Europa

Ucrania: un guion para la guerra

Por  Nahia Sanzo Ruiz de Azua* –
Volodymyr Zelensky recibió ayer en Kiev dos visitas importantes que reflejan cuáles son los sectores prioritarios para Ucrania.

Por una parte, el presidente ucraniano recibió a Lloyd Austin, secretario de Defensa de Estados Unidos, que repitió los habituales lemas y prometió, una vez más, la asistencia estadounidense “mientras sea necesario”. El objetivo de Austin, como el de Blinken en su última visita, no era otro que mostrar de forma gráfica que Washington no ha perdido interés por sus aliados ucranianos y que continuará trabajando en la guerra común contra Rusia. Austin buscaba así disipar dudas en un momento en el que crece la incertidumbre sobre cómo y cuándo Joe Biden logrará del Congreso la aprobación de los fondos adicionales que precisa para financiar el esfuerzo bélico de Kiev al menos hasta las elecciones de noviembre de 2024.

“Lo que ocurre aquí, en Ucrania, no solo importa en Ucrania sino que importa al resto del mundo. Desde luego importa a los Estados Unidos de América”, afirmó Austin transmitiendo el mensaje que Zelensky desea escuchar. “Contamos con vuestra ayuda”, respondió el presidente ucraniano al compromiso a largo plazo mostrado por el secretario de Defensa. Sin embargo, no hubo grandes anuncios de nuevos paquetes de ayuda (los habituales mil millones quedaron en 91) y las preguntas de la prensa se dirigieron precisamente a las dificultades de la administración estadounidense para obtener la financiación deseada. La semana pasada, la asistencia (militar y humanitaria) para Ucrania quedó nuevamente fuera del acuerdo temporal para evitar el cierre del Gobierno. “Continuamos creyendo que el Congreso proveerá el apoyo y estamos planificando según esa convicción”, añadió Austin. Sus palabras pretendían mostrar confianza, aunque es la falta de certeza la que trasciende de ellas.

Sin embargo, el gesto y las palabras son lo suficientemente importantes para Zelensky y el Gobierno ucraniano, especialmente por su buen manejo de las herramientas de comunicación, capaces de transformar derrotas en victorias y transmitir la idea más conveniente en cada momento. Este aspecto informativo de la guerra fue el centro de la segunda visita que el presidente ucraniano recibió ayer. El líder ucraniano quiso dar valor a la labor de la prensa destacando su presencia en la línea de fuego desde el 24 de febrero de 2022 y, por supuesto, olvidando a quienes informan desde el otro lado del frente o han sufrido heridas o han encontrado la muerte debido a los ataques ucranianos.

“Todo este tiempo, los periodistas, cámaras, editores, fotógrafos y conductores han estado en la línea del frente”, afirmó Zelensky en su encuentro con dos periodistas que ya han pasado por la guerra de Ucrania, Jerome Starkey, de The Sun, y Benjamin Hall, de Fox News, que sufrió heridas graves por las que el presidente ucraniano le ha condecorado ahora con la Orden del Mérito, tercera clase. “Como esta es una guerra híbrida, la información también es un arma en manos rusas”, añadió. Con todos los medios rusos prohibidos en la Unión Europea y demonizados hasta el ridículo en el resto de países occidentales, la presencia informativa rusa a nivel mundial de ninguna manera puede competir con la maquinaria mediática que desde 2014, y con aún más entusiasmo desde febrero de 2022, ha apoyado a Ucrania.

Kiev ha sido capaz de colocar su mensaje en toda la prensa occidental, sin duda la más poderosa del planeta, y ha logrado que las preguntas incómodas tarden más de un año en aparecer. Son precisamente esas pequeñas disidencias, esos intentos de alejarse mínimamente del discurso oficial ucraniano las que más han molestado a Ucrania, que ha llegado a calificar de propaganda rusa artículos publicados por The Economist, The New York Times The Washington Post. Ucrania, por ejemplo, protestó airadamente contra un artículo publicado por The New York Times que desmontaba la versión de Kiev de la explosión que causó medio centenar de víctimas civiles en el mercado de Konstantinovka el pasado septiembre. Aunque los redactores se basaron en pruebas de expertos y testimonios de testigos, el texto fue calificado de favorable a Rusia y de suponer un argumento que Moscú utilizaría a su favor. No fue suficiente que el punto de partida del medio fuera dejar claro que, pese a que el ataque no se debió a un misil ruso sino a las defensas antiaéreas ucranianas. El artículo fue calificado de inoportuno por dar argumentos a Rusia. Informar sobre la realidad se ha convertido en un arma de guerra híbrida.

El control del mensaje y la capacidad de colocar su punto de vista en los grandes medios sigue siendo uno de los grandes objetivos de Kiev, especialmente en momentos en los que la realidad no acompaña y Ucrania no recibe la cobertura continua y favorable que espera. “Por alguna razón, la gente la trata como una película”, afirmó Zelensky refiriéndose a la guerra. “Y esperan que nunca haya pausas largas, que la imagen ante sus ojos siempre esté cambiando, que haya sorpresas casi todos los días”, añadió en una clara referencia a las presiones que está sintiendo por la falta de avances en el frente. “Pero para nosotros, para nuestros soldados, la guerra no es una película”, sentenció.

La guerra no es una película, pero precisa de un guion y ese era el objetivo de la reunión de Zelensky con los periodistas, ante los que quiso justificar la lentitud de la ofensiva y, sobre todo la necesidad de más ayuda. “Son nuestras vidas, es el duro trabajo diario. Y no acabará tan pronto como nos gustaría, pero no tenemos derecho a rendirnos y no lo haremos”, añadió Zelensky ante los dos periodistas, ambos empleados de medios propiedad de News Corp y que acudieron a la cita acompañados de una persona aún más importante: Lachlan Murdoch. El hijo del magnate Rupert Murdoch y actual director ejecutivo de Fox News recibió de Zelensky el agradecimiento por la visita, que calificó de “una señal significativa de apoyo en un momento en el que el interés del mundo está nublado por otros acontecimientos”.

El interés de Zelensky por Lachlan Murdoch está directamente relacionado con la falta de certeza de las palabras de Lloyd Austin, que pese al intento de presentarse confiado en la posibilidad de lograr los fondos deseados para Ucrania, no puede prometer que llegarán ni cuándo lo harán. Todo está en manos de esa minoría Republicana vinculada a Donald Trump que tiene en Fox News su referente mediático e ideológico. Toda presencia en Fox News puede considerarse como una forma de hablar directamente al expresidente estadounidense, que aspira a regresar a la Casa Blanca dentro de menos de 15 meses, cuando es probable que Ucrania aún precise de ayuda militar y financiera. La línea marcada por Trump es también seguida por esa minoría Republicana capaz de bloquear o dilatar la aprobación de los fondos que tanto ansían Biden y Zelensky. En su última visita a Estados Unidos, en la que según publicó la revista Time Zelensky trató de lograr ser entrevistado por figuras mediáticas importantes, el presidente ucraniano no logró la preciada aparición en Fox News. Por suerte, las graves heridas sufridas en el pasado por uno de sus periodistas han hecho posible la visita de su director ejecutivo a Kiev, un primer paso para lograr el favor del canal de noticias más visto en Estados Unidos.

*Nahia Sanzo Ruiz de Azua, periodista, especialista en Ucrania/Donbass.

Artículo publicado originalmente en Slavyangrad.

Foto de portada: extraída de Slavyangrad

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