El expresidente filipino Rodrigo Duterte afirmó que volverá de su retiro si el Congreso destituye a su hija, la vicepresidenta Sara Duterte.
«Sepan que si lo hacen, volveré a la política, me veré obligado a hacerlo. Me presentaré a senador o vicepresidente aunque sea viejo. No pierdo nada. Estoy jubilado. Si se produce el impeachment y sigo vivo y aún no tengo demencia, me presentaré», dijo Duterte en un programa de televisión el 20 de noviembre.
El ex presidente reaccionó así a las informaciones según las cuales algunos legisladores planean presentar una denuncia de destitución contra la hija de Duterte por el uso de fondos confidenciales.
Duterte anunció su retirada de la política cuando termine su mandato presidencial en junio de 2022, pero sus tres hijos siguen ocupando cargos electos. Según la Constitución de 1987, no puede presentarse a un segundo mandato presidencial, pero sí a otros cargos.
Mientras tanto, la vicepresidenta Sara Duterte está acusada de gastar indebidamente sus fondos confidenciales en sólo 11 días en diciembre de 2022. Los fondos confidenciales no están sujetos a los procedimientos normales de auditoría porque se supone que están relacionados con asuntos sensibles de seguridad nacional.
Durante las deliberaciones presupuestarias de este año, los legisladores de la oposición cuestionaron el uso de fondos confidenciales por parte de organismos civiles. Sara Duterte rechazó inicialmente las críticas y acusó a los opositores de ser enemigos del Estado. Después de que el Congreso reasignara los fondos confidenciales, Duterte cedió y retiró la solicitud de financiación al reconocer que la cuestión causaba división.
Su padre, sin embargo, se puso furioso y acusó al Congreso de ser «la institución más podrida» en directo por televisión. También acusó al presidente de la Cámara de Representantes, primo del presidente Ferdinand Marcos hijo, de pretender presentarse a las elecciones presidenciales de 2028. Duterte padre también amenazó al legislador de la oposición, que respondió presentando la primera denuncia penal contra el expresidente.
La dirección de la Cámara de Representantes se apresuró a negar que estuviera circulando la denuncia de destitución. No obstante, la Vicepresidenta Sara Duterte confirmó indirectamente la gravedad del asunto cuando habló a los medios de comunicación sobre su conversación con el Presidente antes de la visita oficial de éste a Estados Unidos.
«Creo que el Presidente Marcos Jr. sigue confiando en mí. ¿Por qué? Porque antes de que se fuera, le pregunté sobre el juicio político y me dijo la verdad, que sabe lo del juicio político», dijo Duterte.
En respuesta a una pregunta de los medios de comunicación, Marcos Jr. dijo que Duterte no merece la destitución y que su oficina está prestando atención a la cuestión.
Los rumores de desunión han minado el gobierno de «unidad» de Marcos. A principios de noviembre, oficiales militares confirmaron que se había «hablado» de desestabilización contra el gobierno. Una semana después, la ex presidenta Gloria Arroyo, estrecha aliada de Dutertez, perdió su puesto de vicepresidenta de la Cámara tras no firmar una resolución en la que expresaba su apoyo a la dirección de la Cámara.
El anuncio de Duterte de poner fin a su renuncia refleja su resentimiento por los intentos reales o imaginarios de socavar la influencia política de su familia. Es difícil saber si se plantea seriamente presentarse a las elecciones de 2025 y 2028, ya que es conocido por tomar sus decisiones políticas con rapidez.
Aunque la amenaza de destitución ya ha sido rebatida, Sara Duterte se enfrenta ahora a un desafío más serio, con la celebración de audiencias en la Cámara de Representantes sobre la posible visita al país de investigadores de la Corte Penal Internacional (CPI) para una investigación pendiente sobre el papel del ex presidente en la sangrienta «guerra contra las drogas».
Sara Duterte emitió una declaración en la que recordaba a los legisladores que apoyar la investigación de la CPI es una afrenta a la independencia del país y a la integridad del proceso judicial local. Lo que Sara Duterte no mencionó es que su declaración no es sólo en defensa de su padre, sino también en defensa de sí misma, ya que su nombre se incluyó en los documentos presentados como prueba ante la CPI.
El hecho de que los legisladores estén debatiendo la posibilidad de cooperar con la CPI puede considerarse otro indicador de la creciente división entre los partidarios de Marcos y los partidarios de Duterte. No cabe duda de que una resolución del Congreso que respalde la investigación de la CPI provocará aún más hostilidad por parte del patriarca supuestamente retirado de la dinastía política Duterte.
*Mong Palatino fue diputado durante dos mandatos en la Cámara de Representantes de Filipinas en representación del sector juvenil.
Artículo publicado originalmente en The Diplomat.
Foto de portada: El expresidente filipino Rodrigo Duterte. Extraída de Facebook.
