Europa

Europa se reúne con Irán sobre energía nuclear en una ronda diplomática tardía

Por Gigi Sartorelli* –
Mañana está prevista una reunión entre los tres ministros de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Alemania y Francia (el llamado E3), el Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Kaja Kallas, y el homólogo iraní, Abbas Araghchi, en la sede de la misión permanente de Alemania en Ginebra. En el centro de las conversaciones estará la cuestión nuclear iraní.

El objetivo de la cumbre es conseguir que la República Islámica garantice que sus planes nucleares sólo prevén el uso civil de uranio enriquecido, sin el desarrollo de la bomba atómica. El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Johann Wadephul, declaró hace unos días que «nunca es demasiado tarde para sentarse a la mesa de negociaciones».

Hay que decir que tal declaración parece más dirigida a ellos mismos que a Irán. De hecho, los altos representantes de Teherán ya llevaban meses negociando con Washington para revitalizar un marco de entendimiento internacional sobre la cuestión nuclear, después de que el propio Trump abandonara unilateralmente el acuerdo de 2015.

Londres, Berlín y París también formaban parte de ese plan conjunto conocido como JCPOA, pero básicamente se han quedado de brazos cruzados viendo cómo se desmoronaba. E incluso en las últimas semanas han demostrado que tienen muy poco que decir en tales expedientes diplomáticos, a pesar de sus denodados intentos por establecerse como un elemento de peso en el escenario internacional.

Según una fuente alemana oída por Reuters, la reunión prevista en Ginebra ha sido coordinada por los países europeos con Estados Unidos, a todas luces demasiado comprometido en estos momentos para poner a prueba los ánimos del Gobierno iraní. Según el Wall Street Journal, Trump ya ha aprobado en privado los planes para atacar Irán, pero está a la espera de las próximas decisiones de Teherán.

La agresión de Netanyahu contra Irán pretende obligar a la Casa Blanca a intervenir en otra compleja guerra regional en Oriente Próximo, una perspectiva que no atrae a los altos mandos de Washington. Baste decir que ya ha tenido que trasladar el portaaviones Nimitz al Golfo Pérsico en lugar de permanecer en el Mar de China Meridional, es decir, custodiando el Dragón.

El New York Times informaba este miércoles de que, según un alto funcionario iraní, el ministro Araghchi estaría abierto a una reunión con el enviado estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, o incluso con el vicepresidente J.D. Vance, para discutir un alto el fuego con Israel.

Así pues, las conversaciones de Ginebra parecen concebirse como un momento de interlocución respecto a posibles soluciones a la escalada deseada por Israel. En las que, por supuesto, la UE y Londres actuarían en nombre de EEUU. El valor, por tanto, parece ser más diplomático que técnico, aunque también están previstas discusiones técnicas al margen de la reunión.

Sin embargo, para que una cumbre de este tipo tenga algún valor, es necesario llegar a un acuerdo con la verdadera fuerza motriz de la crisis, es decir, Israel. De hecho, el quid de la cuestión no es el programa nuclear de Teherán, que ya había dado su consentimiento para mantenerlo dentro de fines civiles, sino los objetivos sionistas a nivel regional.

Israel no sólo ha hablado del programa nuclear iraní, sino también del cambio de régimen. La espiral bélica en la que se ha embarcado Tel Aviv sirve para redefinir el equilibrio regional, convencido por dos años de genocidio impune, e incluso apoyado por el Occidente colectivo, de que todas sus acciones quedarán sin consecuencias y de que acabará convenciendo a sus aliados históricos para que actúen.

Antes de las conversaciones con el representante de Teherán, los europeos se enfrentarán entre sí, probablemente para evitar cualquier desviación sobre la postura a mantener. Se trata de un peligro real, dadas las posiciones que han surgido en los últimos días, incluidas las declaraciones del canciller Merz, quien dejó claro que «Israel está haciendo el trabajo sucio por nosotros».

Se espera que hoy, en Bruselas, una reunión entre embajadores de la UE saque a la luz las diferencias sobre el «derecho a la defensa» evocado por Israel, es decir, el derecho al terrorismo de Estado en todo Oriente Próximo. En una declaración emitida el sábado pasado, 15 países querían incluir una formulación de este tipo, pero la falta de unanimidad bloqueó esta opción.

En X, sin embargo, von der Leyen reiteró el «derecho a defenderse» de Israel, suscitando el descontento de varios diplomáticos europeos, según informa Euronews. Los temores europeos también están relacionados con la posible crisis migratoria que podría derivarse de la continuación de las operaciones israelíes.

Un paso importante respecto a la actitud que adoptará la UE en un futuro próximo será cuando el tratado de asociación entre Bruselas y Tel Aviv llegue a la mesa de los ministros de Asuntos Exteriores de la UE el próximo lunes. Es difícil imaginar que desemboque en rupturas y sanciones, lo que confirmaría los sentimientos israelíes.

La hipoteca de la enconada «tercera guerra mundial en pedazos» es, una vez más, una responsabilidad que recae enteramente en el campo occidental.

*Gigi Sartorelli, periodista en Contropiano.

Artículo publicado originalmente en Contropiano.

Foto de portada: Getty Images/AFP//E.Dunand.

Dejar Comentario