Javier Milei y su troupe son siervos domesticados por el “Estado Profundo” argentino, existen en función de un servilismo globalista y están dispuestos a “patear el tablero” para generar nuevas formas de dominación basadas en la explotación y la represión.
Cuando Milei habla de destruir al Estado, se refiere entre otras cosas a la pretensión de aniquilar la tradición de lucha de nuestro pueblo, degradar el sentido de pertenencia que se encuentran en los símbolos y las tradiciones de nuestra Patria y revertir definitivamente la matriz productiva basada en el trabajo industrial, para convertir al territorio argentino en un conglomerado extractivista que a la larga atentará contra la habitabilidad de nuestro suelo.
Milei no tiene un plan de gobierno, lo ha demostrado con el tropel de contradicciones y mentiras que lo acompañan y con su manejo personal de la administración pública, al mejor estilo mafioso. La hoja de ruta económica se la impuso Macri, a cambio de darle apoyo parlamentario, insertando en el gobierno a Caputo y Sturzenegger, responsables de la manipulación de la deuda bruta con privados y la caída de las reservas netas económicas en la gestión de Macri con el incremento de US$ 49 mil millones (un promedio anual de US$ 12.256 millones), explicado por un aumento de la deuda con el sector privado y organismos multilaterales de US$ 83.600 millones, un alza de US$ 13.500 millones de las reservas netas y una caída de US$ 21.900 millones de los pasivos del BCRA*. Nada nuevo por lo que vemos.
En cuanto a su alineamiento sionista anglo-norteamericano, este es el que define el rol de las fuerzas armadas y la política exterior a seguir, tal cual se puede observar en los acuerdos alcanzados por la cancillería con el gobierno norteamericano sobre patrullajes en la costa atlántica y sobre el río Paraná y con el británico en torno a Malvinas.
Con la momentánea estabilidad económica, que se presenta como un espejismo que distorsiona la realidad, Milei pretende realizar una reforma política que le garantice obtener un poder legislativo más manipulable que el existente y desde ahí la coronación de un poder judicial obsecuente. Con estas herramientas la autocracia está garantizada y el retorno a los peores años de nuestra historia también.
Milei es la caja de pandora que permitió que salieran a relucir situaciones políticas que subyacían desde hace mucho tiempo y que no nos permitían abordar la política desde la política.
Milei ocupó el centro de la escena, se habla de lo que dijo, de lo que hizo, de su vida privada y sus estupideces y no hablamos de lo que debemos hablar, que es de como revertimos esta situación construyendo un proyecto político que responda fundamentalmente a los intereses del campo popular y a la necesidad impostergable de restablecer nuestra soberanía.
No se trata de decirle no a Milei, se trata de negarlo dialécticamente construyendo todo lo que conlleva un proyecto nacional y popular diametralmente opuesto al proceso que lleva adelante esta coalición mafiosa cuyo único objetivo es saquear las arcas del Estado.
Tanto es así que se proyecta para el próximo año una caída de más del 3% del PIB y de más del 10% en la producción industrial. Para que existan estas proyecciones en el 2024 aumentó la pobreza en más de 11 puntos y la indigencia en más de 6 puntos, a causa de la destrucción de más de 200 mil puestos de trabajo.
Con salarios y jubilaciones deprimidos y la suba incontenible de la luz, el gas y otros servicios, el poder de compra de los mismos cayó en todos los segmentos, empujando la rueda de despidos y pobreza de la mano del cierre de negocios y pequeñas empresas. Quienes todavía se mantienen en pie, tendrán que soportar la andanada de importaciones que invadirán el mercado como en la época menemista.
Para el año 2025 el ajuste que sufriremos nos conducirá a una situación mucho más grave. Esta forma de gobierno nos castiga mediante el ajuste, porque los que nos tenemos que ajustar a las políticas del gobierno somos nosotros.
Según un informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP), las empresas más grandes que cotizan en la Bolsa de Comercio quintuplicaron sus ganancias en el último año.**
En esta ecuación ellos no se ajustaron, crecieron con nuestro ajuste y de ese crecimiento nada se ha “derramado” hacia la salud pública, la educación o la infraestructura de obras públicas, que permitan mejorar la calidad de vida de nuestros compatriotas. Te ajustan hasta que te caes del sistema y te invisibilizan.
Estamos entrampados, también, porque esta decadencia que se manifiesta tanto en la forma y el contenido del gobierno, es la decadencia de una democracia representativa, que no representa los intereses de las personas, representa los intereses de las corporaciones, generando este espiral decepcionante que hace que la gente de a pie, no quiera saber nada con la política.
No fue Milei el que nos relegó a ser simples votantes de palabras hueras, este es un proceso que viene dando se en distintos países del mundo, pero en Argentina tiene que ver con la constante fragmentación de lo que en algún momento fueron grandes partidos políticos y hoy son tímidas expresiones organizativas sin una convicción de Poder, lo cual nos lleva a la conformación de frentes electorales que compiten en el terreno de la democracia liberal burguesa, en el cual el pueblo soló ha sabido obtener beneficios cuando han surgido líderes fuertes con visión de Poder.
Milei pasará como pasaron Menem, De la Rúa, Macri y todos aquellos que jamás pudieron enrumbar los destinos de la Patria por un camino de gloria, pero nosotros nos quedaremos con la deuda de brindarle a nuestro pueblo una Patria Justa, Libre y Soberana.
Tendremos que avanzar en la unidad más allá de las diferencias, evitando las divisiones, la fragmentación, agotando los temas que conformen un gran programa de gobierno popular, para presentárselo a la gente, construyendo desde abajo las bases para una nueva democracia participativa en la que la gente sea la protagonista. No será fácil, pero, la única posibilidad de resistencia y triunfo, solo se dará construyendo Poder Popular.
Oscar Rotundo* Analista político internacional, editor de PIA Global
Foto de portada: newsweek.com.ar/
Referencias:
* chequeado.com
**letrap.com.ar/