A medida que aumente el enfrentamiento entre los principales países, la economía mundial sufrirá graves cambios en los próximos años. Muchos expertos han hablado del fin de la era de la globalización. Esto no sucederá, ya que la especialización y la división del trabajo siguen siendo algunos de los principales motores del crecimiento económico. Sin embargo, la economía espera un cambio importante en la estructura del comercio internacional. Por un lado, en cierta medida, se trata de una regionalización creciente, de hecho, una reducción del tramo de transporte en el comercio exterior para reducir riesgos. Otro factor es el deseo de diversificar los socios, también para mitigar el creciente nivel de riesgos políticos. El factor económico será menos decisivo en medio de las nuevas condiciones.
Estos cambios globales afectarán a los países de Asia Central y Rusia, en parte, contribuyendo a la expansión del comercio y la inversión mutuos. La cuota de Asia Central en el volumen de comercio exterior de Rusia es de aproximadamente el 5% y crecerá en los próximos años. Por ejemplo, en 2022, la exportación de mercancías de Kazajstán a Rusia aumentó un 25%. En los dos primeros meses de 2023, el aumento fue del 32% interanual. Así, en comparación con 2021, el aumento fue superior al 60%.
Además de una mayor integración, este auge del comercio está relacionado en gran medida con las importaciones paralelas que entran en Rusia a través de los países vecinos. Para los propios países de origen, estos flujos crecientes representan ingresos adicionales y una oportunidad para desarrollar su propia logística.
Por ejemplo, Rusia tiene gran interés en el corredor de tránsito Norte-Sur; no sólo por la ruta occidental (que pasa por Azerbaiyán), sino también por Turkmenistán y Kazajstán. En un futuro próximo, este interés no hará sino crecer, principalmente en lo que respecta a la importación de mercancías procedentes de Asia. La razón es la relativamente buena logística del Sur y el Centro de Rusia y la proximidad a los principales centros de consumo. Las rutas Oeste – Este siguen estando cargadas para la exportación en términos de transporte ferroviario y no tienen capacidad libre. La entrega de mercancías de China a Rusia ya ha empezado a realizarse a través del ferrocarril China-Kazajistán. Esto permitirá a Rusia reducir la carga del ferrocarril transiberiano, y a Kazajistán aumentar la eficacia en el uso de su infraestructura. Kazajistán también puede utilizar su infraestructura ferroviaria para exportar metales y carbón de Rusia a China.
Otro ámbito prometedor es el de la energía. En el futuro, Uzbekistán y Kazajistán se convertirán en importadores netos de gas, mientras que Rusia dispone actualmente de capacidad de producción libre. En el invierno de 2022/23, Uzbekistán se enfrentó a una escasez de gas, que provocó la desconexión de los consumidores. La industria del gas desempeña un papel importante en la economía de Uzbekistán. El gas representa alrededor del 90% de la generación de electricidad y el 7% de las exportaciones del país. Al mismo tiempo, la producción disminuye cada año, lo que, unido a la creciente demanda, provoca desconexiones programadas de los consumidores, una reducción de las exportaciones y un aumento de las importaciones.
A partir de 2024, Kazajistán se convertirá en importador neto de gas natural. En 2023, la producción de gas natural en la República de Kazajistán ascenderá a 53.500 millones de metros cúbicos, en 2027 la producción de gas natural aumentará hasta 77.000-79.000 millones de metros cúbicos. Sin embargo, una parte significativa del aumento de la producción se utilizará dentro de la propia industria: inyección en el yacimiento y uso para necesidades propias. El aumento del uso del gas en el sistema de combustible y energía y el crecimiento de la demanda final interna crean riesgos para el equilibrio del gas – ya en 2024, las exportaciones pueden llegar a ser «cero», y a partir de 2025, Kazajistán puede pasar a la importación neta de gas (hasta 7-7,5 mil millones de m3 al año). Las reparaciones no programadas o las averías de los equipos en cualquiera de los principales yacimientos pueden crear graves riesgos adicionales. En estas condiciones, las autoridades de Kazajistán pueden optar por aumentar seriamente las importaciones de gas de Turkmenistán y Rusia, u obligar a las empresas extranjeras (principalmente Tengiz y Kashagan) a reducir la inyección de gas en el yacimiento, enviando gas adicional a la red de transporte de gas.
La infraestructura existente permite aumentar las exportaciones de gas de Rusia a Kazajistán y Uzbekistán. Para estos suministros se pensó en el gasoducto principal (MGP) Bukhara – Ural, pero se abandonó debido a su deterioro. En la actualidad, los departamentos implicados están calculando los costes de construcción de las estaciones de compresión (EC) necesarias para el bombeo inverso de gas, más adelante las partes iniciarán las negociaciones sobre los suministros.
El precio es la cuestión clave. Por ejemplo, los precios al por mayor en la región de Orenburgo son de 4.900 rublos por mil m3 (63 dólares/mil m3). Además, Gazprom informa de que los precios internos no cubren los costes. Los precios del gas para Bielorrusia son de 128 dólares por m3. Lo más probable es que los precios del gas para Kazajstán, desde el punto de vista de la parte rusa, no puedan ser inferiores a 150 dólares. Los precios nacionales del gas al por mayor en Kazajstán son aproximadamente la mitad.
Por lo tanto, las importaciones adicionales de gas deben ir acompañadas de precios internos más altos o de subvenciones adicionales. Una situación similar se aplica a las exportaciones adicionales a Uzbekistán. Creemos que el escenario más probable es un aumento de las exportaciones de Turkmenistán a Rusia, con una posible liberalización parcial de los precios internos para los consumidores comerciales.
Otra área prometedora es la expansión de la cooperación en materia de inversiones. Las empresas rusas se enfrentan a restricciones en los mercados de países poco amistosos, mientras que al mismo tiempo están interesadas en acceder a mercados de exportación amistosos. Los países de Asia Central son más comprensibles y accesibles que, por ejemplo, los mercados asiáticos. Esto crea las condiciones previas para las inversiones directas mutuas.
Estas áreas no agotan las posibilidades de estrechar los lazos económicos entre Rusia y Asia Central. Hay áreas prometedoras en la agricultura, la ingeniería, la integración de los mercados financieros y los sistemas de pago, y otros sectores.
*Marsel Salikhov es Presidente de la Fundación Instituto de Energía y Finanzas.
Artículo publicado originalmente en el Club de Debate Valdai.
Foto de portada: Reuters
