El 2012 traía a cuesta el desbarajuste económico mundial suscitado por la gran estafa inmobiliaria del 2008 generada en Estados Unidos que repercutiría en todo el planeta sumiendo a la mayoría de los países en una depresión económica.
Venezuela no escaparía a esta realidad y con un nivel altísimo de inversión social, afrontaría un proceso electoral muy difícil contra la Mesa de Unidad Democrática (MUD), integrada por unas treinta organizaciones opositoras de un amplio espectro político, apoyada por organizaciones de la sociedad civil que llevaban como candidato a presidente a Henrique Capriles Radonski, electo en una elección primaria el 12 de febrero de 2012.
El presidente Chávez había sido reelecto en el año 2006 con el 62,84% de los votos, y venia tratando de palear las secuelas políticas y económicas de la intentona golpista consumada en el año 2002 y que se prolongarían hasta las elecciones de 2006.
Venezuela comenzaba a delinear un proyecto estratégico de la mano de las Misiones Sociales y pese al revés del referéndum constitucional en 2007 y al ajustado triunfo en las elecciones legislativas de septiembre de 2010, la fuerza y habilidad política del comandante Chávez hacían que el pueblo redoblara su esperanza en el proceso bolivariano.
Chávez se presento a estas elecciones del 2012 enfermo de cáncer, nada lo detenía, nunca dejaría solo a su pueblo, recorrió cada rincón llevando un mensaje movilizador y su cierre de campaña fue conmovedor.
Siete avenidas de la ciudad de Caracas colmadas por un pueblo con memoria, que lo había rescatado del golpe criminal del 11 de abril de 2002, que lo había acompañado durante el sabotaje terrorista del paro petrolero y que había encontrado un rumbo después de décadas de miseria y explotación a manos de una oligarquía extranjerizante que no dudaba en recurrir a todos los métodos disponibles para aplastar la voluntad popular.
De la mano de una Constitución inclusiva, nacionalista y popular, Chávez logró la redistribución de la renta petrolera independientemente de los avatares económicos, mediante las Misiones Sociales como Barrio Adentro que hicieron que la situación sanitaria de muchos barrios mejorara claramente; el acceso a alimentos básicos se facilitó a partir de la venta a precios reducidos mediante la misión Mercal (Mercado de Alimentos); el nivel medio de la educación progresó por medio de las misiones Ribas (cursos de retoma de los estudios secundarios para todos) o Robinson (eliminación del analfabetismo), provocando un descenso de la pobreza superior a la mayoría de los países de la región, pero también con una importante reducción en la desigual distribución del ingreso.
El número de personas bajo la línea de pobreza paso de un 49,4% sobre el total de la población en 1999 a un 27,8% en 2010 (mientras que la media latinoamericana en el mismo período bajo del 43,8% al 31,4%) y el porcentaje de indigentes del 21,7% al 10,7% (y en América latina del 18,8% al 12,3%).
Por otra parte, más allá de los alcances económicos, el pueblo comenzó a ser protagonista en la política a través de los concejos comunales, especialmente en el marco de la ley de los consejos comunales que permitieron a una gran cantidad de individuos tradicionalmente excluidos del juego político involucrarse a escala local y tomar parte activa en la construcción de un proyecto comunitario.
A diferencia de la política clientelar de la cuarta republica, de la democracia formal, burocrática y partidista planteada por los partidos tradicionales, Chávez abrió la puerta de la democracia participativa y protagónica que encontraría con el correr del tiempo distintas herramientas para expresar la voluntad popular, gran prueba de ello fue que sólo se abstuvieron en esas elecciones del 7 de octubre, el 19,52% de los electores inscriptos contra el 25,3% en el año 2006 y el 43,7% en las elecciones del año 2000.
El triunfo fue contundente
A pesar de una contundente victoria, su discurso desde el balcón del pueblo fue un llamado a la paz y al futuro, un llamado a la unidad nacional y a poner por delante los intereses de la Patria por sobre cualquier otro interés.
Mucho dolor ha pasado el pueblo venezolano desde eses emotivo momento y mucha insensatez ha llevado a la oposición y al imperialismo a discurrir todo tipo de conspiraciones para interrumpir el proceso bolivariano.
Sabemos que el imperialismo y la derecha no se darán por vencido ni aun vencidos, pero en las palabras de Chávez volvemos a encontrar nuevamente la clave para conquistar el triunfo, él nos recordaba en aquel momento de victoria, las palabras del Libertador Simón Bolívar «La independencia es el único bien que hemos conquistado a costa de los demás, pero la independencia es la puerta abierta que nos permitirá conquistar todos los demás bienes para la Patria» y esa independencia es el bien más preciado para la revolución.
Nuevamente el pueblo bolivariano concurrirá a elecciones en noviembre del 2021 y la independencia, la paz y el porvenir de todo un continente estarán en juego, porque en estos momentos de redespliegue imperial la independencia de cada rincón de Nuestramerica es vital para la supervivencia de la esperanza y la reconstrucción de los sueños de quienes han aportado con su vida para la consagración de la VIDA