En el periódico francés Le Figaro se publicó un llamativo informe sobre la presencia de cartógrafos del Ejército francés en Rumanía como preparación para un posible «conflicto con Rusia». El artículo, titulado «Cartógrafos del ejército francés desplegados en el flanco oriental de la OTAN en medio de las crecientes tensiones con Rusia» y escrito por Nicolas Barotte, detalla los nuevos preparativos militares que se están llevando a cabo en previsión de un ataque ruso.
Según el informe, los cartógrafos del ejército francés están cartografiando regiones a lo largo de las fronteras de Rumanía con Moldavia y Ucrania.
Se señala que los soldados están identificando lugares elevados, como torres de agua o campanarios, cada cinco kilómetros.
Según los soldados franceses, estas estructuras se utilizarán como puntos de referencia para apuntar con artillería en caso necesario.
Las tropas francesas también han preparado un mapa extremadamente detallado que incluye las rutas de movimiento de las unidades militares y los ejes por los que puede avanzar el ejército. El objetivo principal de la cartografía es facilitar la orientación sobre el terreno incluso en caso de interrupción de las señales por satélite.
¿Quién realizó la cartografía?
La operación de cartografía fue llevada a cabo por el 28º Grupo Geográfico (28e Groupe Géographique).
Conocido por la abreviatura «28e GG», esta unidad está estacionada en la ciudad de Haguenau, cerca de Estrasburgo, y es una de las unidades más pequeñas pero más estratégicas del Ejército francés. La 28e GG proporciona información geográfica, producción de mapas y apoyo al análisis topográfico de las fuerzas terrestres. Durante muchos años dependió del Mando de Inteligencia, pero en otoño de 2023 fue reasignada a la Brigada de Ingeniería (brigade du génie).
Esta unidad, que desempeña un papel fundamental en las operaciones militares, es responsable de la producción de mapas en zonas operativas, la cartografía 3D del terreno utilizando métodos como el LIDAR (un método de posicionamiento basado en láser), drones y herramientas móviles de recopilación de datos. También identifica rutas de paso para objetivos militares e infraestructuras, determina puntos de referencia para utilizarlos en caso de que se interrumpan las señales por satélite, y apoya a la artillería con la identificación de objetivos y la planificación del apoyo de fuego. Integrada por 350 soldados, esta unidad participa activamente no sólo en las operaciones, sino también en los procesos de planificación.
Presencia militar francesa en Rumanía
Mientras tanto, la presencia del Ejército francés en Rumanía no es nueva. Cuando comenzó la guerra entre Rusia y Ucrania, Francia desplegó un millar de soldados en Cincu, situada en la región de Transilvania, en el centro de Rumanía, como parte de los esfuerzos de la OTAN para reforzar su flanco oriental.
Los soldados franceses también dirigen la Agrupación Táctica Multinacional Rumanía, establecida por la OTAN y estacionada allí.
¿Por qué Rumanía?
Según Le Figaro, la Unidad ya ha colgado en la pared de su sede de Haguenau el mapa que preparó en Rumanía.
En el mapa de Rumanía, la topografía del país se muestra en tres dimensiones. El 28e GG identificó puntos de referencia cada cinco kilómetros y creó un mapa de rutas de movilidad militar.
El mapa se creó utilizando una tecnología similar a la de Street View de Google. Un vehículo equipado con cámaras de alta resolución y sensores láser, utilizado por el 28e GG, escaneó la región en 3D.
El aspecto más crítico de esta preparación militar es la Puerta Focșani.
La Puerta de Focșani
La Puerta de Focșani (o Paso de Focșani) está situada en el este de Rumanía e históricamente ha sido una región de gran importancia estratégica militar.
Es un paso estrecho y llano entre los Cárpatos orientales y la llanura del Danubio, que sirve de corredor entre Moldavia, Transilvania y la región del Danubio.
A diferencia del terreno montañoso que la rodea, esta región llana es difícil de defender y fácil de atacar.
