El miércoles, la Unión Europea calificó la mejora del sistema electoral de la Región Administrativa Especial de Hong Kong como una “violación” del principio de “un país, dos sistemas” y amenazó con enviar una delegación a Hong Kong.
Si la UE envía uno, demostrará una vez más que no hay límite para la estupidez. ¿Qué hará esa delegación en Hong Kong? ¿Enseñar al pueblo de Hong Kong cómo vivir bien y ejercer la democracia en su propia patria y ciudad natal?
Los nuevos cambios en el sistema electoral de Hong Kong, aprobados en el Consejo Legislativo local el 27 de mayo, son un avance importante que mejorará aún más la democracia que disfruta la gente de Hong Kong. Al expandir el número de escaños de LegCo de 50 a 70, otorgará a más personas en Hong Kong la oportunidad de ingresar al cuerpo legislativo. Al permitir que el Comité Electoral comparta una base más electiva con el cuerpo legislativo y administrativo, aumentará la eficiencia y hará que el cuerpo legislativo sea más representativo.
Es por eso que el movimiento electoral ha recibido una cálida bienvenida en Hong Kong. Los vecinos saben que están regresando los días de la armonía, en los que sus intereses pueden estar bien representados. Los días de caos, en los que las calles se llenaban de hombres vestidos de negro, se han ido para siempre.
Parece que algunos políticos europeos siempre se consideran profesores de derechos humanos y democracia. No sería una sorpresa si algún día le enseñaran a nadar a un pez.
Curiosamente, incluso a estos “maestros” no les gusta que les enseñen. El 5 de mayo, la revista alemana Spiegel publicó un informe que decía en la encuesta del Índice de Percepción de la Democracia de 2021, el 51 por ciento de los alemanes encuestados creía que la influencia de Estados Unidos en la democracia global es negativa.
Es hora de que piensen en eso. No son mejores que los políticos estadounidenses y ambos saben señalar con el dedo.
Notas:
*Periodista
Fuentes: chinadaily.com.cn
