«Tuve dos reuniones [con el general], una duró dos horas y media el 23 de octubre y otra cara a cara el domingo se prolongó una hora», dijo Jeffrey Feltman
Además indicó que el general hablaba de sus preocupaciones sobre el periodo de transición, de los impedimentos, disturbios por parte de los civiles y la ausencia de algunas instituciones en Sudán.
El enviado especial enfatizó que Burhan no habló de la disolución del Gobierno sudanés sino cooperó con EEUU en el marco de varios mecanismos que podrían resolver «las preocupaciones imaginarias» de los militares del país.
Añadió que pronto el general «descubrirá que no será fácil hacer que Sudán regrese a su pasado oscuro» debido a la presión de EEUU, organizaciones internacionales, países vecinos y los ciudadanos sudaneses.
En lo referente a que varios países no expresaron preocupación por el golpe de Estado en Sudán, el enviado indicó que su apoyo tácito no ayudaría a resolver los problemas financieros y económicos que afectan al país.
El 22 de octubre, el Banco Mundial informó haber suspendido la ayuda a Sudándebido al golpe de Estado.
El 25 de octubre, tras semanas de creciente tensión entre facciones rivales y una serie de protestas callejeras, el Ejército de Sudán arrestó a varios miembros del Gobierno, incluido el primer ministro Abdalla Hamdok. Al día siguiente, Hamdok fue puesto en libertad y regresó a su residencia.
El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y presidente del llamado Consejo Soberano, Abdul Fatah Burhan, anunció la disolución de este organismo de transición y del gabinete de Hamdok, así como la imposición del estado de emergencia en Sudán. Aseguró a la vez que los cuerpos de seguridad continuarían con la transición democrática hasta el traspaso del poder a un Gobierno civil y prometió garantizar elecciones en julio de 2023.
Artículo editado por el equipo de PIA Global