Dada la suposición de la OTAN de que Rusia puede lanzar un ataque a través de esta ruta, se prevé que una invasión rusa exitosa a través de Focșani podría extenderse hasta el corazón de Rumanía e incluso alcanzar el Mar Negro a través de Constanța.
Además, el uso histórico de Focșani con fines militares por parte de los otomanos, Rusia, Alemania y los soviéticos contribuye al interés estratégico de la zona.
Qué pasa si Rusia ataca a través de Focșani?
El énfasis en Focșani es sin duda parte del esfuerzo más amplio para militarizar Europa bajo la narrativa de una «invasión rusa.» Pero, ¿y si las suposiciones de la OTAN resultan ser ciertas?
Si Rusia ataca a través de Focșani como se espera, las primeras fuerzas militares que encontraría serían la 8ª División y la 2ª División de Infantería de Rumanía. La respuesta aérea inicial provendría de los aviones rumanos basados en las bases aéreas de Fetești y Borcea.
Si la OTAN activa el Artículo 5 y decide enfrentarse plenamente a Rusia, también entraría en juego la base aérea estadounidense de Mihail Kogălniceanu, en la costa rumana del Mar Negro.
Si Rusia atacara a través de Focșani, la fuerte presencia de la OTAN en la región del Báltico no tendría un impacto primordial. Por ejemplo, debido a los Cárpatos, la intervención directa en el eje Moldavia-Rumanía por parte de Polonia y otros países bálticos sería difícil desde el punto de vista logístico. Como mucho, estos países podrían aplicar una estrategia de distracción abriendo un nuevo frente en el norte contra Rusia.
En un escenario así, otra fuerza clave de la OTAN que viene a la mente es el Cuerpo de Despliegue Rápido de la OTAN – Italia, creado en 2001 como Fuerza de Respuesta Inmediata de la OTAN.
La posición de Turquía
Suponiendo que Turquía deje a un lado su diplomacia de equilibrio y cumpla con sus obligaciones en la alianza como país con el segundo ejército terrestre más grande de la OTAN, las posibles acciones de Turquía incluirían el despliegue de sus unidades en Rumanía en un plazo de 72 horas.
A partir de 2023, Turquía forma parte de la Fuerza Conjunta de Muy Alta Disponibilidad (VJTF) con unidades de alta disponibilidad como la 66ª Brigada de Infantería Mecanizada (Estambul) o las Brigadas de Comandos.
En este contexto, la 66ª Brigada Mecanizada de Estambul y las brigadas de comandos experimentadas en operaciones en Siria parecen ser las unidades más rápidas que podrían proporcionar apoyo terrestre a Rumanía.
La marina turca, que es también la mayor fuerza naval de la OTAN en el Mar Negro, contribuye de forma rotatoria a la Agrupación Marítima Permanente de la OTAN-2 (SNMG2) y a la Agrupación Permanente de Contramedidas Antiminas de la OTAN-2 (SNMCMG2) con fragatas, lanchas rápidas de ataque y cazaminas.
Asimismo, el poder aéreo turco puede proporcionar por aire refuerzos de tropas de combate y municiones a las bases de la OTAN en Rumanía; con UAVs y aviones de patrulla marítima puede llevar a cabo misiones de reconocimiento y disuasión. También podrían desplegarse en territorio rumano unidades anfibias con capacidad de desembarco y comandos SAT/SAS en el marco de los planes operativos de la OTAN.
Por supuesto, la implicación militar directa de Turquía en un escenario de este tipo se considera una posibilidad que queda fuera del alcance de la política exterior turca, tradicionalmente orientada al equilibrio.
Aunque la probabilidad de que tal simulacro se materialice en las actuales circunstancias políticas es claramente remota, requeriría que Rusia capturase primero Odesa y alcanzase la frontera moldava, para luego intentar invadir Rumanía a través de Moldavia (Transnistria).
