El ataque a los símbolos
El 4 de octubre se llevó a cabo una nueva acción de provocación del régimen contra símbolos relacionados con la lucha de los pueblos y los ejemplos épicos que las impulsan.
El hecho sucede a las puertas de una fecha emblemática como pocas para las fuerzas revolucionarias y de izquierda y, en general, para los pueblos del mundo, cuando se cumple un nuevo aniversario del paso a la inmortalidad del Guerrillero Heroico, el 9 de octubre de 1967.
El alcalde de Chalchuapa ordenó eliminar un monumento de Ernesto Guevara que había sido construido por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) en 2009. En esa ciudad el legendario comandante pernoctó, en abril de 1954. El busto de homenaje al Che estaba ubicado en las cercanías del sitio arqueológico El Tazumal.
No se trata sólo de la polémica generada, tanto en El Salvador como en muchos otros lugares del mundo, ante las repudiables imágenes de varias personas intentando destruir el monumento, sino que este acto de intolerancia representa una provocación y un desafío a las corrientes de izquierda y revolucionaria en El Salvador. Es, además, otro paso en el indetenible camino hacia el extremismo de derecha por parte del oficialismo.
Es conocido el nivel de centralización del poder en el país en manos del autocrático clan familiar que pretende gobernar al estilo de los regímenes feudales del medio oriente; por lo tanto, nadie puede creer que el reaccionario alcalde Jorge Morán actuó de manera autónoma. Es, al fin y al cabo, como lo menciona el FMLN en su denuncia pública, un atentado más contra la memoria histórica del pueblo salvadoreño, consecuente con el negacionismo histórico que hace gala el presidente ante el conflicto armado de doce años, los acuerdos de paz, etc.
Quien rebaje la trascendencia del hecho, escudado en la excusa de que «al fin y al cabo sólo se trata de un busto, de algo material que en algún momento se puede reponer«, como en algunos círculos se ha expresado, estaría olvidando no sólo el valor de los símbolos en las luchas políticas y culturales sino que, en la historia de la humanidad, fueron ese tipo de actos salvajes los que precedieron a enormes tragedias, tal el caso de las quemas masivas de libros y actos similares que caracterizaron el fascismo y nazismo clásicos.
Corrupción
El mismo día del salvaje acto de agresión contra la memoria del Che, el 4 de octubre, la Asamblea Legislativa de El Salvador autorizó la transferencia de equipo e inmuebles de la Dirección de Obras Municipales (DOM) por $14.1 millones a Constructora El Salvador, S.A. de C.V, de la cual la DOM es accionista mayoritaria. La empresa fue inscrita legalmente el 26 de abril de 2023, pero no hay información disponible de quiénes son los demás accionistas.
Luego de que la Asamblea redujera el porcentaje asignado a los municipios para FODES y de que fuera creada la DOM, para concentrar en el Ejecutivo los fondos para la realización de obras, un primer balance nos muestra que, entre enero de 2022 y agosto de 2023, las alcaldías salvadoreñas han dejado de recibir $506 millones para atender las necesidades de la población.
Estas cifras se desprenden del análisis de los datos registrados en el portal de Transparencia Fiscal, y de las normativas que aprobó la actual legislatura en 2021, que regulan los fondos entregados a municipalidades.
Hambre
Mientras el gobierno continúa desviando fondos públicos de manera oscura, abrigando con su manto de opacidad operaciones que beneficien a socios, familiares y amigos, y contribuyendo sin duda al fomento de la corrupción, el pueblo sufre hambre y miseria. Las ya viejas promesas de campaña oficialista siguen sin cumplirse.
Según los datos más recientes de la Oficina Nacional de Estadísticas y Censos (ONEC), el costo de la canasta básica en la zona urbana para una familia de cuatro personas se elevó de $238.95 a $255.18 entre agosto del año pasado y agosto de 2023. En un año la familia salvadoreña ha tenido que gastar $16.23 más para comprar la misma cantidad de productos de su alimentación básica. Pero si se toman en cuenta los costos desde enero del año pasado, el incremento ha sido de casi $42 en 20 meses.
