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Cooperación entre China y Rusia es resultado de la estrategia divisiva de Estados Unidos

Por SCMP-. Con ambas naciones en el punto de mira de los intentos estadounidenses para debilitar y aislar, la unión de fuerzas es inevitable.

El Presidente Xi Jinping y su homólogo ruso, Vladimir Putin, no podían haber elegido una forma más destacada de decir al mundo que las relaciones entre sus países habían alcanzado un nivel sin precedentes.

Justo antes del comienzo de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, el pasado viernes, celebraron una cumbre y declararon un acuerdo sobre una serie de cuestiones diplomáticas, políticas, económicas, tecnológicas y medioambientales que los sitúan un paso más cerca de una alianza.

Para subrayar su importancia, el fin de semana se publicó en inglés el texto completo de la declaración conjunta, de 5.300 palabras, en el que se detalla la causa común en cuestiones fundamentales que no se habían abordado antes. Con ambas naciones en el punto de mira de los intentos estadounidenses de debilitar y aislar, la unión de fuerzas es inevitable.

Las diferencias históricas han empañado durante mucho tiempo los lazos entre Pekín y Moscú, pero Xi y Putin han mejorado notablemente sus relaciones durante 38 reuniones como líderes. Vistos por Washington como rivales y amenazas, se han ido acercando cada vez más.

La declaración señala hasta qué punto e incluso va más allá, mostrando una aspiración compartida de reconfigurar el orden mundial global para reemplazar el formado por Occidente bajo el liderazgo de Estados Unidos tras la segunda guerra mundial. Los acuerdos geopolíticos y económicos alcanzados ayudan a construir la asociación necesaria para impulsar dicho objetivo.

La soberanía china se ve amenazada por el estrechamiento de los lazos de Estados Unidos con Taiwán y la presencia de buques estadounidenses y aliados en el Mar de China Meridional. A su vez, la OTAN está ampliando su presencia militar en los países de Europa Oriental y el ejército ruso está concentrando más de 100.000 soldados en su frontera con Ucrania, por lo que se percibe que el territorio está en peligro.

Por primera vez, Pekín se ha puesto del lado de Moscú al oponerse a la expansión de la OTAN y ha adoptado la visión de Putin de una renovación de la seguridad en Europa. No se mencionó a la Ucrania prooccidental, en el centro del conflicto.

A cambio, Putin acordó con Xi reconocer la política de una sola China, oponerse al pacto de seguridad conjunto entre Australia, Gran Bretaña y Estados Unidos, y apoyar el desarrollo del Ártico.

Las naciones se comprometieron a conectar sus proyectos de infraestructuras, la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China y los planes de la Unión Económica Euroasiática dirigida por Rusia.

También se firmaron acuerdos energéticos beneficiosos para ambos; los pactos sobre petróleo y gas, valorados en unos 117.500 millones de dólares, protegerán a Rusia de posibles sanciones occidentales y satisfarán las necesidades de combustible y seguridad de China. China es ya el principal socio comercial de Rusia, con importaciones y exportaciones que alcanzaron la cifra récord de 147.000 millones de dólares el año pasado.

La amplitud sin precedentes del acuerdo de Pekín demuestra lo cerca que se han vuelto China y Rusia, en gran parte debido a las acciones de Estados Unidos y sus aliados. La estrategia de Washington está creando inestabilidad e incertidumbre a nivel mundial. Sin cooperación, el mundo estará más dividido y fragmentado.

FUENTE: South China Morning Post. Traducido por PIA Global.

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