Sin embargo, aunque la implicación directa de Turquía en una guerra sigue siendo improbable por ahora, cada vez se discute más en voz alta la posibilidad de que Turquía asuma nuevas responsabilidades dentro del actual concepto de «disuasión».
Especialmente en un clima político en el que se percibe que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha «abandonado» a Europa, y las miradas se vuelven hacia Turquía, la reciente declaración del presidente Recep Tayyip Erdoğan en el Foro Diplomático de Antalya – «Turquía está dispuesta a asumir la responsabilidad de la seguridad de Europa»- es el indicio más claro hasta ahora de que Turquía desempeñará un papel más activo en la arquitectura de seguridad europea en un futuro próximo.
Aunque últimamente se habla mucho del envío de tropas turcas a Ucrania, no sería sorprendente ver unidades turcas en Rumanía, una zona de interés clave para la OTAN.
Conclusión
Junto con Europa del Este, la OTAN también considera el sureste de Europa como una ruta de ataque potencial para Rusia y está adaptando sus preparativos de guerra en consecuencia. Si bien las relaciones entre Estados Unidos y Europa siguen siendo volátiles durante la era Trump, los preparativos en curso sugieren que ninguna de las partes cree realmente que Estados Unidos retirará las tropas de Europa a corto plazo. De hecho, los funcionarios de la OTAN y de Estados Unidos ya han comenzado los intentos de «tranquilizar» sobre este asunto.
Por otra parte, aunque la OTAN considera a Rumanía una ruta estratégica en caso de un ataque ruso y ve la región como militarmente crítica, también es evidente que cualquier giro anti-OTAN o anti-UE en un país como Rumanía causaría graves daños a las estrategias actuales. Este hecho ya ha quedado patente en la primera vuelta de las elecciones presidenciales rumanas…
Aunque Rumanía desempeña actualmente un papel clave en el flanco sudoriental de la OTAN, están empezando a aparecer signos de un posible cambio en las preferencias políticas. En la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Rumanía de 2024, los partidos prooccidentales y favorables a la Unión Europea perdieron mucho terreno, mientras que las tendencias nacionalistas y escépticas respecto a la UE ganaron impulso. De mantenerse, este cambio podría plantear serios retos a los planes futuros de la OTAN en la región.
Mientras la OTAN refuerza sus flancos oriental y sudoriental en previsión de una confrontación a largo plazo con Rusia, también debe seguir de cerca las transformaciones políticas en sus Estados miembros. El descontento público, la retórica nacionalista y el auge de los movimientos políticos de extrema derecha pueden minar la cohesión y la capacidad operativa de la Alianza.
Además, cada vez está más claro que la actual alianza entre Estados Unidos y Europa no se basa únicamente en acuerdos militares. La sostenibilidad de esta alianza depende también de la estabilidad política interna y del apoyo público dentro de los países miembros. En este contexto, el papel que desempeñará Turquía resulta especialmente significativo, tanto como miembro de la OTAN como en su calidad de potencia regional capaz de influir en la evolución de los acontecimientos en el sudeste de Europa y la cuenca del Mar Negro.
Aunque las actividades cartográficas de los militares franceses en Rumanía puedan parecer una operación técnica rutinaria, en realidad forman parte de una preparación mucho más amplia para la guerra. La elección de los lugares cartografiados, el nivel de detalle y la concentración en corredores vulnerables como la Puerta Focșani apuntan a un plan de contingencia militar bien pensado.
En resumen, Europa vuelve a prepararse para la guerra, esta vez no contra un enemigo lejano, sino contra un vecino poderoso y con armas nucleares. Y países como Rumanía, situados en la intersección de estas líneas divisorias, se están militarizando rápidamente. Tanto si se trata de una verdadera preparación como de una forma calculada de disuasión, una cosa es cierta: los cartógrafos de la guerra ya están en marcha.
*Erkin Öncan, periodista turco especializado en zonas de guerra y movimientos sociales de todo el mundo.
Artículo publicado originalmente en Strategic Culture.
Foto de portada: Public Domain. Extraída de Strategic Culture.