El 7 de octubre, el grupo Hamás lanzó un ataque contra Israel, desencadenando una serie de eventos que han sumido a la región en una nueva espiral de violencia. Desde entonces, la Franja de Gaza se ha convertido en el epicentro de un conflicto que ha generado reacciones encontradas en la comunidad internacional. Mientras Israel recibe el respaldo de sus aliados occidentales, como Francia, Alemania, el Reino Unido y Estados Unidos, el mundo árabe se ha volcado a apoyar la causa palestina y denunciar las atrocidades cometidas por el ejército israelí contra la población civil palestina.
La escalada del conflicto
El ataque de Hamás el 7 de octubre marcó el inicio de una nueva fase en la larga inestabilidad en la zona. Los enfrentamientos entre el ejército israelí y grupos palestinos, principalmente en la Franja de Gaza, han dejado un rastro de destrucción y sufrimiento, principalmente entre los palestinos. A medida que los combates se intensificaban, se hacía evidente que se trataba de una crisis humanitaria que requería la atención de la comunidad internacional.
Israel ha encontrado un firme apoyo en sus aliados occidentales, incluyendo Francia, Alemania, el Reino Unido y Estados Unidos. Estos países han respaldado la legítima defensa de Israel ante los ataques de Hamás y han subrayado el derecho de Israel a proteger a su población. Argumentan que Hamás utiliza a civiles palestinos como escudos humanos, lo que complica la respuesta militar israelí y aumenta el riesgo para la población civil.
La posición de estas naciones occidentales ha sido motivo de controversia, ya que sus críticos sostienen que no están haciendo lo suficiente para presionar por un cese al fuego y proteger a los civiles palestinos atrapados en medio del conflicto. La ONU y organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por la pérdida de vidas civiles y han llamado a un alto al fuego inmediato.
Por otro lado, el mundo árabe ha expresado un fuerte apoyo a la causa palestina y ha denunciado enérgicamente las acciones del ejército israelí en la Franja de Gaza. Naciones históricamente enfrentadas como Irán y Arabia Saudita, han estrechado filas para organizar una respuesta conjunta ante las acciones de Israel. Una de las más recientes es la coordinación del plan de acción para el impulso de una nueva política económica de los países productore de petróleo, quienes proponen un embargo petrolero contra Israel y los países que apoyan la continuidad de las hostilidades contra los civiles palestinos.
Los países del mundo árabe sostienen que lo que se vive en la región es el resultado de años de lo que consideran un apartheid israelí contra los palestinos, en particular en Gaza, que ha llevado a que esta área sea considerada la mayor prisión a cielo abierto del mundo.
Esta postura ha dado lugar a manifestaciones masivas en muchas naciones árabes, así como también en las principales capitales de los países de Occidente, con el fin de aumentar la presión sobre los líderes internacionales para que tomen medidas concretas para poner fin al conflicto.
La votación en el Consejo de Seguridad de la ONU
En una reciente reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, Brasil impulsó una resolución para promover el cese al fuego y el ingreso de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. Tanto el Reino Unido como Francia se abstuvieron, al tiempo que Estados Unidos hizo uso de su poder de veto votando en contra de la misma.
Previamente los representantes de Rusia y China hicieron lo mismo, tras lo cual tanto Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y Alemania votaron en contra de la resolución, lo que generó una gran controversia.
Estas naciones occidentales argumentaron que la resolución carecía de equilibrio y no abordaba las causas profundas del conflicto, mientras que Rusia y China sostuvieron que la situación actual en Israel y Gaza es el resultado de décadas de opresión y apartheid por parte de Israel.
El momento de mayor tensión se vivió luego del bombaerdeo contra el hospital Nacional Árabe en Gaza, en donde se reportaron cerca de 500 muertos y otras centenas de heridos. Si bien Israel insiste en que no tiene responsabilidad por lo sucedido, la conmoción tras la divulgación de las imágenes ha comenzado a torcer el rumbo de la opinión pública respecto de la situación.
El conflicto en el Área arabe islámica continúa siendo un tema de gran preocupación a nivel internacional. La escalada de violencia, la respuesta de las potencias occidentales y el apoyo del mundo árabe a la causa palestina han generado un debate global sobre la situación.
La reciente votación en el Consejo de Seguridad de la ONU pone de manifiesto las divisiones en la comunidad internacional en torno a esta situación, que se encuentra en un momento de máxima tensión pero cuyos orígenes se remontan a la instalación en 1948 del Estado de Israel en pleno territorio palestino, tras lo cual comenzó en régimen de colonización y expulsión de millones de palestinos de sus tierras. Mientras las naciones occidentales respaldan a Israel y argumentan que su respuesta es legítima, Rusia y China, junto con gran parte de los países árabes, sostienen que la situación actual es el resultado de un prolongado conflicto marcado por la opresión de Israel contra los palestinos.
La resolución de este conflicto es esencial para la estabilidad de la región, algo que a todas luces el imperialismo norteamericano busca evitar. Con los vetos en el Consejo de Seguridad de la ONU y la visita de Biden al primer ministro Netanyahu, se puede anticipar la continuidad de la ofensiva israelí contra civiles palestinos con la total complicidad de las potencias de Occidente.
*Ana Laura Dagorret es analista internacional, coautora del Manual breve de geopolítica y parte del equipo de PIA Global.
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