El video muestra el momento en el que los buques de la Armada rusa detienen la embarcación ucraniana que navegaba sin autorización en aguas territoriales de Rusia.
El jefe del Servicio Secreto de Ucrania (SSU) Vasily Gritsak confirmó que dos agentes de contrainteligencia de su agencia estaban a bordo de los naves de la Marina de Guerra ucraniana que fueron detenidos este domingo en el Estrecho de Kerch al violar la frontera de Rusia, informó la agencia TASS.
“Los oficiales del servicio de inteligencia ucraniana estaban desarrollando tareas de combate como respaldo de contra-insurgencia para la Marina de Guerra de Ucrania” publicó la agencia de prensa del SSU.
El pasado 25 de noviembre tres buques de guerra ucranianos, provenientes de Odesa, violaron las reglas de pasaje del Mar Negro hacia el Mar de Azov atravesando la frontera rusa sin autorización. Rusia utilizó barcos militares y un barco de carga seca para bloquear el acceso al estrecho. También desplegó aeronaves Su-25 para patrullar el espacio aéreo en la región.
Respuesta Rusa inmediata
Los barcos ucranianos no respondieron ante la advertencia por parte de las fuerzas de seguridad de frontera rusas y de la Flota del Mar Negro que los siguieron y los detuvieron inmediatamente. Como resultado de la operación tres tripulantes ucranianos resultaron ligeramente heridos y recibieron tratamiento médico. Una denuncia penal fue iniciada por el Estado de la Federación Rusa.
Moscú considera el incidente como una provocación por parte de las autoridades ucranianas y calificó las acciones de Kiev como “terrorismo marítimo” contestando con el endureciendo los controles en la zona rusa del mar de Azov.
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, tachó a Kiev de “auténticos criminales que obran con métodos criminales: primero una provocación, después una presión de fuerza y luego una acusación de agresión”, comentó en su página de Facebook.
El 27 de noviembre, Rusia desbloqueó la navegación civil en el estrecho de Kerch, suspendida desde las provocaciones de Kiev y convocó a una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para tratar el asunto.
Asimismo el vocero del Distrito Militar Ruso del Sur, el coronel Vadim Astafyev habló con la prensa y anunció, que debido a las escaladas de tensiones, un nuevo batallón del sistema de defensa de misiles de origen ruso S-400 será puesto en funcionamiento en Crimea antes del fin de año para “proteger el espacio aéreo ruso y reemplaza el sistema previo de defensa”
Maniobra política de Ucrania
En entrevista con Sputnik, el analista militar Andréi Koshkin de la Universidad Rusa de Economía Plejánov, sostiene que la provocación fue iniciada por las autoridades ucranianas y que seguramente se trate de una orden del presidente ucraniano Petró Poroshenko como maniobra vinculada a la campaña electoral en ese país para ganar popularidad.
Asimismo la maniobra de Ucrania podría tener que ver con el hecho que en breve se desarrollará el G20 en la ciudad de Buenos Aires, durante la cual Putin se reunirá con Trump, como lo anunciaron en París hace pocos días, de manera tal de introducir a Ucrania en la agenda.
Como corolario de las provocaciones, Ucrania solicitó ayuda militar a sus aliados occidentales articulados en la OTAN para “tomar todas las medidas necesarias para contener al país agresor, entre ellas imponer nuevas sanciones y recrudecer las actuales, así como proporcionar a Ucrania ayuda militar para defender la integridad territorial y la soberanía de Ucrania”, dice el comunicado.
Kiev acusa a Moscú, sin prueba alguna, de lanzar misiles contra los barcos ucranianos desde un avión de combate Su-30. Según el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Viktor Muzhenko, los barcos ucranianos en el estrecho de Kerch fueron atacados no solo por buques rusos, sino también por la aviación rusa informó la agencia Sputnik “Estas acciones son un acto de agresión directa de la Federación de Rusia contra Ucrania, ya que los barcos son territorio soberano del Estado al que pertenecen”, dijo Muzhenko.
Por su parte, Estados Unidos, aliado del gobierno de ultra derecha de Ucrania, mediante su representante en el Consejo de Seguridad, Nikki Haley, que Moscú violó el Derecho Internacional al impedir, según su perspectiva “el legítimo tránsito de Ucrania a través del estrecho de Kerch es una violación de. Es un acto arrogante que la comunidad internacional debe condenar”.
El mismo Trump, en entrevista con el Washington Post declaró que quizás la reunión con Putin no se llevaría a cabo. El mandatario estadounidense indicó que espera un reporte completo de parte de sus asesores en seguridad nacional respecto del incidente Kerch.
El gobierno de Kiev impuso la ley marcial en su territorio durante 60 días mientras en la capital ucraniana sectores ultranacionalistas y neofacitas vinculados al gobierno de Poroshenko se manifestaron frente a la embajada de Rusia de forma violenta.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) instó a Ucrania y a Rusia al diálogo para disminuir la tensión: “Hacemos un llamado a todas las partes para que contribuyan por medios políticos y diplomáticos a aliviar la situación y aliviar la tensión para evitar mayores riesgos de desestabilización en la región”, declaró el presidente pro tempore de la OSCE y ministro de Relaciones Exteriores de Italia, Enzo Moavero Milanesi.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores del Estado Español, Josep Borrell, en la misma sintonía pidió una “desescalada en la tensión”.
Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía (país con importantes costas sobre el Mar Negro), declaró ante los incidentes que considera amigos cercanos tanto a Rusia como a Ucrania y que quieren que haya paz en la región del Mar Negro llamando “a solucionar el problema surgido por vías diplomáticas y por medio de conversaciones”.