En la zona rural el gasto por familia para comprar alimentos básicos pasó de $179.46 en agosto de 2022 a $189.02 al mismo mes de este año, un alza de $9.56. El costo diario por familia aumentó de $5.98 a $6.30 en los últimos 12 meses.
En estas condiciones, un estudio reciente revela que el 41% de las familias salvadoreñas siente la presión económica debido al aumento en el costo de la vida. Ese es el porcentaje más alto en Centroamérica, según el estudio de la firma consultora Kantar. Por otra parte, de acuerdo a la encuesta de la Fundación Dr. Guillermo Manuel Ungo (Fundaungo), en El Salvador, un 67.6% ha dejado de comprar ciertos alimentos.
El estudio Kantar establece que un 64% de los salvadoreños mencionó que busca nuevos puntos de compra para encontrar productos en promoción. Un 58% lo hace para comparar precios, aumentando así la cantidad de lugares visitados, que pasó de un promedio de nueve en 2018 a 13 en 2023.
Canasta básica al alza
Según los propios datos oficiales de la ONEC, de agosto del año pasado al mismo mes de 2023, los alimentos que reflejan un incremento más significativo son los frijoles, huevos, carnes (cerdo, res y aves); frutas (naranja, guineos y plátanos); además de hortalizas como chile verde, tomate y repollo.
Por su parte, el informe diario de precios de alimentos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) detalla que en agosto de 2022 un quintal de frijol rojo de seda nacional costaba en promedio $86.7 en San Salvador. Al 26 de septiembre de este año ya había subido a $103.3, y en el interior del país su precio asciende hasta $110. El frijol de seda importado valía $78.9 por quintal el año pasado, pero actualmente cuesta en promedio $99.6 en la capital.
En el caso de los huevos el precio por cartón de 30 unidades tamaño mediano en agosto del año pasado promediaba $3.75 en el Mercado Central de San Salvador; en septiembre de este año ese precio se elevó hasta en $4.75. En el caso de los huevos grandes el cartón pasó de $3.95 a costar hasta $5 por las 30 unidades en los mercados.
De las hortalizas, el chile verde es de los que reflejan un fuerte incremento, pues en agosto de 2022 un saco de hasta 190 unidades medianas costaba $12 en promedio y a septiembre subió a $28. En el caso de los tomates, la caja de hasta 350 unidades medianas costaba $12.67 en promedio, pero actualmente cuesta $25.25.
Como vemos, la crisis la siguen pagando los de abajo, mientras un gobierno reaccionario, represivo y hambreador continúa ocultando de la vista pública acciones que, sin el debido monitoreo ciudadano, conducen tarde o temprano a formas de corrupción.
Al mismo tiempo, el inocultable carácter reaccionario del gobierno lo lleva a impulsar acciones como las de Chalchuapa, que permiten revelar ante las fuerzas de izquierda o progresistas de América Latina, que se trata de un gobierno de corte fascistoide, el cual contrario a lo que había prometido en campaña, lejos de abrir de par en par las puertas del acceso ciudadano al conocimiento del uso de las finanzas públicas, las cerró con innumerables candados y reserva de siete años.
Esos fondos cada día siguen perdiéndose en gigantescos agujeros negros fiscales, en ocurrencias presidenciales como las criptomonedas, los espectáculos deportivos o musicales, y las fantasías sin sustento para presentar al país como un enclave del primer mundo en América Central; asi puede también interpretarse la promoción del concurso de Miss Universo, que para la población pobre y trabajadora está significando desplazamiento, pérdida de sus puestos de trabajo informal callejero y exclusión; todo para barrer bajo la alfombra la evidencias de la miseria, y presentar a visitantes extranjeros «el país de las maravillas» que el régimen pregona en los foros internacionales.
Así las cosas, alguien se está enriqueciendo groseramente en El Salvador, y no es el pueblo.
Raúl Larull* Periodista y comunicador. Militante internacionalista. Miembro del FMLN.
Imagen de portada: tvazteca.com