El 21 de noviembre de 2022, el primer ministro interino de Malí, el coronel Abdoulaye Maïga, publicó una declaración en las redes sociales para decir que Malí ha decidido “prohibir, con efecto inmediato, todas las actividades realizadas por las ONG que operan en Malí con financiación o apoyo material o técnico de Francia.» Unos días antes de esta declaración, el gobierno francés cortó la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) a Malí porque creía que el gobierno de Malí está “aliado con los mercenarios rusos de Wagner”. El coronel Maïga respondió diciendo que se trata de “acusaciones fantasiosas” y un “subterfugio destinado a engañar y manipular a la opinión pública nacional e internacional”.
Las tensiones entre Francia y Malí aumentaron a lo largo de 2022. La antigua potencia colonial regresó a Malí con una intervención militar en 2013 para combatir el aumento de la insurgencia islamista en la mitad norte de Malí; en mayo de 2022, el gobierno militar de Malí expulsó a las tropas francesas. Esa decisión en mayo se produjo después de varios meses de acusaciones entre París y Bamako que reflejaron el aumento del sentimiento anti-francés en la región africana del Sahel.
Un nuevo estallido de sentimiento anticolonial se ha extendido por las antiguas colonias de Francia, donde los debates ahora se centran en romper con el dominio absoluto de Francia sobre sus economías y poner fin a la intervención militar de las tropas francesas. Desde 2019, los países que forman parte de la Unión Económica y Monetaria de África Occidental y la Comunidad Económica y Monetaria de África Central se han ido retirando lentamente del control francés sobre sus economías (por ejemplo, en 2020, los franceses anunciaron oficialmente que para África Occidental, pondría fin al requisito de que los países depositaran la mitad de sus reservas de divisas en el Tesoro francés a través del antiguo instrumento colonial del franco CFA). Según una historiaque circuló en África Occidental y el Sahel, dado crédito por un correo electrónico enviado por un «asesor no oficial» de la exsecretaria de Estado de los EE.UU porque el líder libio había propuesto una nueva moneda africana en lugar del franco CFA.
Francia niega que el motivo de esta tensión con Malí se deba al nuevo talante anticolonial. El gobierno francés dice que se debe enteramente a la intimidad de Malí con Rusia. El ejército de Malí ha estado estableciendo vínculos cada vez más estrechos con el gobierno y el ejército rusos. Se considera que el ministro de Defensa de Malí, el coronel Sadio Camara, y el jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, el general Alou Boï Diarra, son «los arquitectos» de un acuerdo hecho entre el ejército de Malí y el grupo Wagner en 2021 para traer varios cientos de mercenarios a Malí como parte de la campaña contra los grupos yihadistas.
Los soldados de Wagner están en Mali, pero no son la causa de la ruptura entre París y Bamako. El temperamento anticolonial es anterior a la entrada de Wagner, que Francia está utilizando como excusa para encubrir su humillación.
*Vijay Prashad es un historiador, editor y periodista indio. Es escritor y corresponsal jefe de Globetrotter.
Artículo publicado originalmente en This is Africa
Foto de portada: Macron y Putin con la bandera de Mali de fondo