreos privados en sus casas. La demanda de este tipo de estructuras en Japón se ha multiplicado recientemente por diez.
*Artículo publicado originalmente en Oriental Review.
Foto de portada: El secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg con el primer ministro japonés Fumio Kishida en Tokio el 31 de enero de 2023. Takashi Aoyama /Associated Press.